V. ORACIONES A NUESTRA SEÑORA
18 - ACUERDATE
Acuérdate, piadosísima Virgen María,
que jamás se oyó decir
que haya sido abandonado por tí,
ninguno de cuantos han acudido
a tu amparo, implorado tu protección
y reclamado tu auxilio.
Animado con esta confianza,
acudo también a tí, Madre,
Virgen de vírgenes;
y gimiendo bajo el peso de mis pecados,
me atrevo a comparecer
ante tu soberana presencia.
No deseches mis súplicas,
Madre del Verbo divino,
antes bien escúchalas
y acógelas benignamente. Amén.
(Oración de San Bernardo)
19 - ADVOCACIONES A LA SANTISIMA VIRGEN
Madre sin mancha;
Madre de los dolores;
Madre de los pecadores;
Nuestra estrella;
Nuestro guía;
Nuestro puerto;
Esperanza de los desesperados;
Refugio de los náufragos;
Estrella en las noches borrascosas;
Camino ancho en el camino estrecho;
Dulzura de la cruz;
Bálsamo para las heridas;
Sonrisa para el agonizante;
Corazón de la adorable Trinidad;
Nuestro todo en todo;
Después de Jesús,
nuestro amor y nuestro todo.
(del V. P. Augusto Etchecopar)
20 - BAJO TU PROTECCION
Bajo tu protección nos acogemos,
santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas
que te dirigimos en nuestras necesidades;
antes bien, líbranos siempre de todo peligro,
oh Virgen gloriosa y bendita.
21 - BENDITA SEA TU PUREZA
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A tí, celestial princesa,
Virgen sagrada, María,
yo te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.
22 - EL ANGELUS
V. El ángel del Señor anunció
a María.
R. Y concibió del Espíritu
Santo.
Dios te salve María...
V. Aquí está la esclava del
Señor.
R. Hágase en mí según tu
Palabra.
Dios te salve María...
V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Dios te salve María...
V. Ruega por nosotros Santa
Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de
alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos.
Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros,
que hemos conocido por el anuncio del ángel
la encarnación de tu Hijo,
para que lleguemos por su pasión y su cruz
a la gloria de la resurrección.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
23 - LA SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve.
A ti te llamamos los desterrados hijos de Eva;
a ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, ahogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y, después de este destierro,
muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima, oh piadosa,
oh dulce Virgen María!
24 - ¡OH SEÑORA MIA!
¡Oh Señora mía, oh Madre mía!
Yo me ofrezco enteramente a tí;
y en prueba de mi filial afecto
te consagro en este día
mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón;
en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo,
oh Madre de bondad,
guárdame y defiéndeme
como cosa y posesión tuya. Amén.
25 - REINA DEL CIELO
(para el Tiempo de Pascua)
V. Reina del cielo, alégrate, aleluya.
R. Porque el Señor a quien has merecido llevar, aleluya.
V. Ha resucitado, según su palabra, aleluya.
R. Ruega al Señor por nosotros, aleluya.
V. Alégrate y regocíjate, Virgen María, aleluya.
R. Porque el Señor
ha resucitado verdaderamente, aleluya.
Oremos:
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo,
nuestro Señor Jesucristo,
has llenado el mundo de alegría,
concédenos, por intercesión de su Madre,
la Virgen María,
negar a alcanzar los gozos eternos.
Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
26 - MI ALMA CANTA LA GRANDEZA DEL SEÑOR
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán
todas las generaciones,
porque el Poderoso
ha hecho obras grandes para mí:
su nombre es santo
y su misericordia llega a los fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
como lo habían prometido nuestros padres
en favor de Abraham
y su descendencia por siempre
Gloria al Padre...
27 - SANTO ROSARIO DE LA VIRGEN MARIA
Es el mejor obsequio que podemos tributar a nuestra Madre del
cielo, ya que ella misma en múltiples ocasiones, como Lourdes y
Fátima, ha manifestado su predilección por esta práctica y
enseñado a rezarlo devotamente.
Es una piadosa conversación con muestra Madre celestial,
para decirle que la amamos. Mientras que rezamos los
padrenuestros y las avemarías, meditamos en un «hecho» de la
vida de Jesús y de María, que llamamos «misterio». Así
recordamos toda la historia de nuestra Redención, por que «el
Rosario es el compendio de todo el Evangelio» (Pablo VI).
Los buenos cristianos, todos los días rezan el santo
Rosario, porque el Rosario «promueve la vida cristiana y el
compromiso apostólico» (Pablo VI). Y lo hacen preferentemente
en familia, porque «la familia que reza unida, permanece
unida».
28 - MISTERIOS DE GOZO
(Lunes y Jueves)
1º - La encarnación del Hijo de Dios en el seno
purísimo de María. (Lucas 1, 26-38)
Considera el gozo del Corazón de María: por el anuncio de
la próxima venida del Mesías..., por haber sido Ella elegida
para ser su Madre..., por cooperar con su libre consentimiento a
la redención de los hombres.
Pedimos un corazón como el de la Virgen, siempre atento para
escuchar la Palabra de Dios.
2º La visitación de Nuestra Señora a su prima Santa
Isabel. (Lc. 1, 39-56)
Considera el gozo del Corazón de María: al ser portadora de
Jesús a la casa de su prima..., al ver las maravillas de gracia
ol:>radas en ésta y el niño Juan..., al cantar el himno
«Magníficat». Pedimos la caridad y el amor del prójimo.
