¿Quién es un Betharramita?
Queridos jóvenes:
Hoy se sienten felices y tienen motivo para ello. Van a ser religiosos, religiosos del Sagrado Corazón, religiosos de Betharram. ¡qué maravilla!
Vamos a tratar de ver juntos lo que es un betharramita, para alegría nuestra y de Uds.
Un betharramita es un voluntario. Nadie entra por la fuerza en nuestra congregación. Nadie tiene que seguir en ella contra su voluntad. San Miguel quería sólo voluntarios, ¿Por qué? Porque se trata de entregarse a Dios. Y sólo libremente puede uno entregarse a Dios. Se trata de comprometerse a seguir al Corazón de Jesús; y para comprometerse a seguirlo hace falta quererlo de verdad. Se trata de decir: Ecce Venio, como El; no se puede a nadie obligar a decir: Ecce Venio. Sería falsedad; no
tendría ningún sentido.
En definitiva, lo importante es amar. ¿Se puede obligar a amar? Por amor más que por otros motivos - repetía San Miguel.
Sólo los que son capaces de amar, pueden escuchar el llamado del Corazón de Jesús y seguirlo, Siempre dice lo mismo, Sus palabras no son de ayer, son de siempre, ¿Me quieres..,? ¿Lo suficiente como para ser capaz de seguirme? ¿Lo suficiente como para renunciar a todo y vivir pobremente como yo? ¿Lo suficiente como para vivir en castidad y ser un hombre de un solo amor? ¿Lo suficiente como para entregarme tu voluntad por la obediencia y aceptar no ser más dueño de ti mismo?
¿Me quieres...? Si tu respuesta es un "sí", ven. De lo contrario, no vengas. No estarías en tu lugar. No estarías a gusto.
Hoy se sienten felices, queridos jóvenes, porque escucharon esta llamada y han dado una respuesta libre, de voluntarios. Sean siempre voluntarios.
Un betharramita es un hombre que dice siempre "si" a Dios y a sus representantes. Es el hombre del Ecce Venio.
Cuando Dios lo llama está siempre disponible: renunció a disponer caprichosamente de sí mismo -optó un día por Dios y se exige liberarse cada día un poco más de todo lo que le impida entregarse.
Cuando Dios habla, siempre está dispuesto. Sale a la primera insinuación, sin retrasarse. Sabe que no hay que hacer esperar a Dios.
Sale aunque le cueste, aunque tenga miedo -a veces tiene miedo, pero se esfuerza por no manifestarlo: es un valiente. i Siempre adelante! - dice como su Padre, Digan siempre sí a Dios; no, al pecado.
Un betharramita es un hombre sin pretensiones. Trabaja mucho, pero sin buscar destacarse : no trabaja para él. Sólo está contento cuándo se entrega al servicio de Dios, de la Iglesia, de sus hermanos.
Sabe que no es sino instrumento en las manos de Dios. Le reserva la gloria a Dios; le dedica los éxitos. Cuando hizo todo lo que tenía que hacer, se considera un "servidor inútil", Cuando ya no se lo necesita, sabe retirarse. No es él quien se va a considerar imprescindible.
Queridos jóvenes, no sean nunca "obstáculos". Tengan siempre la preocupación de "pasar inadvertidos" y además estén "disponibles para la entrega", "pequeños", sumisos, constantes,,,", Así estarán "siempre contentos".
Un betharramita es un hombre feliz. Ha renunciado a muchas cosas, pero no a la felicidad. .La necesita. Y Dios no se la puede negar. A quien se le entrega, Dios no es capaz de negarle nada. Su gran corazón no puede dejarse ganar en generosidad.
Serán felices desde ahora, a condición de que sean fieles: si son y permanecen voluntarios, ú conservan esta disponibilidad perfecta para con Dios y sus representantes; si no se enaltecen con ambiciones y deseos vanos, es decir, si son auténticos betharramitas.
Es lo que todos vamos a pedir para Uds. a la Virgen y a San Miguel. Que siempre los ayuden a Uds. y a nosotros. Amén.
R.P. José Mirande, s.c.j.
(Homilía pronunciada en Adrogué)
MEF, Nro. 146, marzo 1965)