UN RAMITO DE ORO PARA LA VIRGEN
El obispo manda al P. Miguel a Betharram, al seminario mayor. Betharram es uno de los más antiguos y conocidos santuarios de Francia.
El origen del santuario proviene de una interesante historia.
Unos niños que apacientan ovejas en la montaña, ven de repente, unas llamas que arden en unas matas.
Quedan maravillados porque las matas arden sin consumirse; y además entrevén entre las llamas una imagen de la Virgen con un niño en su regazo. Frente a este espectáculo, vuelven corriendo al pueblo. Llega al lugar un sacerdote, seguido de numerosos fieles. La estatua es transportada hacia el otro lado del puente, y colocada dentro de un nicho. Pero al día siguiente no está más: ha vuelto a la montaña. Se la transporta, entonces, a la iglesia parroquia¡. Tentativa inútil: la estatua durante la noche vuelve al mismo lugar. La Virgen quiere ser honrada allá. Se construye una humilde capilla, que será sustituida en 1600 por el actual santuario.
Otra historia maravillosa, con el tiempo se ha integrado a ésta. Un día una niña, mientras recoge unas flores en la orilla del Gave, cae al río. Está por ser tragada por las aguas, cuando -a su grito- aparece una blanca Señora con un Niño en brazos, quien le tiende una ramita. La niña se salva. Como signo de reconocimiento le pone al pie de la Virgen un ramito de oro. Betharram quiere decir en bearnés "bello ramo".
A Betharram, el P. Miguel fue mandado para reponer la disciplina en el seminario. El superior es un santo varón, pero anciano y débil. Los jóvenes abusan de él. El R Miguel, según su costumbre, se entrega totalmente: instaura un espíritu nuevo, da empuje al estudio y promueve la piedad.
Puede obrar este benéfico cambio gracias a su personal ascendiente, a su lealtad, a su competencia profesional, y sobre todo a su profunda vida interior.
Reflexión
En las bodas de Caná, cuenta Juan (2, 1-12) que María Cambió la situación problemática de una pareja, porque creía fuertemente en su Hijo Jesús. Le pidió que cambiara el agua en vino, el fracaso en alegría, la vergüenza en un sano orgullo.
El Padre Miguel ha vívido gran parte de su vida a la sombra del santuario de la Virgen de Betharram, le rezó, la amó, la imitó. ¿Eres devoto de la Virgen? ¿De vez en cuando, le dices una oración? ¿ Tratas de ser servicial, como ella?
Oración
Ave María, Madre de Jesucristo,
Madre de todos los hombres.
Bendice este día que Dios me regala.
Conserva en mí un corazón de niño,
puro, generoso y humilde.
Apóyame sobre tu corazón,
y ayúdame a superar las dificultades de la vida.
Amén.
Propósito
Recita la oración de arriba con atención y amor