En 1920 se trasladó a la clínica del Dr. Toulouse, que le hizo secretario de su revista Demain, donde empezaría a publicar sus primeros poemas.

De la mano de Max Jacob entraría en contacto con el grupo surrealista hasta llegar a dirigir la La Révolution Surréaliste entre 1924-1925, siendo autor de la polémica declaración del 27 de enero de 1925 que puso patas arriba la sociedad capitalista mientras exaltaba la liberación total del espíritu.

En los primeros años veinte aparecen poemarios claves como El Pesa-nervios y El ombligo de los límites y también representa sus primeros papeles teatrales y cinematográficos; de este modo fue contratado por el Atelier de Charles Dullin donde conocería a la única mujer que verdaderamente amaría Génica Athanasiou, cuya correspondencia es una de las mejores muestras literarias junto con las carta a Jacques Rivière, director de la Nouvelle Revue Française. Entre sus películas destacan Sucesos (1924) de Autant-Lara, con el papel de Marat en Napoleón de Abel Glance, el monje confesor en La pasión de Juana de Arco de Carl Dreyer o el maestro cantor Hornis en Mater Dolorosa (1932).

Artaud arremeterá siempre contra la falsa moral burguesa occidental, buen ejemplo son las cartas contra el Papa, los Rectores de las Universidades Europeas o al Sr. Legislador de la Ley de Estupefacientes, mientras en Heliogábalo o el anarquista coronado expondrá la necesidad de destruir un mundo fundado en la hipocresía para reconstruir otra nueva persona libre y esencialmente espiritual.

En los años treinta empiezan a parecer sus primeros artículos sobre el teatro de la crueldad que luego recogería en El teatro y su doble , una verdadera estética que ve el acto dramático como azote vengador y epidemia redentora que libera las fuerzas primigenias humanas de las cadenas de la razón civilizadora. Estas ideas la intentó llevar a la práctica en adaptaciones y obras propias como La conquista de México o Los Cenci (1935).

Sin embargo, su proyecto de teatro Alfred Jarry fue incomprendido y en 1936, preocupado por la dimensión metafísica y mágica del ser humano, viaja a México donde entra en contacto con los ritos de los indios tarahumaras, que le inician en la experiencia de los alucinógenos. De vuelta a Paris, sufre una crisis y se le revela una nueva concepción y proyecto de vida: la búsqueda de la materialidad del espíritu y de la plenitud del ser, Artaud se cree así un nuevo profeta y lucha más que nunca contra esas fuerzas capitalistas que encadenan la libertad. En un viaje a Irlanda, imagina ser el enviado de Cristo que intentará acabar con la cultura corrupta y,tras unos incidentes con la policía, es detenido y expatriadoa Francia. Nada mas desembarcar se le pone la camisa de fuerza y empieza su peregrinaje por infernales manicomios: De Havre, Sotteville-les-Roven, Saint Anne, Ville-Évrad y, finalmente, Rodez.

En 1946 por mediación de Paul Eluard y Denos pudo trasladarse a Paris, donde logra ordenar parte de sus escritos entre los que destacarán Artaud el Momo, Para terminar con el juicio de Dios y, sobre todo, Van Gogh el suicidado por la sociedad , donde analiza la alienación brutal de este mundo.

El deterioro vital por la miseria sufrida durante esos años y la exposición constante a sesiones de electrochoques, mimbarón terriblemente su salud, siendo tambièn ésto último el origen de un cáncer que le llevó a la muerte el 4 de marzo de 1948. Toda su vida fue una provocación y una constante búsqueda de la libertad imaginativa, Artaud había dicho:

“Donde los otros ponen obras yo no pretendo más que mostrar mi espíritu.
La vida es quemar preguntas”.

by P@ko Ruiz