Luis M. Fuentes
[artículos] [e-mail] [enlaces]
PSOE o "La jungla de cristal".
El PSOE de Sanlúcar nos está sorprendiendo y distrayendo mucho con su campaña, una campaña, por otro lado, muy americana y festiva, opulenta y tecnológica como la guerra de Kosovo. El PSOE, a pesar de que ha conseguido mantener a Sanlúcar en el culo de la provincia de Cádiz (o sea, el culo de todo el continente), a pesar de que sigue haciéndonos reír con los efluvios de catetez de algunos de sus dirigentes (recordemos a cierto edil especialmente festivo, que todo el mundo sabe que sigue ahí sólo por la ‘ayudita’ que le prestó al señor Cuevas cuando aquel ‘golpe de estado’ contra el anterior alcalde), pese a todo esto, sigue esgrimiendo la rosa del progreso en la mano, que mira que hace tiempo que se les chuchurrió, y sigue con los discursos llenos de autocomplacencia y fetichismo descamisado, ese ritornello de postransición y camaradería algo jipiosa que tenían las arengas felipistas de los ochenta.
El PSOE vuelve a querer asustarnos con el coco de la derechona y reclama una izquierda que dejaron hace tiempo y que sólo sacan de la naftalina de la amnesia en las campañas, junto con la camisa de cuadros y la chaqueta de pana, para salir muy de proletario y del pueblo, que es como se convence a los jubilados y a los del subsidio agrario. No se dan cuenta, claro, de que la política municipal no es una política de ideologías ni de metafísicas, que la política municipal es pura gestión empresarial, y que eso precisamente es lo que no han sabido hacer ellos, endeudándose como adictos al bingo y deteniendo al pueblo en una indigencia africana de infraestructuras y servicios misérrimos. Ante tal fracaso, el discurso que escuchamos la semana pasada en la Merced, demagógico, vacío, facilón, lleno de retruécanos y vaguedades del estilo "progreso", "futuro" o "esperanza", sólo se lo pueden creer los idiotas y los analfabetos. ¿Contará el PSOE con esto? Si es así, cuando dicen que van a ganar están insultando la inteligencia de todos los sanluqueños.
Ante la evidencia, el PSOE sólo puede intentar aturdirnos con un dormitivo de monerías audiovisuales y virguerías de mercadotecnia. Un pastón se está dejando el PSOE en propaganda, no veas que solvencia, los dineros que le deben sobrar. El PSOE debe gestionar muy bien sus fondos y sus ingresos, lástima que no haga lo mismo con los de la ciudad. Algún que otro millón se han gastado en esos carteles como edredones que han colgado en todo el pueblo, ondeando al viento como bragas de vecindona, carteles de un material casi galáctico por lo visto, resistente hasta al hastío, que muestran un careto agigantado y de una multiplicidad opresiva y agobiante, una aparición ubicua y ultraterrena, como el Gran Hermano de "1984", de Orwell. Desde donde doy clase veo uno, y parece que me mira con ojillos todopoderosos y amenazantes mientras explico y me dice: "cuidado con lo que escribes, Fuentes". Uf, qué escalofrío.
Otro tacazo de duros se han dejado también en otra de las estrellas de la campaña, el vídeo promocional, un vídeo hollywoodiense y peliculero para el que han contratado a la voz en español de Bruce Willis, que cuenta en off, sin risilla socarrona est vez, las bendiciones de este PSOE despampanante y modernísimo. Ya le llaman al vídeo "La jungla de cristal", por lo de Bruce Willis y por tanta cosa urbanística que sale. Es un vídeo en el que se ve a los del PSOE diciendo "me gusta mi trabajo", "no me gusta que me quiten la poltrona", "¿a qué huelen las nubes?" y cosas más o menos de ese estilo, muy de anuncio de hora de comer, de compresa o emisora de radio o así. El caso es que, con la imagen de los miembros de este PSOE local, al final lo que resulta es una especie de espagueti western pero en política local.
Este vídeo es casi una metáfora del PSOE. Todo imagen, todo marketing, todo palabrería, todo parafernalia de colorines, todo careto en plano y contraplano. Lo demás, nada. Lo mismo de siempre, la misma ineptitud, la misma insolvencia, la misma nulidad. Y todavía quieren otro capítulo más de la película. Que no, hombre, que esto no es "La guerra de las galaxias".