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APÓSTOLES DEL SAGRADO CORAZÓN
Llevar las almas a la perfección
No desnaturalizar los ministerios
Una
vez formado el religioso, debe ponerse en manos de Dios "sin demora, sin
reserva, para siempre".
Para
los discípulos del Sagrado Corazón que han hecho del Ecce venio su divisa,
esta disposición debe absorber las demás. Por eso, nada más frecuente en las
cartas y conferencias de san Miguel que términos como auxiliares, cooperadores,
instrumentos, aplicados a sus hijos.
El
nombre completo era: SACERDOTES AUXILIARES DEL SAGRADO CORAZON. La característica
propia: estar "especialmente unidos al divino Corazón que dice a su Padre:
Aquí estoy, para ser sus cooperadores en la salvación de las almas".
Los
textos que siguen expresan el pensamiento del Fundador sobre nuestro papel de
"auxiliares" y "verdaderos instrumentos del Sagrado Corazón de
Jesús".
Cooperadores
del Espíritu Santo
Este es un principio de alta filosofía y teología.
En el mundo de la física, salvo los milagros, Dios no hace nada solo. Cuenta con los seres creados y con su cooperación.
Lo mismo, en el orden moral: Dios cuenta con el concurso del hombre; y, aunque podría pasarse de él, quiere que el concurso sea indispensable y que seamos los cooperadores necesarios del Espíritu Santo (P. Ramiére).
¡Dios mío! ¡Qué verdad nunca bien encarada y comprendida en todos mis estudios! ¿No es extraño que mi vida haya sido alcanzada por la esterilidad? La salvación de las almas depende, pues, de nosotros. Nosotros debemos salvarlas, poniéndolas, mejor dicho ayudándolas a ponerse ba o la inspiración del Espíritu Santo.
El milagro de Caná nos enseña toda la economía de la salvación de las almas. ¿Qué faltaba para realizar semejante prodigio? Que servidores de la casa llenasen las tinajas. Se necesitaba esa cooperación: nuestro Señor lo solicitaba; cooperación, a la verdad, pequeña; aportar sólo agua. pero cooperación necesaria, a pesar de los razonamientos humanos. Nada más llenar los servidores hasta el borde las tinajas, Dios acude a su vez con todo su poder y cambia el agua insípida en un delicioso vino (P).
Tanto en el orden moral como en el físico, Dios es el motor primero, el centro de donde procede todo bien: Deus a quo bona cuneta procedunt. Pero nunca actúa solo, excepto en muy raras circunstancias, como la
conservación de nuestro Instituto, en una época en que hacíamos decir a los demás: "No se entienden".
Fuera de casos excepcionales, Dios solicita y espera nuestra cooperación. Por eso, y como lo atestigua la historia. estas son las condiciones para el éxito:
1º cumplir todo lo que Dios nos diga, quodeumque dixerit vobis servate et facite (Jn. 2, 5);
2º después de hacer todo eso, decir desde el fondo del alma: Somos siervos inútiles, servi inutiles sumus (Le. 17, 10); no sé si soy digno de amor o de odio (Ecl. 9, l).
Por consiguiente, ¿dónde encontrar el motivo de alabarme cuando ignoro si estoy o no en pecado mortal?
¿Por qué se condenó Judas? Rehusó responder a la gracia. El buen ladrón cooperó, el malo no aprovechó, al menos es lo más probable. Por eso, los que se echan a perder a sí mismos tienen que achacarse su desgracia, perdítio tua, Israel (la perdición viene de ti, Israel) (Os. 13. 9) (P).
Cooperación
de los que sirven a Dios
En el orden físico, las creaturas siempre se ajustan al orden de Dios.
La naturaleza se renueva en primavera: las flores brillan. Más tarde, los frutos suceden a las flores. Nosotros, cooperadores de Dios. ¿sabemos hacer florecer y fructificar las almas estériles?
Alabar, adorar, servir al Señor, ese es el fin de la creación. Es tan fácil servir a Dios en y por Jesucristo: basta hacer lo que Dios quiere y como lo quiere.
Esta es la verdadera vida que los servidores del Señor deben esforzarse en comunicar.
¡Cuántas almas se pierden! Sin embargo, Dios quiere, con voluntad seria, la salvación de todos. Tanto sufrió para alcanzárnosla. ¿Por qué tan pocos aprovechan el esfuerzo de su infinita caridad. La culpa es de sus servidores que se niegan a ser sus dignos cooperadores...
