Hace varios años quedó sembrada una idea, que se alimentó desde varias fuentes. Pero durante ese tiempo faltó el impulso, el soplo. Hasta que por fin llegó. Y aquí estamos, todavía haciendo ajustes y retoques, pero estamos, y la intención es seguir estando para poder concretar un anhelo.

En tiempos tan acelerados y confusos, donde la realidad es un verdadero cambalache, en la que conviven sin distinción y sin distancia la Biblia y el calefón; el hombre ha perdido de vista su hilo primordial. Este es el que mantiene tensa la telaraña, cuando el hilo se rompe, la misma colapsa por su propio peso. Así, corremos el riesgo de terminar ahogados en un torbellino de ideas y sentimientos encontrados. Es necesario recuperar ese mapa que nos indica donde esta el tesoro y donde no.

El objetivo es poder reforzar nuestra identidad, ser algo así como un espejo de la comunidad en la que estamos in-mersos, comunidad (formal) que ha crecido en estos años, más de lo que a simple vista puede verse. Crecimiento que, por ser repentino, no ha sido muy ordenado.

Creemos, entonces, necesario un medio para dialogar, para no sentirnos solos aun cuando estemos acompañados y para que nuestro esfuerzo no caiga en saco roto, sino que encuentre eco en otros y así se multiplique.

La palabra diálogos significa buscar la verdad de a dos (día, dos y logos, verdad o palabra), pero como esta en plural, estamos significando que ha más de un dialogo, son muchos.

Con esta publicación (en papel y en Internet) lo que pretendemos es buscar la verdad y difundirla, ya hemos mencionado que hay mucha confusión, y quisiéramos llevar el mensaje de Cristo (y la Iglesia) con la mayor claridad posible. Pero como no somos dueños de la verdad, ni pretendemos serlo, es que haremos todo con la mayor participación posible de la comunidad.

Es entonces que el intercambio de opiniones y sensaciones de las personas y las instituciones nos va a ir pintando un paisaje de diálogos del que todos formaremos parte, a su debido tiempo y de diferentes formas, y esto mismo nos ira delineando la verdad de lo que somos y hacemos y de lo que queremos ser y hacer.

Será un vehículo que no solo nos va a pintar de cuerpo entero, sino que proyectará nuestros deseos. Nos va a permitir llegar a otra gente, para sumarla y enriquecer lo que somos y lo que queremos ser.

Del ser surgirá el hacer, como un manantial que brota entre las piedras, sembrando vida. Porque aún en las piedras nuestro Señor puede manifestarse.

Diálogos debe ser la gran convocatoria para descubrir los que somos: cristianos, católicos, apostólicos y ortodoxos. Y esto no es en sentido formal, si así fuera algunos de nosotros no estaríamos aquí.

Tenemos personas e instituciones, pero fundamentalmente personas, que solas, calladamente realizan una tarea (o varias) para muchos desconocida o conocida a medias. El esfuerzo que hace esta gente, es a veces solitario y arduo, dialogos intentará dar a conocerlo, quizas, otros quieran participar y así se acerquen para hacer y ser.

Colmemos los diálogos, para que diálogos nos colme. Es nuestro deseo.

Con sobriedad, casi tímida, Silvia aceptó la entrevista, aunque sin fotos. En ella nos habla de su vocación por la pintura, la iconografía y algunos sueños.

Mirar un ícono es caminar de lo tangible hacia lo intangible. Dejarse llevar a la habitación interior de la oración. Un ícono es una ventana que mira a la eternidad.

- Silvia, ¿ qué es un ícono ?.

Un ícono es una imagen sagrada.

- ¿Y qué te trasmite un ícono?, ¿Qué te inspira?

Muchas cosas. Según el ícono. Cuando pinto a la Virgen, pienso en su vida, en las cosas que ha hecho, en el Hijo. Hasta imagino el lugar donde vivió y sus circunstancias.

- Te transmite de alguna manera lo que vas pintando.

Si, yo me traslado al lugar y a la persona o imagen que pinto.

- ¿Cómo preferís que te llamen: pintora o iconógrafa ? ¿ Hay diferencias ?

