Fidonet y las BBS


Un paseo por el mundo de las BBS

Cuando adquirimos un módem podemos conectar con otro ordenador y, mediante el correspondiente programa de comunicaciones, enviar y recibir ficheros, así como mantener una «conversación» con una persona que maneje el otro ordenador a través del teclado. Estas dos acciones, junto con un poco de refinamiento, son la base del funcionamiento de las BBS y, con ellas, de la estructura de Fidonet.

Una BBS no es más que un programa que se ejecuta en un ordenador y que está pendiente del módem para atender las llamadas entrantes, a las que les va mostrando una serie de menús para que los usuarios que llaman puedan explorar su interior. El primer paso para entrar en una BBS consiste en identificarse con un nombre de usuario y una clave, salvo la primera vez, en la que nos preguntará más datos para que el SysOp o administrador del sistema revise nuestra «ficha» y le dé el visto bueno. A partir de ese momento, y dependiendo de nuestra forma de actuar, iremos mejorando nuestro nivel en la BBS y con ello aumentarán nuestras posibilidades.

Dentro de la BBS se pueden encontrar, fundamentalmente, tres cosas: mensajes, ficheros y boletines, todo ello aderezado, eso sí, con los detalles que le hayan puesto, como frases ingeniosas, dibujos atractivos o descripciones simpáticas. Los mensajes son, como su propio nombre indica, textos de diversa índole en los que cada uno expresa su opinión sobre los más diversos temas. Los ficheros son uno de los principales «cebos» de las BBS para atraer usuarios, ya que algunos SysOps no tienen el menor reparo en llamar a BBS de otros países para traerse las últimas novedades de los temas de su interés, que suelen ser muy apetecidos por sus usuarios.

Normalmente están divididos en áreas temáticas, para que sea más fácil encontrar lo que uno busca y, de la misma forma, sea igualmente sencillo colocar un fichero interesante en un sitio donde los demás puedan verlo rápidamente. Los boletines, por último, son textos elaborados por colaboradores de la BBS y que tratan temas de gran interés; en cierta forma son como artículos periodísticos y por ello tienen ese estatus especial de «boletín» que le asegura una permanencia en la BBS, al contrario que los mensajes, que cambian cada poco tiempo.

Existen dos tipos de mensajes, los privados (NetMail) y los públicos (EchoMail), y dentro de estos últimos tenemos varias clases, según su ámbito de distribución: locales, nacionales e internacionales. Los locales son propios de la BBS o de un grupo reducido de ellas, mientras que los nacionales se reparten por todo un país, y los internacionales, como su propio nombre indica, circulan por todo el mundo. Como es lógico, para lograr que los mensajes tengan esta cobertura se hace necesario un sistema de distribución, y aquí es donde entra Fidonet.

Una red mundial

Hasta ahora hemos visto de forma muy somera qué es una BBS, que podríamos resumir como un sistema al que acceden los usuarios para recoger y dejar información por medio de mensajes y ficheros. Si ahora conectásemos estas BBS para que compartan su información y cada una de ellas tuviese acceso a los mensajes y ficheros de las demás, tendríamos una aproximación igual de somera sobre lo que es Fidonet. Este logro no se alcanza así como así, sino que precisa de bastantes estándares, que abarcan desde el formato de los mensajes hasta el protocolo necesario para que un sistema entre en contacto con otro y se identifiquen ambos, pasando por un sistema de numeración de cada integrante de la red.

Podemos decir que Fidonet es una red de BBS repartida por todo el mundo, y también podemos decir que Fidonet es un conjunto de estándares sobre correo electrónico a través de las líneas telefónicas. La verdad es que ninguna de las dos partes es la verdad completa, pero la suma de ambas se le parece bastante. Lo curioso de Fidonet es que empezó como un experimento de un norteamericano llamado Tom Jennings, que quería utilizar su ordenador y uno de los primeros modems que salieron al mercado para transferir información con otro amigo que tenía un equipo similar.

Desarrolló una serie de protocolos y programas para enviar mensajes y ficheros, que forman la base de la llamada tecnología Fidonet. Con el tiempo más y más gente fue manifestando su interés por formar parte de esa red, y los estándares se fueron ampliando para dar cabida a esas necesidades. Como ejemplo, el único tipo de mensaje que había al principio era el privado, al que se podía añadir un fichero (File-Attach), método que posteriormente se ha utilizado para transportar el correo privado y público de un sistema a otro.

