LA ÉLITE PORFIRIANA Y LA CONSTRUCCIÓN DE LA MODERNA CIUDAD DE MÉXICO, IMAGEN Y REALIDAD. JORGE H. JIMÉNEZ Ponencia presentada ante LA SOCIEDAD DE HISTORIADORES DE ARQUITECTURA Baltimore, Maryland Abril de 1997 Después de casi un siglo de estancamiento en su desarrollo, en la década de 1880 la ciudad de México experimentó un proceso de crecimiento hasta entonces desconocido. Los suburbios de la pequeña ciudad colonial iniciaron una tendencia de evolución que ha continuado hasta nuestros días. ¿Que circunstancias existieron en esos años que hicieron que la ciudad creciera de esa manera? ¿Que tipo de ideas tuvieron los constructores de la nueva ciudad? Mi ponencia tratará de responder brevemente a estas preguntas, empezando con la tradición urbana e imágenes que los primeros urbanizadores heredaron a un grupo de empresarios y políticos que, en su momento, las trasformaron hasta establecer la concepción urbana de la moderna ciudad de México. MÉXICO INDEPENDIENTE Después de la independencia de México ante España en 1810, las
diferencias ideológicas entre conservadores y liberales llevaron al país hacia una
época caracterizada por revoluciones, intervenciones militares extranjeras y desorden
político. Porfirio Díaz subió al poder diez años después en 1877 y gobernó el país durante una dictadura de treinta años que permitió aplicar en una ideología coherente las ideas de libertad, orden y progreso. Fue durante este periodo cuando la ciudad expandió dramáticamente sus límites en cerca de cuatro veces años la extensión colonial, a través de urbanizaciones denominadas colonias. Este fue el momento perfecto para introducir imágenes de la nueva
sociedad, porque estas tienden a aparecer cuando la creación de un nuevo mundo está al
alcance. La elite porfiriana tenía un mundo ideal propio. ¿Cómo las imágenes antiguas
y nuevas, así como los proyectos e ideales se materializaron en la ciudad de esta nueva
era?. Muchos factores tuvieron que coincidir para crear el escenario correcto. |
COLONIZACIÓN A través de las políticas de colonización los gobiernos buscaron atraer inmigrantes a México así como inversiones para desarrollar económicamente al país. Esta política empezó durante la colonia Española y continuó después de la Independencia, tanto con los conservadores como los liberales. Aunque la inmigración fue escasa esta política condujo en una serie de leyes que ofrecieron a los contratistas e inmigrantes muchos beneficios. Muchos empresarios mexicanos desearon involucrarse en los negocios relacionados con la colonización para aprovechar las excenciones de impuestos, una importación expedita de bienes y materiales de construcción así como reducción de pagos y permisos. Los urbanizadores fueron uno de los grupos que hicieron buen uso de esta situación cuando iniciaron la realización de colonias en la capital. COLONIAS Y FRACCIONAMIENTOS El término colonia es usado ahora para referirse a los desarrollos
urbanos en México y su significado es casi igual al de la palabra inglesa de
colony en el sentido de desarrollo o asentamiento. ¿De dónde procede este
término? De la concepción imaginaria de la colonización que los primeros urbanizadores
utilizaron en el negocio inmobiliario para hacer negocios en mejores condiciones. El término fraccionamiento que significa fraccionar o subdividir surgió como referencia al prroceso en que las colonias se hacían y después sirvió para designar los desarrollos urbanos en México. |
En 1881, Porfirio Díaz creó una compañía para
construir el sistema de drenaje de la ciudad de México: La Compañía Limitada de
Canalización y Desagüe de la Ciudad y Valle de México, S.A. (1). El objeto de esta
compañía fue aprovechar el espíritu de empresa de la época así como el de
detener los problemas de inundación de la ciudad pero con la intención real de
proteger y asegurar el área urbana para futuros desarrollos. Esta empresa no fue la
única en la que participó Díaz sino que también lo hizo en los dos principales bancos
del país que, posteriormente, apoyaron la creación de diferentes colonias. Por la misma época, un amigo cercano de Díaz invitó a un grupo de
empresarios para invertir en el negocio inmobiliario en la ciudad de México. Con este
propósito fue creada en Nueva Jersey y después notarizada en México la compañía
