Una perspectiva diferente de la valoración mediante la polivalencia

Comentarios personales acerca de la teoría de la Guestalt

Dentro de los fundamentos teóricos en que se basa la técnica de la psicoterapia Guestalt se encuentra la noción de polaridades. Su origen viene de la teoría de los opuestos de Jung. Éstas consisten en características que pueden tener las personas y que se manifiestan en aspectos diametralmente opuestos en diferentes situaciones. En una persona sin una conflictiva significativa, ambos extremos de una polaridad se manifiestan fluidamente y le permiten adaptarse mejor a las condiciones cambiantes de su medio. Así, una persona puede manifestarse como tierna y comprensiva al vivirse como padre de familia, y en circunstancias diferentes ser duro de carácter, por ejemplo al tener que dirigir una empresa y despedir personal. Pero, cuando una persona no logra integrar estos extremos y vive solamente uno de ellos, se dice que aliena de sí una de sus características, y el recuperarlas es el objetivo del trabajo psicológico.

Sin embargo, esta visión de las polaridades no es del todo útil en el diagnóstico psicométrico, para poder emplearlo necesitamos hacer uso de otro concepto, ya mencionado dentro de los mecanismos mentales estudiados por el psicoanálisis, que es el de ambivalencia.

Este mecanismo consiste en la presencia de dos emociones diametralmente opuestas dirigidas hacia el mismo objeto catexial, dicho en otras palabras, consiste en dar a un mismo objeto, catexis tanto positivas como negativas. Por ejemplo, un hombre puede experimentar una fuerte atracción sexual por una mujer que no es su esposa, pero al mismo tiempo, por presiones de moral, experimentar sentimientos de rechazo por ella misma.

El concepto que se pretende introducir en este trabajo es el de la ambivalencia de las características, es decir, una de las características de las personas puede ser valorada tanto positiva como negativamente. A decir verdad el concepto no es nuevo, ya decíamos que dentro de la psicoterapia Guestalt se habla de polaridades, en la filosofía oriental se habla del Yin y Yang, y ha sido uno de los planteamientos del personalismo. Lo que pretendo es aclarar para los efectos de la aplicación en el uso de las pruebas psicológicas, la diferencia entre lo que es polar y lo que es ambivalente.

Creo que para el caso podremos utilizar dos analogías, la primera para aclarar las polaridades: todo mundo hemos estudiado en la primaria que la tierra es redonda y tiene dos polos, el norte y el sur que son los dos extremos del planeta, o los polos de los imanes que se localizan en extremos opuestos de los mismos, una polaridad se puede explicar como si tuviéramos en la mano una regla de 30 cm. como la que se utiliza en la escuela para medir longitudes y trazar líneas; tiene dos extremos que forman parte de la misma regla, eso son las polaridades, están en partes diametralmente opuestas de la misma cosa, pero no dejan de formar parte de ella.

La ambivalencia, en cambio, es más parecida a un dado, el cual está situado sobre una mesa, si en esta mesa sentamos en un extremo a un observador, probablemente nos reporte que está viendo una cara de ese dado y que en esa cara ve un número, probablemente sea el 6; si en el otro extremo de la mesa se sitúa otro observador, en ese caso también nos reportaría estar observando una cara del dado, y nos daría también un valor inscrito en esa cara, pero la cifra sería distinta, probablemente nos dijera que ve el 1, esto es, dependiendo del punto de vista que se tenga de una cosa, esta misma podrá ser valorada de diferente manera, el dado no es que tenga algunas veces el valor de 1 ó de 6, sino que siempre tiene ambos, y depende de la cara que estemos viendo entonces observaremos solamente uno de esos valores. Las cosas también, no es que dependiendo de la situación cambien de valor, siempre tienen un valor y otro valor, es decir tienen ambos valores, son ambi valentes. Y si llevamos el caso hasta sus últimas consecuencias probablemente nos llegaremos a encontrar conque no sólo tiene los dos valores, sino que desde otros puntos de vista puede llegar a tener hasta seis en el caso del dado, por lo tanto no sólo es ambi valente sino que es poli valente.

Y no sólo en el punto de vista se manifiesta esta polivalencia, se pueden vivir polivalentemente ciertas situaciones, pensemos en el ejemplo de dos personas muy amigas que compiten por la misma posición, uno de los dos debe perder, y el ganador muy probablemente tenga sentimientos de alegría si se considera a sí mismo, de pena si considera el fracaso de su compañero, de enojo si considera lo injusto del sistema, etc.

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Cosme Maldonado
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