CHARLAS DE LA BAHÍA |
Conferencia: El
ciclo de conferencias 'Charlas de la Bahía', organizado por EL MUNDO
y el grupo hostelero Jale con el patrocinio de la Fundación de Ayuda
al Desarrollo Social de Hispanoamérica, se celebra en la Hacienda Las
Beatillas, en El Puerto de Santa María (Cádiz) 3/11/02 Ante
la perversión del periodismo Es obvio que el periodismo es bastante más que los periodistas. El periodista empieza con la sorpresa de que lo que ha pensado delante de la libreta o del ordenata salga fuera, y así el primer artículo es como si uno se paseara en calzoncillos por los cafés del barrio. Antes de que venga el periodismo como profesión, viene pues como romanticismo, como travesura o como pudor. Luego, cuando se descubre que hay gerentes, políticos, guardas, lacayos, teólogos, contadores y dueños, es cuando llega la profesión como un desvirgamiento. El periodismo, que al principio parece que es abrirse uno el pecho en público, morir por excelsas o mediocres verdades, luchar por una idea como por un adjetivo, luego se ve que está anudado a toda la maquinaria vulgar del mundo, que a veces las palabras cuentan como céntimos, que el Poder lo que quiere es tomarlo como escaparate o carricoche y que el accionista lo que quiere es que salga una teta para vender más. Pero no es ésta la peor contaminación del periodismo. La peor, y es lo que venía a contarnos César Alonso de los Ríos a Las Beatillas, es la que puede acabar con todo nuestro sistema de libertades como si asesinara a un becario. Más allá de las ambiciones que pueda tener cualquier negocio (y el periodismo es un negocio aunque a algunos nos pese), más allá de la lucha legítima por vender más o conseguir más publicidad de yogures, afirmaba César Alonso que se ha llegado a un grado de perversión insuperable en el que cierto periodismo aspira al control total del Estado, al monopolio cultural, político y hasta moral, a ser la gran mano gordezuela que mueve todas las cortinas y bendice a todos los nacidos y a todos los muertos. Es cuando el Cuarto Poder se convierte en el Primer Poder. “Hablar de ciudadano Kane es piadoso”, decía César Alonso refiriéndose sin citarlo a Polanco, cuyo espectro flotaba persistentemente por la sala, justo en el día de Todos los Santos, como una calabaza de Halloween. Toda España puede estar pronto conectada al mismo enchufe como a un gotero, si se produce la fusión de las plataformas digitales. Esto, nos daría, entremezclado con la rodilla de Ronaldo, todo el mundo en un fluido y un ojo únicos atontándonos de homogeneidad. Ante este gran poder monopólico, inmediato y global, el pensamiento crítico quedaría como un graffiti y la libertad de prensa sería sólo un rezo. Insistía César Alonso, grave y apocalíptico, en que este modelo glotón que simboliza Prisa ha sobrepasado la influencia tradicional de la política en los medios, llegando a darle la vuelta, de manera que es el medio el que llega a controlar la política, en este caso al PSOE, convirtiéndolo en una sucursal o en una panadería, cosa que a uno le parece que es cierto. Imposible negarlo después de ese artículo de Javier Pradera en el que reclamaba la exclusividad de Zapatero como de un peluche y acusaba a EL MUNDO de gangsteril por querer acercárselo o acercarse. El tiempo y la respuesta de la sociedad civil nos dirán si tiene razón César Alonso de los Ríos cuando nos sitúa a las puertas de un nuevo totalitarismo, diferente a todos los modelos conocidos, cerca de ver al país como un Xanadú inmenso y lleno de estatuas descabezadas. De momento, ante esto tan feo y grosero, uno, que es un ingenuo, sólo recuerda que era mucho más feliz cuando pensaba que una columna podía servir, si acaso, para enamorar a aquella morena que se le resistía como una cíngara. “Estamos a las puertas de un nuevo totalitarismo" El gran peligro que supone para la Democracia y las
libertades la concentración y los monopolios mediáticos centró la
conferencia del periodista César Alonso de los Ríos, columnista de
ABC, dentro de las Charlas de la Bahía que organiza EL MUNDO y el
grupo hostelero Jale en la hacienda Las Beatillas, con la coordinación
del periodista y escritor José Antonio Gómez Marín. “Los
multimedia electrónicos suponen un cambio de naturaleza de los
medios: ya no son un apéndice de otros poderes económicos, son ya el
poder económico ellos mismos; no son un negocio al socaire de la política,
es la política la que va a tener que vivir al socaire de las nuevas
plataformas”, aseguraba César Alonso de los Ríos, añadiendo que
“no es que sea el Cuarto Poder, sino que va a ser el Primero” y
que “va a fagocitar a los partidos mismos”. Para César Alonso de
los Ríos, “la posición de subordinación de los periodistas ante
estos monstruos, ante un complejo multimedia estructurado en torno a
una plataforma digital, va a terminar siendo la misma que experimentó
un periodista ante un régimen totalitario”. No dudó aquí en señalar
que “hablar de Ciudadano Kane como metáfora a este respecto
es piadoso”. “Estamos ante el objetivo de la manipulación total
de la realidad –dijo-, de todas las realidades ideológicas, políticas,
morales, culturales”. César Alonso de los Ríos citó como “grupo más
acabado en este sentido” al grupo Prisa, “no sólo en cuanto a la
extensión de sus actividades, sino en cuanto a la coherencia y la
adhesión internas”. De Prisa afirmó el columnista de ABC que
“tiende a confundir sus intereses con los de toda la sociedad, en su
parte más aparentemente progresista, hasta el extremo de considerar
que lo que es bueno para la compañía, lo es para el país, pero no
el entendimiento económico clásico, sino en su totalidad”. “En
esta concepción comprehensiva de la realidad, es decir, totalitaria
–describía-- , no podía quedar fuera la política, pero las
relaciones con el partido ‘elegido’ no se dan en el sentido
tradicional de mantener una influencia sobre él o aceptar una
reciprocidad a partir de la autonomía de cada cual, sino que la opción
política, el PSOE en este caso, queda absorbida por el sistema
comunicacional, que se define a través de él”. Así pues,
según César Alonso de los Ríos, “el sistema es el
intelectual orgánico [del partido político] y los consumidores de
sus productos son los electores, concibiendo el mantenimiento en el
Poder a partir de esos intereses comunes”. “El PSOE –señaló—proporciona
los argumentos históricos y las justificaciones morales de tal manera
que no puede haber salvación posible fuera de ese concierto, ni modo
alguno de realización personal y colectiva si no es a través de
asunción de sus propuestas culturales, políticas y de ocio”. “Gravísimo”
le pareció a César Alonso de los Ríos “los esfuerzos del grupo
[Prisa] en los últimos días por integrar de forma exclusiva y
excluyente al PSOE”. “Zapatero, según los comisarios del grupo,
no puede ser compartido por ningún otro grupo mediático”, dijo,
asegurando a continuación que “está detrás la corrupción del
sistema democrático” y que “estamos ante el peligro de la
disolución de un partido en un inmenso entramado empresarial, ante la
dimisión de su autonomía, de su propia capacidad para la producción
ideológica y de sus formas de expresión”. “¿Cómo no estar
contra este tipo de periodismo y de periodista, partidarios de tal
confusión y tal vaciamiento de sistema partidario?”, se preguntaba.
“La luchas mediáticas ya no tienen que ver con las pugnas
tradicionales por conseguir mayores cotas de mercado, estamos ante la
conquista del sistema democrático, es decir, de su negación: si esto
no se corrige, estamos a las puertas de un nuevo totalitarismo”,
concluyó. |