Dios hizo a las creaturas para ayudamos a alcanzar nuestro fin. Nosotros las hacemos gemir desviándolas de su destino. Hay que usarlas con las intenciones, dentro de los límites y según las condiciones que se requieren. Sacar todo el mejor partido posible, encarándolas, usándolas como medios,, ni más ni menos que como medios para ir a Dios. Servirse de ellas dentro del ámbito de la obediencia. El mundo material nunca sale de los límites asignados por las leyes de la Providencia. El sol sale como un gigante al principio de la carrera, pero su ritmo es siempre regular. Aparecen las flores, las golondrinas se van en grupo, pero nunca antes de tiempo,
Por desgracia, el desorden sólo se da en las creaturas inteligentes y libres, colmadas a manos llenas con la efusión del amor divino (P).
Recíproca
influencia de las causas libres
La mutualidad es una característica de los actos. En el mundo físico, la acción, la mutua dependencia de los cuerpos, bajo el impulso del motor primero, producen vida, fecundidad, orden, unidad; todo dentro de una inmensa variedad.
Ese mismo principio de mutualidad está en la base de las sociedades humanas. Las posibilidades de la sociedad están en función del poder otorgado a las almas para influir unas en otras, coordinarse entre sí, ayudarse para llegar hasta su fin. La sociedad existe como resultado de la obligación de la ayuda mutua aceptada y cumplida por los seres humanos.
Finalmente, el bienestar, la armonía, la estabilidad de la sociedad dependen del grado de cooperación de sus miembros para procurar el bien a todo el cuerpo. Lo mismo, en el ámbito moral, la dependencia e influencia recíprocas de las causas libres, bajo la influencia de la gracia divina, producen maravillosas obras de fe, en una armonía que recuerda la alegría del cielo y que hace decir: Ecce quam bonum... habitare fratres in unum (¡qué bueno es vivir juntos, como hermanos!) (Sal. 122,1).
¡Qué desgracia olvidar este principio de reciprocidad! Consecuencias: falsa conciencia y ausencia de rectitud en las costumbres. Sin este conocimiento, no es extraño que no sepamos, incluso, lo que somos (P).
Para ser digno cooperador de la gracia, hay que saber usar bien de las creaturas y de todos los medios externos.
Las creaturas son, de manera general, como sacramentos para contemplarlos, usarlos y privarnos. Pero, desde la caída original, la privación es el medio más indispensable para cooperar, casi siempre, en lo que nos deleita. Sin el ejercicio de la privación, es imposible aprender el uso recto de las creaturas; es imposible, sobre todo, llegar, por su intermedio, a la contemplación del Creador (P).
Las reglas son como nuestro octavo sacramento.
Hay que observar las reglas, comportarse, en lo que respecta al otro sexo y a la templanza, como religioso modesto, recatado. Sobre todo. hay que ser categóricos con quienes no quieren ser cooperadores de nuestro Señor Jesucristo. Nos lo aconseja el Sr. Obispo en una carta: "Se deben observar las reglas en las comunidades": Vigilancia, pues; siempre se os apoyará; haremos cualquier sacrificio necesario. Usar siempre la dulzura N la paciencia, pero siempre atrincherados detrás de la regla y, en definitiva, sea siempre observada la regla (P).
Instrumentos
del Sagrado Corazón
Con un poco de fe y un poco de espíritu religioso, todo anda bien... Menos confianza en medios humanos y más fe y espíritu religioso, como dice Bourdalou en su obra "Espíritu religioso" ¿Qué se necesita para atraemos la bendición de Dios? Estima sincera de nuestra vocación y misión: como verdaderos sacerdotes auxiliares, una verdadera disposición interior y habitual, según nuestras reglas y como verdaderos instrumentos del Sagrado Corazón y cumplir todos los deberes de esta hermosa situación. Con este espíritu, tendremos todos los bienes: gusto por nuestro estado de vida, fidelidad a todos nuestros deberes, en fin, paz y contento. Estas son las grandes e infalibles ventajas que traerá el espíritu religioso.
Pero, ¿qué hacer para adquirirlo?
1º Reflexionar. 2º Actuar. 3º Rezar. Actuar como si tuviéramos ese espíritu, arraigarlo con todos los beneficios que produce... No esperar a tenerlo, sino actuar con ese espíritu para después adquirirlo... Que todos comprendan su situación, que a Dios, al Instituto, a la gente y, sobre todo. al Sr. Obispo, debemos respeto y obediencia.
Por consiguiente, reflexionar, actuar y rezar; y luego abandonarse totalmente en Dios.
Satanás
desea quebrantar los instrumentos de Dios
Sólo la ausencia de humildad, caridad, obediencia y entrega por respeto a la voluntad de Dios, divide, paraliza y arruina la obra: sólo la ausencia de ese espíritu... Aunque digamos lo contrario, tarde o temprano
la verdad triunfa: fatigari potest, vincit non potest (podemos combatirla-, vencerla, no).