En Oriente es lo mismo. En Rumania se los llama pintor de iglesia , que es lo mismo que iconógrafo, porque pintan íconos, imágenes sagradas. Por lo general, en Rumania, todos los iconógrafos son pintores de iglesias.

- Acá es diferente, porque un iconógrafo no se identifica con un pintor, ni siquiera con un pintor que hace arte religioso...

Claro, el iconógrafo para ejercer como tal, necesita una autorización del Patriarcado. No cualquiera puede pintar una imagen sagrada en los países ortodoxos, ni cualquiera puede pintar una iglesia.

- Entonces no cualquier persona puede decirse iconógrafo, ¿qué se necesita para serlo?

Para eso se dan exámenes. Se estudia y se rinde como cualquier carrera.

Los primeros en desarrollar éste arte sagrado fueron los monjes, ya que surgió en el ámbito monacal. Con el tiempo, las vocaciones se fueron extendiendo a laicos y de ambos sexos, creándose para ellos escuelas de especialidad iconográfica, como las de Rumania, Grecia, o el Líbano.

Hace unos días fui con Daniel al Obispo Mercadillo, a una Iglesia por ahí cerca. Había una exposición de íconos. En realidad no eran pintados sino láminas pegadas, trabajadas al dorado y esas cosas. Entonces vimos una imagen de San Antonio... ¡y tenía las iniciales de Jesucristo!. Realmente el pintor o artesano no tenia idea de a quien pintaba o pegaba. Le dijimos al encargado de la exposición: " Señor aquí hay un error, por favor, corríjalo".

- Si, acá se desvirtúa...

O lo hacen porque es un comercio que está de moda o tiene buena demanda.

- Contame sobre tu vocación,¿ es hereditaria ? ¿Cuándo comenzó?.

No había nadie de mi familia con ésta vocación, fue algo natural, un impulso espontáneo. Me llamaba mucho la atención cuando veía a alguien pintar. En todas las iglesias de Rumania hay íconos, frescos, y aunque estaba acostumbrada desde chica a verlos, me atrapaban la atención, al punto que de niña iba a la iglesia a mirar los íconos, había algo que me llamaba...

Cuando terminé el secundario, comencé a estudiar iconografía. Allí descubrí un mundo nuevo y me di cuenta de lo poco que sabía.

- ¿Qué es el carácter sacra-mental del ícono?

Hay dos cosas: primero la preparación del que pinta el ícono. Este arte sagrado surgió en el medio monacal, ¿ porque ?, porque se pretendía que quien desarrollara éste arte practicara las virtudes evangélicas como el ayuno, la oración, la lectura de las sagradas escrituras. La vida interior de quien pinta íconos es fundamental porque trabajando en ellos uno transmite esas cosas.

Pero hace falta una bendición una vez concluido el trabajo. El pintor pinta lo que representa un ícono, pero el carácter sacramen-tal se adquiere con la bendición, porque es entonces cuando la Gracia Divina lo penetra. Eso completa un verdadero ícono, ya que el mismo no es simplemente una pintura.

- ¿Juega algún papel el iconógrafo en la confección del ícono, o se debe completamente a la tradición?

La iconografía es como la Biblia, es la Escritura pintada, y la escritura ya existe. Por lo tanto, no podés inventar, no hay creación. Se sigue una tradición.

De todas formas creo que cada pintor le da las expresiones. Se mantienen las posturas, los colores, pero es inevitable que cada pintor agregue algo. Yo he pintado muchas veces una misma imagen y sin embargo ninguna me salió igual. Cambian en el rostro, hay diferencias en las expresiones.

Cada ícono es un nacimiento. Es algo nuevo a pesar de ser una imagen que venís pintando desde hace años.

- Sabemos que existe un estamento para los iconógrafos, es decir, pintan según normas preesta-blecidas, ¿ nos podrías contar algunas de ellas ?

Bueno, lo de las reglas no es algo fijo, inflexible. Son recomendaciones de la Iglesia dado el tipo de trabajo que estas haciendo ( pintar imágenes sagradas ). No hay que olvidar que la iconografía nace en los monasterios, por eso a partir de ellos se genera la tradición de mantener un clima especial para desarrollar ésta pintura con silencio, oración, ayuno, concentración.

