BREVE REPASO HISTÓRICO DE LA DESIGUALDAD SOCIAL EN EL ARCHIPIÉLAGO.
Desde la brutal Conquista, en Canarias las realidades políticas, sociales y económicas, se han articulado alrededor de una sociedad amplia y persistentemente dependiente del exterior.Al amparo de esta típica situación colonial de dependencia, surge desde el primer momento un poderoso bloque oligárquico de poder.Este pequeño grupo oligárquico local, formado por la burguesía agromercantil y la nobleza aristocrática, no se plantea en ningún momento imitar la acción de la burguesía criollista americana, así detráse del españolismo y concepción europeíesta a ultranza de nuestras clases dominantes, lo que se ha escondido a lo largo de la historia, ha sido un claro interés por conservar el poder político social y económico, incluso algunos de sus exponentes más destacados, puede leerse aquí León y Castillo, se han encargado a lo largo de la Historia, de dividir y enfrentar a las capas populares del pueblo canario, para entretener a este con improductivos pleitos insulares y desviar la atención de este de los verdaderos problemas que les afectan. Sacando así estas oligarquías grandes beneficios, los cuales no redundaban en las clases populares de sus respectivas islas, sino en ellos mismos.
Pero esta burguesía se ha hallado a lo largo de la historia, sumisa y entregada al poder del capital extranjero, ya que si bien la burguesía agroexportadora y la nobleza terrateniente tenían el dominio de la producción, eran los trust y comerciantes extranjeros los responsables en última instancia de la distribución, lo cual redundaba negativamente en las capas populares, al ser expoliados doblemente en el reparto del excedente.
Bien es cierto, que el pueblo canario, o al menos un pequeño porcentaje de este, no ha permanecido impasible, así nos hallamos con figuras como Franchy Roca, Secundino Delgado, Guillermo Ascanio y José Miguel Pérez entre otros, así como un amplio número de publicaciones y pasquines, bien anarquistas, socialistas, comunistas, e incluso independentistas, que, desde el último cuarto del Siglo XIX, pero sobre todo durante la Segunda República, abogan por un despertar del pueblo canario, y una lucha contra el caciquismo imperante. Valga aquí como ejemplo el manifiesto fundacional del Partido Nacionalista de Canarias fechado en la Habana en 1924, el cual además de declarar como finalidad esencial la independencia del archipiélago, declara que:
El Caciquismo regulador de la política en Canarias, y baldón que nos coloca por debajo de Turquía, en la estadísstica de la cultura, hace de estos dos elementos, los únicos frutos de esta soberanía española sobre las islas, y los únicos puntales sobre los que descansa ésta.
Pero este movimiento popular se encuentra en Canarias con diversos condicionantes para poder prosperar. Algunos de estos condicionantes son:
El carácter mayoritariamente urbano de sus apoyos sociales, frente a la hegemonía oligárquica absoluta en el resto de las islas menores y en las zonas rurales de las islas capitalinas, lo cual incluye a la mayor parte de la poblaciónn del archipiélago.
El caciquismo, sólilidamente implantado y estructurado, perseguía y dificultaba la articulación de organizaciones obreras, sobre todo entre el último tercio del siglo XIX, y las primeras décadas del s. XX.
La polémica confrontación capitalidad - división, la cual centra la escena política canaria.
El elevado analfabetismo{ Véase documento fundacional del PNC. La Habana 1924.} La ausencia de escuelas, y el necesario trabajo de los niños en la agricultura de exportación, hacen que los niveles de analfabetismo en Canarias, sean de los más elevados de Europa hasta la II República en que empiezan a descender. Así, mientras las grandes elites tienden a integrarse en la cultura europea, yendo reducidos grupos de hijos de oligarcas a estudiar al continente, en 1860 el grado de analfabetismo alcanza a máss de un 89% de los canarios.
Pero el principal problema para el movimiento obrero, ha sido la emigración constante y recurrente de las clases populares canarias ante las constantes épocas de crisis vividas por el archipiélago, al depender la economía canaria directamente de los avatares de la economía internacional, lo cual evidentemente, en quien más repercute es en las clases populares. Pero esta emigración, también es debida al mutismo tradicional y desconfiado del canario, que muchas veces opta por huir y buscar fortuna en el exterior antes de ser explotados, o de plantarle cara a la clase dominante, a lo cual se une además el respeto que el campesinado suele tener a los oligarcas, debido a las actitudes paternalistas que estos practican con ellos.
Por todo ello, vemos como el complejo de inferioridad del canario, debido a una carencia de perspectiva que le ayude a superar la pobreza y marginación, la explotación, el caciquismo y la corrupción, le hacen caer en una indiscutible frustración y marginación, reflejada en la reacción xenófoba ante el godo, al extranjero y el hindú. Siendo por todo lo reseñadado, escasas las reacciones de las capas populares, y duramente reprimidas éstas por los caciques y el poder central.
Para finalizar con esta pequeña y sintética introducción a la realidad de la desigualdad social en Canarias, baste decir, que si bien se genera un modelo económico nuevo con el auge y esplendor del turismo y a su vez de la construcción, este modelo genera a su vez un agravamiento de la situación de las clases más desfavorecidas, al generarse una convulsión social sin precedentes al emigrar decenas de miles de canarios desde islas periféricas y zonas rurales, hacia capitales y enclaves turísticos huyendo del paro, la miseria, y la marginación en que se hallaba sumido el campo canario de posguerra. Pero con todo ello, lo que se genera es un nuevo problema, al generarse ahora hacinamientos urbanos en la periferia de las ciudades antiguas del archipiélago, hacinamientos que se realizan en una primera instancia sin equipamiento, ni servicios colectivos, generáNdose de esta forma chabolismo, marginación, pobreza, drogadicción y delincuencia, entre otros males que afectan actualmente a la sociedad canaria en general, aunque sobre todo a la periferia de las grandes ciudades, y de ciertos centros turísticos.