En los libros, periodicos y revistas, el papel impone su inercia y su costo. En la radio, el cine y la televisión son constantes e inevitables las tendencias, intereses diversos, políticas, manipulaciones y desde luego la censura.
Pero actualmente en materia de comunicación electrónica, en bits, la página web recibe otras posibilidades, diversas y múltiples, tiene una ingravidez que aporta nuevas libertades, que prometen más temprano que tarde aligerar su instalación en todas las inteligencias.
La información en el cyberespacio crece y fluye de manera natural, busca cauces simples, sencillos, lógicos, avanza abandonando cursos estrechos o restringidos; destruye diques, represas y cualquier tipo de obstáculos, rebasa límites o fronteras y aumenta en forma cotidiana con una metamorfosis continua.
No obstante estas cualidades, la red no se propone desplazar otros sistemas de comunicación, sino complementarlos y hacer factibles las tareas que otros medios y recursos definitivamente no permiten.
Así pues, presento esta aventura intelectual como una herramienta incipiente, en espera de sus observaciones, aportaciones, sugerencias, contribuciones y desde luego las críticas, porque todo ello puede servir para fortalecer su construcción y sobre todo para mejorar sus contenidos y los recursos disponibles de información.