A mi me gusta trabajar en silencio, a veces rezo, si me acuerdo rezo el tropario correspondiente, porque cada escena tiene su tropario o himno, o simplemente pinto al compás de la Oración de Jesús. Es importante que haya un clima especial. Si puedo trato de ayunar también.

-Pero si pintás muy seguido... ¿como lo manejás?

Es que no hago el ayuno todo el día. A veces a la mañana, otras a la tarde. Cuatro o cinco horas antes de pintar porque me ayuda a concentrarme.

-¿Y dentro de esas reglas: hay algunas sobre los plazos para pintar un ícono ?

No, no hay plazos preestableci-dos. Depende de las circunstancias del pintor.

-Sin querer comprometerte con preferencias... me imagino que habrá un icono que te deleite más pintar...

Un ícono siempre es nuevo, es único aunque lo hayas pintado ciento cincuenta mil veces. Siempre es distinto. No me ha pasado tener preferencias por alguno.

-Cuando pintas por encargo, ¿cuál es el ícono que más te piden?

A la Virgen María o a Jesús, quizá porque es lo que la gente más conoce. Lamentablemente no se conoce mucho sobre íconos...

-Saliendo de tu labor como iconógrafa: ¿cómo es un día de Silvia?

Bueno, me levanto a la mañana temprano, desayuno un café o agua, nada mas. Comienzo con las tareas de la casa. Pienso en lo que voy a cocinar, porque me gusta empezar a cocinar temprano. Cuando termino con eso, tipo 9.00 o 9.30, me siento a pintar hasta el mediodía que llega mi hija Daniela de la escuela y almorzamos. Si puedo descanso media hora y a la tarde otra vez a pintar.

-O sea que pintar está totalmente incorporado a tu vida.

Si, me lleva mucho tiempo. De todas formas, ese es un día ordinario. Puede ser que a veces no pinte a la mañana o a la tarde.

Otra cosa que me pasa es que a veces necesito tomar distancia de lo que estoy pintando. Lo dejo por dos o tres días para volver a verlo con otros ojos y poder hacerle correcciones.

-Para la pintura de un ícono, ¿la elección de los colores es libre?.

No, no es libre, uno puede jugar con las gamas pero por ejemplo en la iglesia ortodoxa, la Virgen siempre está de azul y de rojo. Se sigue una tradición en eso.

-¿y cómo se obtienen los colores?.

Se pinta con una mezcla de témpera con yema de huevo. Ningún color es puro, siempre se mezcla el azul, por ejemplo con un poco de blanco, de rojo y en esa mezcla se pone la yema de huevo.

-¿Por qué?.

Porque tiene un simbolismo. La yema se obtiene del huevo que simboliza la vida. Y todo ícono es un nacimiento.

-Hagamos un ping-pong, un libro

El Peregrino Ruso

-Un sueño

Una exposición

-Un ícono

El de la Virgen

-Una personalidad

La de Jesús

-Una palabra

Amor

-Un deseo para la comunidad

Paz

* Dios Padre es el Dios del Antiguo Testamento, el creador de todo lo que existe.

* Dios Hijo es el Dios de la Nueva Alianza, es Él quien nos permite llegar a la filiación divina por medio del Dios Espíritu Santo.

"Todos los que son conducidos por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y ustedes no han recibido un espíritu de esclavos para volver a caer en el temor, sino el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace llamar a Dios ¡ Abba !, es decir, ¡ Padre ! El mismo Espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, también somos herederos, herederos de Dios y coherederos de Cristo, porque sufrimos con él para ser glorificados con él."

* Y finalmente, el Espíritu Santo, la tercera persona de la Consubstancial, Vivificadora e Indivisible Santa Trinidad, que procede de Dios Padre tal como el río salta de su cauce natural y como la luz es enviada por el sol. No muy conocido por nosotros, es el Paráclito que se nos deja en herencia en el día de Pentecostés y Él es tan persona (en el sentido de la acción) como el Dios Padre Creador y el Dios Hijo Filiador.

 Veamos algunos ejemplos.

El Espíritu Santo nos ayuda a orar.

"Igualmente, el mismo Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad porque no sabemos orar como es debido; pero el Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables."