The Mexico City Improvement Company. Esta compañía realizó el diseño
urbano e inició la subdivisión y la venta de lotes en la Colonia La Teja.que en ese
tiempo fue conocida como la Ambas compañias cambiaron la evolución del negocio inmobiliario en México porque, a diferencia de sus predecesores que hicieron su trabajo sólos, estas tomaron las ventajas colaterales que el negocio ofrecía tales como los préstamos y creditos, la integración de socios, la participación en trabajos de introducción de servicios y, sobre todo la última, mostró la estructura de la moderna empresa inmobiliaria. La inmigración masiva nunca se dió; las colonias iniciales fueron ocupadas por mexicanos; los trabajos de la compañía de Díaz fueron entregados a uno de sus amigos; y la primera compañía extranjera quebró. Aún con esto la influencia de estos elementos reales e imaginarios fueron lo suficientemente fuertes para sustentar la construcción de la moderna Ciudad de México y establecer una pauta para su desarrollo posterior. Por cerca de veinte años muchas compañías mexicanas se hicieron siguiendo este camino. Fueron empresar que pudieron construir de dos colonias a cuatro colonias por año. Cerca de 1910, la elite porfiriana formada por un grupo minoritario de políticos. empresarios e intelecutales y el mismo dictador, tomaron el desarrollo de la ciudad en sus manos. Ellos empezaron monopolizando los bancos, las compañias de materiales de construcción y las empresas constructoras. Con la aportación de sus tierras, inversiones y otras empresas fueron capaces de crear la más importante empresa inmobiliaria de su tiempo: La Compañía Bancaria de Fomento y Bienes Raíces de México, S.A. En este consorcio estuvieron involucrados las más importantes empresas y personas del país y no sólo le permitió mostrarse como un grupo consolidado sino que también enfatizó la importancia tanto económica como política que el desarrollo de la ciudad tuvo para ellos. En ningún otro esfuerzo económico o político del país la elilte estuvo tan fuertemente unida y mostró tanto interés. Esta compañía también reveló el ideal del gobierno Porfiriano de integrar a un grupo minoritario y poderoso no sólo para crear la nueva nación sino también la creación de la nueva ciudad. La explicación de este interés puede encontrarse en la ideología que dirigió el régimen Porfiriano. UNA SOCIEDAD IMAGINARIA El partido liberal y Porfirio Díaz trajeron al poder la idea de un gobierno estable con autoridad y energía así como con administración coherente, pero también el arribo de un nuevo tipo de militares, políticos, intelectuales y burócratas como conductores de la sociedad. Este grupo compartió una ideología basada en una mezcla de ideas conservadoras, liberales y positivistas que aunadas al darwinismo social les permitieron justificarse como cabeza del nuevo orden social. Fueron personas que en nombre de la evolución, orden y progreso
poco a poco compartieron el poder con Díaz, tomaron control de las instituciones
gubernamentales para hacer negocios, llegando a confundir sus intereses con los del
Estado. Ellos desarrollaron un darwinismo social basado en un sentido de omnipotencia y
superioridad sobre el resto de la población. |
EPILOGO Como cualquier otro proyecto de la elite Porfiriana, la ciudad fue
la expectativa, el Mientras la elite Porfiriana se encontraba en el poder creando su nuevo orden social, olvidó la pluralidad de la cultura mexicana, sus intereses colectivos y las tradiciones indígenas así como las consecuencias de la concentración de la riqueza en unas cuantas manos. En 1910 el proyecto porfirista se desplomó. Las comunidades indígenas, la clase media, los intelectuales y empresarios exclluídos de la supremacista elite Porfiriana se levantaron en armas e iniciaron una revolución. Años más tarde cuando la nación despertó, el sueño estaba todavía ahí. Las colonias hechas por la élite Porfiriana fueron abandonadas, así como las casas estilo francés que ellos habitaban. La gran area urbana tuvo que esperar un poco más para ser ocupada por otra nueva sociedad basada en las ideas e imágenes traídas por la revolución Mexicana. NOTAS: Bibliografía. ZEA, Leopoldo. El positivismo y la ciscunstancia mexicana,
Lecturas Mexicanas no. 81. Fondo de Cultura Económica. SEP. México 1985. |