Dios quiere, para bien de todos, que todo vaya bien bajo su conducción y la de sus dignos y felices instrumentos, pacíficos instrumentos. ¿0 queremos que las cosas vayan bien conducidas por instrumentos de Dios falseados, infelices, etc ... ? Sólo puedo rezar. gemir y rezar siempre. Fiat lux, illuminet vultum tuum super nos et miscreatur nostri ut cognoscamus (Hágase la luz, ilumine su rostro sobre nosotros y nos tenga piedad para que sepamos) (Gen. 1, 3; 66, 1) (L).
Cómo
desempeñarse como instrumentos
- Más que nada, admiro, adoro y amo el gobierno de la divina Providencia. ¡Qué importante es, hermana, esta postura! ¡Pobre instrumento! Harías un gran bien si, fiel en seguir el movimiento de la mano divina. te conduces de una manera digna de tu vocación y de la misión, es decir, siendo y mostrándote, siempre y en todo, humilde, dulce, paciente, soportando los caracteres más difíciles, con caridad, trabajando y teniendo mucho cuidado en mantener la unidad del espíritu por el vínculo de la paz.
Al realizar la verdad en la caridad, Jesucristo crecerá de cualquier forma en ti y en tus compañeras. Por Cristo, por quien todo el cuerpo se vincula y se une en una justa proporción según la función propia de cada miembro, se desarrollará toda la Congregación y culminará el edificio por medio de la caridad. Así sea. Vete y mira el capítulo 4 de san Pablo a los Efesios. Lee y relee a menudo este capítulo. Compenétrate de esta doctrina, ámala, saboréala, principalmente los versículos 15 y 16: las palabras realizar la verdad en la caridad (L).
Prestémonos a ser auxiliares valiosos, nunca estorbos: no obstaculizar nunca. No invoquemos las Constituciones. - reales o pretendidas -, para presentamos ante el Obispo, no como auxiliares, sino como estorbos: sepamos lo que somos y de qué espíritu somos... No tengamos nunca apariencia de desconfianza. Practiquemos la gran regla de la caridad fraterna e inclinémonos más por el lado bueno de las cosas que censurar y justificar lo injustificable de la acción. Ejerzamos la caridad sin faltar al deber y a lo correcto (L).
Ser santo para santificar a los demás. ¿Cómo actuará el instrumento si no está unido a la mano del obrero? (I)
El Espíritu Santo actúa: el hombre que de Él se llena es todo acción (I)
Comprendamos y seamos lo que somos: que en el sacramento de la Penitencia somos instrumentos del Espíritu Santo que es el gran confesor (I).
(1) Congregación fundada a principios del s. XIX por san Andrés Hubert Fourriet y santa Juana Isabel Bichier des Ages.
(2) Un santo vasco: el Beato Miguel Garicoits, de Gigord, 1936.
(3) Véase este relato en Bemoville, cap. IX: Triunfo del P. Garicoits.
(4) Correspondencia de San Miguel Garicoits 1 y 11, P. Eduardo Miéyaa (fuera de comercio).
(5) Charla dada en el seminario de Bayona. El texto completo fue publicado en el Echo de Betharram, enero-febrero de 1933.
(6) Vida y Cartas del P. Miguel Garicoits por el R.P. B. Bourdenne, 2' edición, 1889, p. 206-207.
(7) Aquí estoy, Dios mío, para hacer tu voluntad. Se humilló haciéndose obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz
(8) Ver la continuación de este texto importante.
(9) Escrito del santo sobre la Forma de vida de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús.
(10) La biografía del P. Etchecopar, tercer Superior General de los sacerdotes del Sagrado Corazón de Betharram, se publicó en 1937 (Ediciones Spes) por el P. Pedro Femessole. Su beatificación ha sido iniciada ya en Roma y el proceso apostólico está terminado.
(11) Colección
de Pensamientos del R.P. Miguel Garicoits. Toulouse.
Privat, 540 pág. in 32, 1890.
(12) Lugar de ejercicios militares en Bayona.
(13) Alusión
a una conversación de Tauler, recogida por Surius. Tauler se encuentra con un
mendigo a la puerta de la Iglesia. Éste le dice cómo encontró la felicidad en
la renuncia a toda creatura para unirse sólo con Dios (Sermones de Tauler,
traducidos por Ch. Sainte-Foi,
Pousselgue, 1855, t, 1, p.65-67).
(14) San Miguel se sitúa aquí en el plano del destino eterno y no en el de la simple justicia conmutativa que regula las relaciones particulares entre los hombres.
(15) Estas notas son un resumen de una nueva meditación o el bosquejo de una charla. Encontramos muchos semejantes en los escritos.
(16) Alusión al golpe de Estado de Napoleón III.
(17) Alusión a los sufrimientos que marcaron el papado de Pío IX.
(18) Alusión a las rocas que dominan el santuario de Betharram.