Se castigara toda blasfemia contra el Espíritu.

"El que no esta conmigo, esta contra mí; y el que no recoge conmigo desparrama. Por eso les digo que todo pecado o blasfemia se les perdonara a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada."

Mt.12:30-31

El Espíritu nos permite expresarnos.

"Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en dis tintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse."

Hc. 2:4

Nos permite defendernos.

"Tomen el casco de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios."

Ef. 6:17

Y nos conduce como a los apóstoles dándonos fuerzas y consuelo: observemos como envuelve este poder a los Santos Apóstoles después de Pentecostés, Pedro no teme mas y no niega al maestro. Con valentía y atrevimiento predica a las multitudes de judíos e invita a los crucificadores de Cristo a creer en el cómo requisito para la salvación. Cuando se fortificaron por el invencible poder del Paráclito, soportaron con gusto y alegría las persecuciones y las cárceles, entregándose al duro martirio por la confesión del nombre de Cristo.

El Espíritu Santo es también el manantial de la santificación. Consume y perdona pecados y libera de la culpabilidad, purifica almas y limpia corazones.

"Recibid el Espíritu Santo, a quien perdonéis los pecados les serán perdonados, a quienes se los retuvieren, les serán retenidos."

Juan 22:23

Cada 6 de Agosto nuestra Iglesia conmemora ese día luminoso, en el que Jesus invitó a tres de sus apóstoles, Pedro, Juan y Santiago, a subir a un cerro a orar.

La Iglesia recuerda ese día con estas dos lecturas, El Santo Evangelio según San Mateo (Mt17: 1-19), y la Segunda carta de San Pedro (2 Ped 1: 10-19). San Pedro deslumbrado por la luz que manaba del cuerpo y de las vestimentas de Jesús, no pudo ver más y cerró sus ojos. También San Pablo nos habla de la gloria de Cristo manifestándose por medio de una Luz brillante, cuando dirigiéndose a Damasco a perseguir a los Cristianos, Jesús se le presentó como una fuerte luz, cuyo brillo lo dejó ciego.

Los Santos Padres nos explican, que la Luz del Monte Tabor, en definitiva, es la Luz de la Santidad que reviste a los creyentes justos y practicantes, la Luz brillante que emana de los Santos; esta es una luz inmaterial, no creada. No es como la luz del sol, ya que el sol es un astro creado, formado por materia, y como tal, un día desaparecerá, lo mismo que la tierra y el cielo, ya que lo material no resiste, se descompone y desaparece. Por ello Dios, nos va a revestir para la eternidad con un cuerpo inmaterial y eterno. Cuando se habla de un cuerpo luminoso o de luz, se hace referencia a Cristo, ya que en la Transfiguración del monte Tabor, dice el Evangelista: "Su rostro resplandecía más que el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz" y además dijo Cristo "Yo soy la Luz del mundo". Solo los que llegan a la Santidad, pueden gozar de la felicidad de revestirse con esta Luz, de ser Hijos de la Luz. El que es hijo del pecado, se reviste de oscuridad, y no puede ser parte de la familia de los hijos de la Luz, de los Hijos de Dios. Esta Luz increada es sinónimo de vida eterna.

La Santa Iglesia relaciona la Transfiguración de Jesús y la Dormición de la Santísima Virgen María, conmemorándolas en fechas muy próximas (6 y 15 de Agosto respectivamente) puesto que desde el mismo momento de su muerte (Dormición) y posterior traslado al Reino de los Cielos, Ella ya estaba gozando de la Luz de su Hijo, es decir de la vida eterna.

La aparición de dos profetas del Antiguo Testamento en la transfiguración de Jesús, también complementa la imagen, el panorama, de estas dos grandes fiestas, ya que ambas apuntan a la muerte y a la posterior resurrección a una vida eterna, porque Cristo venció a la muerte con su muerte, dando vida a los muertos. Dios, no es Dios de muertos, sino de vivos, esto explica la presencia viva de Moisés y el Profeta Elías en la Transfiguración del Monte Tabor. Es por ello, que por la fe en Cristo Jesús y el cumplimiento fiel de sus mandamientos, resucitaremos a la vida eterna. La Presencia de Moisés y el profeta Elías en al Transfiguración, confirma que Jesús es el Mesías, el esperado, como si nos dijeran, escúchenlo, nuestra misión fue preparar este día luminoso; Jesús mismo dijo: "después de mí, no hay más profetas", ya que la historia de la salvación de la humanidad concluye con su segunda y gloriosa venida (La Parusía).