3º El nacimiento del Hijo de Dios en la cueva de Belén.
(Lc. 2,1-20)
Considera el gozo del Corazón de María: al con templar por
primera vez al Niño Jesús recién nacido .... al verlo adorado
por los pastores y los Reyes..., al sentir y ver el amor infinito
de Dios a los hombres.
Pedimos valor para sobrellevar las privaciones.
4º La purificación de Nuestra Señora y presentación de
Jesús en el Templo. (Lc. 2,22-40)
Considera el gozo del Corazón de María: al ofrecer su Hijo
a Dios en el templo, como ofrenda de valor infinito..., por poder
unir el propio sacrificio al de su Hijo, al oír las alabanzas a
Jesús del anciano Simeón y de Ana.
Pedimos la obediencia a la santa ley de Dios, el cumplimiento
de los preceptos de la Iglesia.
5º El niño Jesús perdido y hallado en el Templo. (Lc.
2,42-52)
Considera el gozo del corazón de María: al hallar a Jesús
después de tres días de buscarle angustiosamente..., al ver la
admiración y el estupor de los doctores del mundo ante la
sabiduría del Niño..., al volver a Nazaret y tenerle consigo,
obediente a su palabra.
Pedimos la gracia de no perder a Jesús por el pecado, de
buscarle inmediatamente si tuviésemos la desgracia de perderlo.
29 - MISTERIOS DE DOLOR
(Martes y Viernes)
1º La oración y agonía de Jesús en el Huerto. (Mateo
26,36-44)
Considera el dolor del Corazón de María: al despedirse de
su Hijo que va a la muerte..., al pensar en los tormentos que le
aguardan para expiar los pecados del mundo..., al presentir la
inutilidad de la Pasión para muchos, por su resistencia a la
gracia.
Pedimos la perseverancia en la oración para que no caigamos
en la tentación de abandonara Dios en los momentos difíciles.
2º La flagelación de Nuestro Señor Jesucristo atado a
la columna. (Juan 19, l)
Considera el dolor del Corazón de María: que sufre en su
alma los azotes que su Hijo recibe en el cuerpo...,y atiende al
número ... a la crueldad... a la duración de los mismos.
Pedimos amor a la mortificación cristiana, odio a los
pecados de inmodestia.
3º La coronación de espinas de Nuestro Señor
Jesucristo. (Mateo 27,27-30)
Considera el dolor del Corazón de María, que siente en su
espíritu el horror del tormento que aflige a su Hijo... y las
blasfemias con que se le injuria... la humillación de las burlas
con que se mofan de El.
Pedimos saber respetar siempre la dignidad de nuestros
hermanos.
4º El Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario.
(Lucas 23, 26-32)
Considera el dolor del Corazón de María: al encontrar a su
Hijo en la calle de la amargura ... afeado el rostro..., cayendo
bajo el peso de la cruz, un mellado por los verdugos.
Pedimos la fortaleza para seguir a Jesucristo y para llevar
la cruz en el cumplimiento del deber y de la vida cristiana.
5º La crucifixión n y muerte de N. S. J. (Juan 19,
25-34)
Considera el dolor del Corazón de María: al ver cómo
clavan a su Hijo moribundo..., al recibirle después en sus
brazos..., en las horas de soledad.
Pedimos que siempre seamos agradecidos con Jesús por
hablarnos entregado a su Madre como Madre nuestra.
30 - MISTERIOS DE GLORIA
(Miércoles, sábados y domingos)
1º La triunfante resurrección de N. S. J. (Mateo 28,1-7)
Considera la alegría delCoraz6DIe María: al ver a su Hijo
resucitado y glorioso., vencedor de la muerte y de sus
enemigos..., coronado de gloria y de honor.
Pedimos a Dios nos ayude a llevar una vida nueva, llena de fe
y de alegría.
2º - La ascensión de N. S. J. (Marcos 16,14-20)
Considera la alegría del Corazón de María: al ver subir
glorioso a su Hijo a 1os cielos... al verle
sentado a la diestra de Dios Padre..., Rey y Señor de todo
lo creado.
Pedimos viva fe y esperanza en la gloria del cielo.
3º La venida del Espíritu Santo sobre María Santísima
y los Apóstoles. (Hechos 2,1-4)
Considera la alegría del Corazón de María: al recibir los
dones del Espíritu Santo..., al contemplar las maravillas que
estos dones producen en los Apóstoles, transformándolos y
llenándolos de virtud y sabiduría..., al ver la muchedumbre de
judíos que se convierten.
Pedimos los dones del Espíritu Santo y la docilidad a sus
inspiraciones.
4º - La asunción de la Santísima Virgen a los cielos.
(Jn. 14,2-3)
Considera la gloria del Corazón de María: en la muerte
suavísima, como efecto de un ardentísimo acto de amor..., en la
milagrosa incorrupción de su cuerpo virginal..., en la triunfal
asunción entre los himnos de los coros de los Angeles. Pedimos
una santa muerte y la gloria de una resurrección bienaventurada.
5º La coronación de María Santísima como Reina y
Señora de todo lo creado. (Apocalipsis 12, l)
Considera la gloria del Corazón de María: al ser exaltada
en trono de gloria a la diestra de su divino Hijo..., al ser
coronada como reina de todo lo creado..., al ser constituida
abogada y medianera de todos los hombres.
Pedimos que, como la Virgen María, hagamos siempre lo que
agrada a Dios y podamos participar en su glorias.