Somos Zapping
Luis Miguel Fuentes

9 de julio de 2006

La muerte con el futbito. La monumentalidad de la muerte siempre queda muy bien en televisión, como si con ella el medio, tan cotidianamente vulgar, sacara toda su plata para un día de campanadas. Lo vimos con Rocío Jurado, cuyo funeral como el de una papisa todavía dura. Sí, aún le da a Jesús Quintero para sacar una entrevista repetida a Ortega Cano, que hablando en presente de su mujer quedaba escalofriante; aún le da a editores y productores para libros, deuvedés y galas de la copla. La muerte es elegante o aprovechable como su color y dracúlea cuando se enlentece con las cámaras. No se resistió Andalucía Directo a retransmitirnos parte de la misa por los 42 fallecidos, católicos todos, supongo, del terrible accidente del metro de Valencia. Misa de difuntos, con reyes y con tragedia, con el Réquiem de Fauré sonando a arpa de cristal, con toda una marina de obispos formada. Y entonces, interrumpiendo el momento igual que al organista, el trofeo de futbito, la idiotez de la placa de un torneo de futbito llenando el plano, y la cara de Francisco González Cabañas cobrando protagonismo, como si se hubiera puesto por luto una chapa. Benalup estaba hermanada con Torrent por aquello del fútbol sala o la visita de unos coros, y su alcalde, González Cabañas, el factótum del PSOE gaditano, se sacaba su minutito como detrás de las velas de la muerte. Un trofeo de futbito y la mijita de presencia y de propaganda que le permitía el pudor, antes de sentirse, quizá, irremediablemente mezquino.

Flojera y copla. Llega la estación de la flojera televisiva, que se nota cuando vemos en Canal Sur las videoteces de Ismael Beiro, que cada vez se parece más a su marioneta, y esas galas excesivas, coloreadas como fuentes, donde suelen salir todas las tiendas de abanicos y toda la música de las gasolineras del lugar. Esta vez la copla, o su sucedáneo, o su megamix. Sabíamos que era en Puertollano (magno esfuerzo conjunto de la Forta, supongo), pero si no, nos hubiésemos dado cuenta enseguida de que no era paternidad exclusiva de La Nuestra. Y es que no vimos a Gaspar Zarrías en la primera fila. Ni tampoco estaban Juan y Medio con alguna guapota de Arrayán, sino Constantino Romero y Nuria Roca. Y esto significa, por ejemplo, que aunque el guión, que parece que escribe siempre el mismo consorcio, les hacía jugar al flirteo, Constantino Romero al menos no ponía la cara de coger culos que pone Juan y Medio. Festival de la copla española, pues, a decir de los presentadores, con una orquesta que estaba entre la verbena y Gente Joven, con unas flamencas con el micrófono como los árbitros del Mundial y un elenco rarito que repetía algo de los homenajes a Rocío Jurado (Marta Sánchez cantó otra vez su versión deshuesada de Y sin embargo te quiero) y otras sorpresas o bromas como Paco Valladares destrozando Las cinco farolas. La copla, en fin, que decían que había muerto con la Jurado, la están aprovechando como recurso entre el morbo y la abundancia de imitadores, a riesgo que su dignidad se vea comprometida con estos montajes que ponen a actorcillos y espontáneos a cantar y a los bailarines a hacer de jacas. Tiempo de flojera y saldos. Videoteces, galas y hasta los Morancos que volvían a la Primera con un especial decepcionante, lleno de improvisación, prisa y desgana, y que parecía hecho con CineExin. Ay, el verano...

Por fin cultos. En ese tiempo de los informativos de Canal Sur en el que aparece un consejero tras otro presentando algo normalmente verde y encarpetado, sale según su turno Rosa Torres, Consejera de Cultura, pero no para decirnos que va a poner de patitas en la calle a los que se “equivocan” tanto con las facturas en sus empresas públicas, sino para traernos la luz de un avance del Plan estratégico de la cultura en Andalucía. Documento salvador y lucidísimo, que entre sus hallazgos nos descubre la osada táctica de “fomentar la cultura”, cómo no se nos ocurriría eso antes... Claro que no es un documento cualquiera, porque, atiendan a la bobada, “no son las políticas de la Consejería las que aquí se vierten, son las políticas culturales para toda Andalucía”. Sí, falta nos hacía contar con gente con las ideas tan claras. Pronto seremos todos irremediablemente cultos.