Hemos dicho muchas veces que estamos en la etapa final de la humanidad, la etapa del Espíritu Santo, de la preparación.

Con la muerte de cada uno de nosotros, se cierra este libro entre Dios y yo, pero contemplando la promesa de la resurrección en Cristo Jesús. San Pedro nos habla de que por medio de la fe, el también se preparaba para irse de este mundo, diciendo "en cualquier momento tengo que dejar esta carpa, este cuerpo que me prestó Dios, procuren consolidar cada vez más, el llamado del que han sido objeto, si obran así no caerán jamás" y luego agrega «haré todo lo posible, para que después de mi partida, ustedes recuerden siempre estas cosas", como diciéndonos: prepárense, sean firmes, no duden, acuérdense, oigan, escuchen, hagan. Dios Padre nos dijo: "¡este es mi Hijo amado, escúchenlo!".

¿Cómo puedo escuchar yo a Jesús?, ¿Sé escuchar?

Para escuchar uno tiene que tener oídos atentos, preparados por la fe y el amor a Dios, demostrado en obras. Todos los días El tiene un mensaje para cada uno de nosotros, hay que saber escuchar ese mensaje. Leyendo un diario se puede percibir un mensaje; mirando al cielo, visitando a un enfermo, ayudando a un pobre, puede cada uno recibir mensajes de Cristo. Como decía el profeta David, Dios nos enseña por medio de todo lo que está creado. Mirando al mar, a las montañas, al pobre, al enfermo, uno aprende, percibe, recibe mensajes para mejorar su relación con Dios, PORQUE TODO ESTA PUESTO AL SERVICIO DE NUESTRA SALVACION.

Es bastante, según recuerdo, lo que se ha dicho sobre la TV y su influencia en los procesos formativos-educativos de los niños y de los jóvenes (aunque no deberíamos dejar de lado a los adultos, pero no nos detendremos en esto último pues el mismo tema asume características diferentes). Y no por haber dicho bastante la cosa ha mejorado, en el sentido de que ha traído más beneficios que antes.

Todavía recuerdo las palabras de mi padre despotricando contra la «caja boba», cuando todavía no era en colores y cuando vino el color también, quizás sin mucha ciencia, pero si conciencia advertía sobre lo perjudicial que era.

Y aquí estamos. Nos vamos a referir a dos aspectos importantes uno mas bien cultural y otro fisiológico.

Un muy leido autor, nos dice que la TV exalta nuestra parte más sensorial relegando a un segundo plano lo intelectivo o racional de nuestro ser.

Valga la aclaración siguiente: en general nos referimos al TV, televisor o televisión, pero lo dicho es aplicable a los todos los video juegos.

Según este autor ya no deberíamos encuadrarnos dentro de la especie Homo Sapiens, categoría que define a un animal racional o simbólico que, a diferencia de los demás animales, es capaz de abstraerse y hablar (y pensar primero) no solo sobre el mundo que lo rodea sino sobre si mismo. Tiene un lenguaje simbólico compuesto por palabras concretas (denotativas: que describen algo que se puede tocar y medir) como ser mesa, silla, perro o auto y palabras abstractas (connotativas: que significan algo que no es material) son palabras como fe, esperanza, libertad o eternidad. Son conceptos.

Decía, este buen hombre, que deberíamos entrar en una categoría nueva: el Homo Videns.

Este hombre visual o video-hombre se caracteriza por ser más bien concreto y huelga (es escasa) la abstracción y por eso le resulta dificil manejar conceptos y por lo tanto entenderlos para luego incorporarlos. Más deseoso por ver señales (imágenes mayormente simples y concretas) que por leer definiciones, dice Sartori que esto último nos acerca a más al reino salvaje, en el que las distintas especies solo ven señales que les permiten obrar por instinto (deconservación propia y de la especie).