(19) Estas palabras con que San Miguel gustaba resumir su ideal, están extraídas de Suárez (Rel. Soc. Jesu, Lib. 1, cap. 2, n. 8).
(20) El Uno. Leonide nació en Lestelle, cerca de Betharram. Entró como hermano lego y murió, como si fuera predestinado, a los 15 años. San Miguel, que lo conoció de pequeño, hablaba de él, luego de su muerte, así: "Amemos la Cruz, como el Hermanito Leorude, que todos conocisteis. ¡Qué maravilloso niño! A los 5 años, en lo más crudo del invierno, se hacía despertar, bajar de la cama, por su padre. Llamaba a nuestra puerta y se iba a la capilla. Tales felices disposiciones se multiplicaron con la edad. Admitido en la comunidad como Hermano, se convirtió, por su piedad y su amor a la Cruz, en modelo de los Hermanos. Niño como era, sabía la brillante filosoria del crucifijo, al punto de ser admirado por todos los que lo trataban (Vida, la Ed., p. 276).
(21) Secretario de Mons. Loyson, obispo de Bayona.
(22) "Lo
hice un ser espiritual, incluso en la carne... Y ahora se ha vuelto carnal,
incluso en el Espíritu" (Bossuet, Elevaciones, 7 a Sem., Y Elev. Cf. san
Agustín, La ciudad de Dios, Lib. XIV, Cap. 15. P.L. 61, 423).
(23) Vicario General de la diócesis de Poitiers y superior de las Hijas de la Cruz.
(24) Evaristo Etchecopar, tío del futuro P. Augusto Etchecopar.
(25) Alusión al desafortunado Sauzet, ejecutado el 27 de Febrero en Pradelles (Haute-Loire) y cuya muerte fue muy edificante.
(26) Se trata del P. Passaglia, salido de la Compañía de Jesús en 1859. La prueba, como intuyó san Miguel, le resultó favorable: murió en 1887. reconciliado con la Iglesia.
(27) Esta reprimenda de san Miguel apunta a las gestiones hechas por algunos misioneros de América ante la Santa Sede para obtener más amplios poderes a fin de ejercer el ministerio sacerdotal en otras provincias. fuera de la diócesis de Buenos Aires.
(28) Alude al suplicio de Sauzet. Según declaraciones del sacerdote que lo asistió, san Miguel creía en la inocencia del condenado quien, calumniado, aceptó con heroísmo la muerte antes que denunciar al verdadero culpable.
(29) Industrias para curar las enfermedades del alma: publicación del P. Claudio Aquaviva -finales del s. XVI-, Superior general de la Compañía de Jesús. San Miguel apreciaba mucho esta obra y la recomendaba mucho a los superiores.
(30) Obra publicada en los inicios de la Compañía y que contiene preciosas indicaciones para hacer con provecho los Ejercicios Espirituales de san Ignacio.
(31) Mons. Lacroix, al no querer establecer la comunidad de Betharrani como Instituto religioso, permitió, con muchas restricciones, pronunciar los votos.
(32) Bossuet había dicho casi lo mismo: "Sin apenamos por rebosar de pensamientos ambiciosos, preocupémonos por alcanzar horizontes lejanos de bondad; y, en oficios delimitados, tengamos una caridad infinita (Sermón sobre La ambición, Ed. Lebarq, T. 4, p. 153 ».
(33) El venerable P. Luis Eduardo Cestac, fundador de las Siervas de María de Anglet (Bayona).
(34) El P. Rossigneux era catedrático de Universidad.
(35) Era el momento en que el P. Garicoits sometía a Mons. d'Astros el proyecto de fundar el Instituto.
(36) San Miguel recurre muchas veces al ejemplo del ferrocarril y saca diversas conclusiones. Su espíritu, muy sensible al progreso, estaba fuertemente conmocionado por el tipo de locomoción, nuevo entonces, que cambiaba considerablemente las condiciones de los viajes y facilitaba así los desplazamientos de los misioneros.
(37) San Alfonso Ligorio era hombre de experiencia. Encaraba las cuestiones, las verdades, del lado práctico. Era prácticamente práctico, practico practice. ¡Cuántas aberraciones en los que miran las cosas especulativamente! ¡Cuántas falsas decisiones! Jansenistas apartando a pueblos de la comunión y dejándolos vivir como animales. [ Apreciación valorativa del P. Garicoits ]
El
origen de los textos se indicará por las siguientes letras:
I: Cuaderno inédito de conferencias de san Miguel.
C: Cuaderno del Hno. Cachica, escolástico, que recogió preciosos
apuntes de las conferencias y de las clases de san Miguel en 1858 y 1859. S:
Sumario de testimonios en el proceso de beatificación.
V: Vida de san Miguel, por el P. B. Bourdenne