Ernesto Velit Granda
Presidente del Instituto Peruano
de Polemología (I.P.P.)
Cuando los terroristas colocaron una carga explosiva precisamente en el pasaje subterráneo que cruza la Plaza, sabían quienes serían sus principales víctimas.
Este atentado mortal, que no puede proceder de otro lado que no sea el islámico, pretende demostrar al Gobierno de Putin que aunque las tropas rusas han ocupado la mayor parte de Chechenia, la amenaza terrorista sigue tan fuerte como el año pasado en que provocó la muerte de más de 300 personas vía coche bomba colocados en las puertas de supermercados, a las salidas del tren subterráneo, etc.
El proyecto secesionista chechenio comenzó en agosto de 1999 con la invasión de mercenarios armados a Daguestán, ciudad fronteriza con Chechenia y a la que el Gobierno de Masjadov pretende arrastrar en sus pretensiones independentistas y separatistas del Gobierno de Moscú. Cuando las fuerzas militares rusas expulsaron a los invasores chechenios de Daguestán, encontraron cadáveres de mercenarios procedentes de Afganistán, Pakistán, Arabia Saudita, etc., mercenarios que habían sido reclutados por el millonario saudita Usam ben Laden, cabeza visible del terrorismo internacional.
Las escuelas de adiestramiento terrorista funcionan con diferentes disfraces.
Entre ellos: centros vacacionales, células de jóvenes para
el estudio del Corán, campamentos de verano, etc. con ayuda financiera
de ONG's apoyadas económicamente por capital islámico, procedentes
principalmente de Arabia Saudita. El interés no es sólo religioso
o político. La región norcaucasiana de Rusia es un
emporio de recursos energéticos procedentes del Mar Caspio, que
los árabes no quieren que ingresen al mercado internacional para
lo cual nada más estratégico que controlar el oleoducto que
transporta el petróleo a través del territorio de la República
de Chechenia.
Aniversario de Vladimir Putin
El atentado terrorista de la Plaza Pushkin se produce coincidentemente cuando V. Putin cumple su primer aniversario de su ascenso al poder. El 9 de agosto de 1999, el Presidente Boris Yeltsin lo nombra Primer Ministro, designación que sorprendió a tirios y troyanos por cuanto, hasta ese momento, era un desconocido funcionario de los servicios de seguridad ruso.
El 31 de diciembre del mismo año, Yeltsin renuncia a la Presidencia y Putin la ocupa interinamente, para terminar elegido Presidente de la Federación Rusa y por abrumadora votación popular el 26 de marzo del presente año.
El terrorismo chechenio es un reto para Putin, por ello decidió ponerse a la cabeza de la investigación e incrementó las acciones militares en Chechenia, orientadas principalmente a destruir las bases terroristas, respondiendo así a las exigencias de la población rusa que le reclama mano dura contra los secesionistas y sin hacer caso a las denuncias de Occidente por violaciones a los derechos humanos contra la población chechena.
Después de un año de acceder al poder, Putin ha logrado importantes triunfos en el frente interno y en el internacional. La recuperación económica de Rusia, que no se producía desde el colapso soviético de 1991, ha permitido ganar solidez y estabilidad al rublo, controlar la inflación y permitir un crecimiento del PBI del orden del 5% en el año de su Gobierno.
De otro lado, una reciente ley aprobada por la DUMA a propuesta del Ejecutivo, crea en el país 7 Divisiones Administrativas, presidida cada una por 1 representante del Kremlin, y con la tarea fundamental de supervisar las 89 Regiones de Rusia. A juicio de analistas políticos, nacionales y extranjeros, representa un triunfo político inobjetable de Vladimir Putin y una consolidación absoluta de su poder sobre la Federación Rusa.
Sus progresos en las reformas del mercado, sus promesas de convertir a Rusia en un Estado fuerte y poderoso como antaño, lo han gratificado con el 73% de apoyo popular, como lo demuestra una reciente encuesta llevada a cabo en Moscú. Su interés por mejorar sus relaciones internacionales, lo han llevado a visitar Gran Bretaña, Alemania, España, Italia y China, en calidad de mensajero de la Nueva Rusia. Su visita a Corea del Norte, donde ningún jerarca ruso ni soviético había llegado, lo muestra como un estadista con una visión universal de lo que significan las relaciones exteriores y conciente de su responsabilidad en el nuevo orden estratégico mundial.
En la reciente Reunión del Grupo de los G8 en Japón, donde tuvo un importante encuentro con Clinton, impidió que este vendiera su propuesta de que era necesario para EE.UU. crear un Sistema Nacional de Defensa Antimisiles, denunciando la violación del Tratado ABM de Defensa Limitada Antibalística por parte del Gobierno norteamericano, al que acusó de desencadenar una carrera armamentista nuclear con su Proyecto.
Putin sabe de la imposibilidad de sentarse a negociar con terroristas
que matando inocentes pretenden hacer retroceder a su Gobierno. Al mismo
tiempo, necesita encontrar una salida a una situación que el pueblo
ruso le exige solucionar.
El mundo entero confía en que el Presidente de la Federación
Rusa sabrá superar exitosamente este reto histórico.
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Editorial del IPP.
Agosto del 2000
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