El segundo aspecto que queremos mencionar y que es absolutamente fisiológico, enuncia lo siguiente, el cerebro del ser humano actúa por estímulos (internos y externos) como el ser humano mismo. Es decir que cuando sentimos frío tomamos alguna medida para dejar de sentir frío, nos abrigamos, encendemos la calefacción, cerramos puertas y ventanas, etc. También sucede que sin saber porque ni donde una tarde nos sentamos a escribir una poesía o bien una carta a aquel amigo que hace tiempo no vemos ni tenemos noticias.

En el caso de la TV los estímulos son audiovisuales, sabemos además que el 80% de nuestra percepción es visual y casi el 10% es auditiva, pero al estar combinadas se potencian mutuamente de manera que la TV absorbe casi a pleno nuestra capacidad sensitiva.

Existe además la posibilidad de «herir el cerebro» ciertas imágenes de fuertes colores y de alta frecuencia (tipo flash) hieren la retina y luego el cerebro de manera que esa imagen queda particularmente grabada y cuando la volvemos a ver rememoramos las sensaciones que acompañaron a esa imagen. Esto es ampliamente utilizado en los medios televisivos.

Este recurso está tan utilizado que llegan a acostumbrar al cerebro a recibir estas señales (que provocan en esos momentos ciertos actos mas o menos inconscientes) y solo con estas señales mantener la atención, es decir mantener tenso el poder de concentración.

Esto logra que una cabecita muy acostumbrada solo se concentre con un gran caudal de estímulos (en este caso externos) y de alta frecuencia.

Al no poder concentrarse de otra manera (en un caso extremo) le resultará difícil mantener la concentración en la lectura por un tiempo relativamente prolongado.

Tenemos, por un lado, la perdida de la capacidad de abstracción (limita la capacidad reflexiva) que viene a condicionar el poder comprender para luego incorporar conceptos o definiciones (abstractas). Y por el otro, nos queda un cerebro que solo se concentra con estímulos muy «movedizos» y de muchos y vivos colores.

Tenemos, mamá y papá, un problema.

Nuestro hijo en edad escolar, por todo lo anterior, va a tener un escaso rendimiento, puesto que el maestro, la tiza y el pizarrón, no podrán lograr estimular al alumno ni en intensidad, ni el tiempo necesario para impartir el conocimiento (sobre todo el                                              El artículo "visto" por uno de los adolecentes de pre-UJO.

abstracto). El niño perderá concentración

en un período relativamente corto. Y asimilará solo una parte.

Se pueden usar distintas técnicas para enmendar esto.

Como padre, uno puede estar preocupado porque esta influencia negativa, de la pantalla o el video, ponga serios obstáculos en la educación formal de sus hijos, nos daremos con alumnos mediocres en todos los niveles, aún en las universidades. Y aunque sobresalga del resto, en el fondo se podrá pensar: «en el país de los ciegos, el tuerto es rey», y no por ser rey es menos tuerto.

Pero como padre cristiano (padre estilo de los que tratan de imitar a Cristo) la aflicción es mayor. Estudio, universidades y trabajos van a pasar hasta que llegue ese gran día en el que Dios los llame a su presencia ¿y qué les va a pasar? . Pobres hijos, los habremos condicionado (sin mala intención) para alcanzar el gran objetivo cristiano, la meta principal: adquirir el Espíritu Santo.

Dicho esto, agregaremos que, en primer lugar, el niño no llega a distinguir lo real de lo fantasioso (fantasía propia o inducida) y en segundo lugar, que la TV lo pone en el umbral de experiencias sensoriales que, además de no entender acabadamente, se incorporan a su realidad-fantasía como una nueva experiencia y vive por adelantado cosas que a su edad no debería ni saber que existen.

Verdades de fe y enseñanza de vida son casi siempre cuestiones más bien abstractas y reflexivas (aunque de aplicación práctica), por otro lado, historias como la de José en Egipto, de Job o Moisés, son accesibles y entretenidas pero largas y se necesita un mínimo de concentración para entenderlas. En ambos aspectos hubo serias falencias, aparentemente.

...en su historia, el hombre se encuentra en un punto de inflexión, y el camino a seguir dependerá de la responsabilidad que asuma en el uso de la libertad que Dios le otorgó.