Una ventaja, y al mismo tiempo inconveniente, de Fidonet es su carácter «amateur», ya que abarata los costes pero obliga a dar por supuestos unos rendimientos globales menores que los de una red «profesional».

Esta orientación «casera» se deja ver en la forma de comunicar los diversos nodos que forman la red, ya que utilizan las líneas telefónicas, accesibles a la mayoría de los usuarios de ordenador sin mayores problemas. Como además en los Estados Unidos las tarifas telefónicas se rigen por la lejanía entre ambos extremos de la llamada, y no por la zona de tarificación en la que están incluidos ambos, no es de extrañar que todo el sistema de transporte de paquetes de correo y ficheros se realice entre sistemas cercanos a la hora de menor coste, paso que se repite hasta cubrir toda la red.

De esta forma se consigue llevar los mensajes a todos los nodos con el menor coste individual posible. A tal efecto está reservada la «ZMH», una franja horaria en la que los sistemas sólo aceptan transacciones de correo, que además tienen estipuladas unos tiempos concretos para que los nodos del final de la cadena no llamen a su enlace con el resto antes de que éste haya recibido nuevos datos.

El hecho de utilizar las líneas telefónicas y de hacerlo solamente en momentos concretos impide saber cómo localizar a los demás usuarios sobre la marcha; por ello existen unas listas de sistemas que cada uno de los integrantes debe poseer -lo más actualizadas posible- para que los mensajes salgan del sistema emisor con las dirección de destino ya prefijada. Esta lista se llama «Nodelist» y contiene todos los nodos conocidos en un momento dado. En España disponemos de dos listas: la «REGION34» y la «PTSLTR34» (PoinTLiST Region 34). La primera es el subconjunto de la «Nodelist» que incluye solamente a España, y la segunda contiene a los «puntos» y es muy cómoda para los mensajes de correo privado que precisan de la dirección concreta de destino.

Programas avanzados

Todo este conjunto de normas y demás no son muy evidentes para el usuario que entra en una BBS a través de un programa de terminal, por no decir que no lo son en absoluto, pero esa es la idea de todos estos protocolos. Al entrar en muchas BBS es bastante normal que nos pida que pulsemos la tecla «ESC» una o dos veces, dato que usa para distinguir cuándo llama un usuario o un programa automático de correo, tras lo cual pasa a la BBS o a transferir paquetes de correo, respectivamente.

Estos programas automatizados de correo (mailers) son los que utilizan los puntos para comunicarse con sus nodos de forma regular, y que usan los nodos entre sí para transportar el correo por toda la red. Eso sí, para emplear estos programas hay que configurarlos, lo que puede llegar a ser bastante pesado, en casos como el del Binkley, que tiene multitud de opciones y no todas ellas perfectamente documentadas. Existen también otros sistemas de correo como BlueWave o QWK, que tienen parte de las ventajas de los sistemas de correo automatizado pero son más fáciles de instalar.

Los atractivos de estas dos alternativas frente al acceso directo a una BBS son muy claros: en lugar de estar leyendo mensajes mientras está la línea abierta y por lo tanto pagando a Telefónica por ella, cada vez que llamamos, el nodo nos envía varios paquetes comprimidos que contienen los mensajes nuevos que han llegado de las áreas de de nuestro interés de EchoMail y de NetMail. Asimismo, a la hora de enviar el correo sucede lo mismo, y antes de establecer la conexión procederemos a empaquetar los mensajes de salida. De esta forma el gasto de teléfono se minimiza al máximo.

El acceso en modo terminal, por otra parte, es anónimo, esto es, el nombre que le damos a la BBS no tiene por qué ser necesariamente el nuestro, mientras que al ser punto o nodo, la conexión con un sistema que transporte nuestro correo y nos provea de él precisa de nuestra dirección Fidonet y de una password que hemos acordado previamente, lo que imposibilita que otra persona ocupe nuestro lugar. Esta facilidad para adoptar diversos nombres es lo que le proporciona a alguna gente un aliciente extra para entrar en distintas áreas de correo con personalidades diferentes, y montar trifulcas enormes entre caracteres creados por la misma persona.

Esperamos que esta tenue aproximación al fenómeno de masas que es Fidonet sirva para dar a conocer algunos aspectos interesantes de las comunicaciones por módem a aquellos que no sabían nada del tema, y que anime a seguir a los que ya han comenzado a dar sus primeros pasos en esta alternativa a las Autopistas de la Información, con mayúsculas, que tan en boga están hoy en día.

 



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