En las salas del Instituto Cultural de Providencia
A más de medio siglo de su muerte
abren muestra de Herminia Arrate


Alejandra Gajardo, Diario La Epoca, 7 de junio 97

Pintó tan poco en su existencia que si se quisiera reunir toda la obra que dejó en Chile difícilmente se bordearía eI medio centenar de cuadros. Pero a pesar de eso, Herminia Arrate de Dávila es un nombre importante dentro de la plástica nacional.

Alabada por la intelectualidad de los años 20 por sus bodegones de colores opacos e intimistas, sus paisajes campestres y las figuras humanas con rostros angustiados, esta pintora cayó en el olvido quizás debido a su poca producción ya que fue objeto de escasas muestras.

Ese fue uno de los motivos por los que el Instituto Cultural de Providencia organizó una retrospectiva con la obra de esta pintora que en vida fue amiga de Vicente Huidobro, Enriqueta Petlt y de Alone.
Para ello, contó con el préstamo de una veintena de obras propiedad de la familia y de algunas facilitadas por los museos de Bellas Artes, de Arte Contemporáneo y Benjamín Vicuña Mackenna, además de otras prestadas por coleccionistas particulares.

Con esas cerca de 30 obras, más fotograffas de la artista que falleció en 1941, retratos hechos por otros pintores y una escultura de su rostro efectuada por el norteamericano de origen japonés Isamu Noguchi, se abrió esta muestra retrospectiva que permanecerá abierta hasta el 29 de junio.

Pintora y diplomática
Curioso personaje es Herminia Arrate de Dávila, ya que a pesar de codearse con la altas esferas sociales de la época, se dio el tiempo de desarrollar una carrera artística trascendente.

Nació en 1895 y desde muy joven se interesó por la pintura por lo que ingresó a la Escuela de Bellas Artes, donde fue alumna de dos de los grandes del arte chlleno: Juan Francisco González y Pablo Burchard.

Años más tarde viajó a Europa con la llamada generación de 1928 o de los becarios y allá tomó contacto con las vanguardias pictóricas del momento y con famosos centros culturales del viejo mundo.

De regreso, contrajo matrimonio con el diplomático, periodista y político Carlos Dávila, quien fue Presidente de Chile durante poco más de un mes en el convulsionado 1932.

Su carrera
Su pintura, considerada de muy buena calidad, fue reconocida casi desde un principio: ganó menciones honrosas en los exigentes salones oficiales y una tercera rnedalla en pintura en 1926.

Expuso muy poco, sólo dos veces en vida. La primera muestra Ia realizó en 1926 en la Casa Eyzaguirre y la segunda en Estados Unidos, donde su marido era embajador. Pero al año de fallecer, en 1942, sus amigos le organizaron una gran exposición en la entonces saIa Amigos del Arte. Luego, en 1974, se la volvió a recordar en una retrospectiva en el Ministerio de Educación.

A tiempo de morir, sus amigos intelectuales expresaron para un catálago su opinión sobre la creadora: Pablo Burchard dijo que Herminia Arrate era de temperamento "exquisito, de gran emotividad artística y comprensiva al máximo":

- Alma no he encontrado igual en et trayecto de mi vida-, expresó el primer premio Nacional de Arte.

Por su parte, Vicente Huidobro hizo notar que era evidente la calidad de los cuadros: Qué seriedad, qué amor de su oficio, qué gracia concentrada y sin ruido reina en esas telas tan suavemente melancólicas!

Esos cuadros, en su mayoría retratos, paisajes y bodegones son los que se podrán apreciar hasta fin de mes en las salas del Instituto Cultural de Providencia.

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