Con la presencia de Irlanda, Estados Unidos, Perú, Paraguay, Argentina y Uruguay, tuvo lugar en Montevideo los días 5, 6 y 7 de marzo, un encuentro entre hermanos asociados, docentes, catequistas, padres y ex alumnos. El mismo se realizó con la idea de profundizar sobre el trabajo que todos los que estamos vinculados de alguna manera a los hermanos cristianos estamos realizando en estos países. Siempre inspirados por el ejemplo que el Beato Edmund Rice ha dejado a todos los que hoy continúan con su labor, tuvimos la oportunidad de intercambiar inquietudes, ideas, proyectos y vivencias (muy duras en algunos casos), sobre la realidad que se está viviendo en la actualidad y sobre la importancia de que los laicos no sólo apoyemos, sino que también tomemos la iniciativa de actuar escuchando el llamado de Cristo desde las circunstancias, que nos ha tocado vivir, ya sea como profesionales, educadores, catequistas o padres de familia. Reflexionamos sobre que todos fuimos agraciados con determinados dones y que no se nos fueron entregados por Dios como propiedad exclusiva sino para que los volcáramos sobre los demás. Se trató particularmente, además de la labor educativa, todo lo referente a la acción social que se viene realizando especialmente con los más necesitados y la imperiosa necesidad de darles a conocer que existe una realidad diferente. Con el firme propósito de intensificar el compromiso de participación con la labor de los Christian Brothers, culminó un encuentro del que todos los participantes nos fuimos muy gratificados, con la convicción de que se puede mejorar como ser humano, por medio del servicio a los demás.
Taller Llamados y Agraciados 1999 Durante los días 5, 6, y 7 de marzo tuve la posibilidad de participar de] taller Llamados y Agraciados organizado por el hermano Kevin Bemard y las asociadas Blanca y Clara del Perú. Me acompañaron desde Buenos Aires, Marité Martín, Miguel Devoto, José Luis Bustamante, Alejandro Coll y el hermano Patrick Bowler. Fue una experiencia fuerte para mí poder compartir esos tres días con personas del Perú, Paraguay y Uruguay que están transmitiendo con tantas ganas el calor del carisma del Beato Edmundo. También fue realmente enriquecedor analizar en grupos la función del laico en la Iglesia actual. Pero descubrir los dones que el Espíritu repartió en cada uno de nosotros fue para mí el momento más profundo. En esos instantes comprendí con palpable claridad que realmente fuimos Llamados y Agraciados y que tenemos una misión que realizar, la cual se ve ejemplificada plenamente en la vida del Beato Edmundo. Sentí también una gran unión entre todos los que participamos, tuve la sensación de que formábamos una familia, de que éramos y somos un grupo empujando para el mismo lado, cada uno en su ámbito, en su vida. El taller terminó con una ceremonia de Envío a Misión. Entonces recordé una frase escrita en una tarjeta que me había sido entregada el día anterior: LIBREMENTE RECIBIERON, DENLO LIBREMENTE. Creo que de eso se trata! (P.D. Muchas gracias a todos los que nos recibieron y atendieron en Uruguay y especialmente a Kevin, Blanca y Clara por su esmero en la organización del taller.) |