I.
ORACIONES DESDE NUESTRA IDENTIDAD BETHARRAMITA
1 - ASI NOS AMO DIOS
Dios ha tenido a bien hacerse amar y,
siendo como éramos nosotros enemigos suyos,
nos ha amado tanto
que nos ha enviado a su Hijo único:
nos lo ha dado
como incentivo
que nos rinda al amor divino,
como modelo
que nos muestre las reglas del amor,
y como medio para alcanzar ese amor divino:
"El Hijo de Dios se ha hecho carne".
En el momento de entrar en el mundo,
animado por el Espíritu de su Padre,
se entregó a todos sus designios sobre él
y se colocó en el lugar de todas las víctimas:
"No quisiste, dijo, sacrificios ni ofrendas,
pero me has preparado un cuerpo;
no te complaciste en holocaustos
ni en sacrificios por el pecado:
entonces yo exclamé:
¡Ya estoy aquí, oh Dios,
para cumplir tu voluntad!".
Comenzó su carrera con este gesto magnífico,
que será definitivo.
Desde ese momento
permaneció siempre
en estado de víctima;
anonadado ante Dios,
sin actuar nunca por sí mismo
sino por el Espíritu de Dios,
entregado permanentemente
a los mandatos de Dios
para sufrir y hacer lo que El dispusiera:
"Se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y muerte de cruz".
Así nos ha amado Dios.
Así Jesucristo, Señor y Creador nuestro,
se ha convertido
en incentivo inefable para el corazón,
en modelo perfecto
y en auxilio soberano:
los hombres, en cambio,
¡están como témpanos ante Dios!
y hasta entre los sacerdotes
¡hay tan pocos que digan,
a ejemplo del divino Maestro:
"Aquí estamos... Sí, Padre ... !"
Ante ese espectáculo prodigioso,
los sacerdotes de Betharram
se han sentido arrastrados
a consagrarse por entero
mediante los votos,
a la imitación de Jesús,
anonadado y obediente,
y a la tarea de lograr para los demás
una dicha semejante,
bajo la protección de María,
la bien dispuesta para todo lo que Dios quería
y la siempre sumisa a todo lo que Dios hacía.
(San Miguel Garicoits, 1838)
2 - ORACION DEL AQUI
ESTOY
Aquí estamos, María
recíbenos y preséntanos
a tu divino Hijo.
Dios te salve, María...
Aquí estamos, Jesús
recíbenos de manos de tu Santa Madre
y preséntanos a tu Padre.
Alma de Cristo, santifícame...
Aquí estamos, Padre eterno,
recíbenos de manos de tu amadísimo Hijo.
Nos abandonamos a tu Amor.
Si, Dios mío, aquí estamos sin condiciones,
ahora y siempre,
bajo la guía de tu Espíritu Santo
y de nuestros superiores,
bajo la protección de Jesús y María,
de nuestros ángeles custodios
y santos patronos.
Padre Nuestro...
(Oración de San Miguel)
3 - ORACION DE LA
DISPONIBILIDAD
¡Cuánto me has amado,
Dios mío!
¡Cuánto has hecho para que yo te ame,
Dios mío!
¡Cuánto has deseado
y sigues deseando que yo te ame!
Aquí estoy, Dios mío, aquí estoy.
Mi corazón está dispuesto.
No me niego a nada
que pueda probarte mi amor.
¿Qué quieres que haga?
¡AQUI ESTOY!
(Oración de San Miguel)
4 - ORACION POR LA
CONGREGACION
Dios mío,
no mires mis pecados,
sino la Congregación
que concibió y formó
tu Sagrado Corazón.
Dígnate concederle tu Paz.
Esa única Paz que,
según tu voluntad,
pueda pacificarla
y unir estrechamente
a todos los que la componen
entre sí,
con sus superiores
y con tu divino corazón,
para que sean Uno.
Como Tú eres Uno
con tu Padre y el Espíritu Santo.
Amén, Fiat, Hágase.
(Oración de San Miguel)