Somos Zapping
Luis Miguel Fuentes

26 de febrero de 2006

Medallas. La duquesa de Alba, aristocracia del geranio, casta de lebreros de reyes, hija de la España del Minotauro, la que se casa en catedrales decoradas con capotes; Cayetana, que ya nació en las pinacotecas, que habla con los monarcas en los establos, que aguanta la peineta mítica como la última coracera de algo de Velázquez. Con fondo de guitarritas, Canal Sur le dedica una hagiografía en la que parece una Medici, pero los Alba ya no tienen pintores, sino toreros; y no llegaron del pueblo y del comercio, sino de la cetrería y de un arzobispo hecho Señor de Alba de Tormes, para ser la higuera vieja que viera pasar todos los oros y hundimientos de España. Canal Sur le dedica alabanzas porque a Cayetana, rentista de la mitad de las montañas, la primera terrateniente, la que ha visto hambrear a más braceros, la van a hacer hija predilecta de Andalucía unos socialistas que ya no son los de la reforma agraria, sino los de la reverencia y el beso al anillo. 18 ó 20 veces grande de España, según dicen unos u otros, no es la acaparadora de subvenciones ni la que dejó las fincas antes a los grajos que a los hombres, sino una señora alfombrada de grana de la que destacan su “apoyo a las causas benéficas” y su “llaneza y alejamiento de la pompa”. En el reparto de estas Medallas de Andalucía, con su cupo de flamenquitos, bibliotecarios y “adictos” al régimen, la duquesa de voz gangosa será la peluca altísima que compita con la de otro de estos galardonados ilustres, David Bisbal, que quizá aquí ven como nuestro Fernando Alonso, aunque se parezca más a Penélope Glamour. Los socialistas también están haciendo su galería o colección de chapas con folclóricas, pensadores, carreristas, pinchadiscos y hasta con estas grandes aristocracias de estar sentadas. Son como esos gañanes que gustan de convidar al señorito.

Verdeando. Los ecologistas llevaron ladrillos a la puerta de Chaves y de pronto todo en Canal Sur era “desarrollo sostenible” como un vals de los flamencos con constructores y golfistas. El mazacote horrible, la pirámide de nichos, el silo nuclear de El Algarrobico, llevando a las noticias primero una protesta de saltimbanquis y luego todo un auto de un juez escrito con machota, daba una fea impresión, como si en las costas andaluzas pudiera cagarse cualquiera. Pero las noticias de Canal Sur enseguida sacaban un acuerdo con una empresa que desarrolla “materiales de construcción respetuosos con el medio ambiente”, y nada menos que tres consejeros (de Innovación, Medio Ambiente y Obras públicas) aparecían como firmando el Libro de la Selva, un rollo de Colhogar, o un anuncio de yogur bio. También nos pusieron oportunamente a Chaves verdeando en en las Jornadas Internacionales de Desarrollo Sostenible, aprovechando el tirón de los Príncipes de Asturias, que inauguraban la cosa, y que colocaron en el noticiero junto a la Virgen del Rocío un segundo antes que nuestro presidente. Sí, todo muy verde y muy eucalíptico, nada que ver con el mar cementado que están dejando en Andalucía ni con la manera que tiene la Junta de observar ilegales o no según qué obras, complejos, y hotelones, dependiendo de cómo les vengan el viento y los intereses.

La vieja pareja. Ay, esa pareja tan guapa que hacen Altar y Corona, santificándose mutuamente. Y si a esto se une al ensalivamiento que sufre nuestra televisión pública cada vez que puede plegarse a las pasiones de la plebe, pues tenemos esas imágenes en las que se complacía Canal Sur: los Príncipes de Asturias “adorando” a la Virgen del Rocío como si fueran Los del Río (¿Pero Letizia no era agnóstica? Qué cosas nos trae la Democracia consolidada...). Cánticos rocieros, las medallitas que tanto nos gustan y el Hermano Mayor que no falte, con esa cara idéntica que tienen todos y que creo que es la de José María Del Nido. Altar y Corona, qué viejo, y una tele tan progresista sacándolo en titulares. También vi las imágenes en Antena 3, pero hasta Matías Prats no podía evitar cierto tono de humor y distancia, pues estos iconos idiosincrásicos nuestros no resultan fuera sino risibles. Sin embargo, en Canal Sur todo parecía serio como un entierro real. Será para que no desentone con este socialismo carolingio que premia a la Duquesa de Alba.