.....Hola amigos:
.....Ayer fue un día muy bueno para la actividad
creativa, créanme. Me fui con mi amigo el poeta Zianne
Khodja al Sur. El motivo no era otro que la
presentación del libro de Miguel Ángel Galindo
LOS CASTIGADORES, se trata de una buena
iniciativa del Centro Cultural de Adeje.
.....Allí nos encontramos con numerosísimo público amante de estas celebraciones literarias. Lo pasamos muy bien, charlamos con los poetas y vecinos de la Villa e intercambiamos algunos pareceres y ediciones.
.....Aquí está el texto que fue leído en
aquella circunstancia
Un Safari por el Mundo Clásico de Miguel Angel Galindo
......Galindo, este poeta sin molde, sintético y Miguel Ángel profundo, ritmoso y desinhibido, alimentado a veces en los propios pechos de la tradición surrealista y su espinosiano maestro Agustín, es a ratos presencia indolente y otras, fuerza arcaizante que nos convida hoy al justiprecio de la liturgia que entraña la viva luz de su poemario Los Castigadores.
......Safari por la Mitología más clásica a ratos modernista, barroquizante, hermético, eclecticista o postmoderno, que apoya su trayecto en las referencias contradictorias de su entorno. Levantándose con Lorca en la dolorosa pérdida de la justiciera e incontaminada infancia, enfrenta la mirada judía a la griega y apoyado en el seis de los omeyas que nos condena a la perversión, se detiene en el imaginismo procesual de la muerte que planea sobre Jorge Guillén.
......Miguel Ángel Galindo es en este libro una llama en la mesilla del desván planetario de nuestro tiempo, como gusta definirse al personaje fundente a su aspirador, reconozcamos con él nuestra ultraperificidad cósmica y tal vez algo cómica. Pero cuidado no despertemos las iras de los umbilicales dioses. Así transita como nómada las circunvoluciones de un destino, a cuenta del amor: único delito que equilibra. El poeta ya se enfrentó a bellos animales curvos en otro tiempo y no sabemos si salió o no ileso de las furias de Venus. No hay en el paisaje farmacias de coral, ni hoteles celulares, ni pasan taxis copulativos. Para hacerse el culto a uno mismo no hacen falta sino dos velas. La ida dada a la mujer arranca en letras de Ananga Ranga y en todas las erógenas imágenes de los amantes salvajes . Así en la ruda batalla contra la perversa Medea, el poeta invoca a Belcebú, en cuyos cuernos representativos husmea. El abatimiento no es sólo pérdida de la amada, también vacuidad ante nuestro tránsito por la existencia, lo que no obsta para que arrebatadamente y con violencia perjure contra lo femenino destructor y su bestiario.
......Música, ritmo y prosodia encadenando vocablos como un rapero clasicista que toma naranjas en vuelo con la boca. Que frunce pechos que perforan la sangre de los monstruos del fin de siglo. Envenenados que estamos, en la pornográfica vida que nos ha tocado en suerte. ¿quiénes son los malos de la Antigüedad? desde Caín a Pinochet, alguno se rebela y es justo que así lo haga por no caer en detestables inocencias. Infamias y males que avista el perverso almirante nietszcheano o el trémulo vigía de ojos de terciopelo. Aparece la biela de los grandes momentos que diría Gutiérrez Albelo. Y mientras penetro en el laberinto que el poeta ha trenzado sabiamente, ilumino lo que oculto quiere revelarse. Y un Universo incostestable como clítoris de Safo ante quien la retención seminal deviene trampa y rotundo engaño. Hombre empequeñecido como pene de ochenta años más o menos.
......Se requiere una persistente hermenéutica para mostrar el íntimo paisaje, el escenario. La ablación, el sometimiento a que son destinadas las mujeres, la niña de napalm del penúltimo poema, nos covidan a una histórica y desagradable cotidianidad. Los perros a la puerta de los infiernos, cuyo fuego nos salpica, Modifica el fenómeno Que tú, Poder, Dictas cuánto ha de abrazarnos Jericó anteceden a la invocación a la máxima instancia para que ejecute la catártica transformación y caigan las murallas de la zafiedad ante el pueblo elegido. El texto como pretexto bebe en las fuentes de pasajes míticos que en varias culturas describen las desventuras amorosas de los dioses.
......Los castigadores y las castigadoras usan de las furias, se embeben a veces en el daño que infligen. Qué ocurre con ellos, ellas, más tarde, nos preguntamos. Por de pronto Justine despelleja a sus maridos y los embalsama con cúrcumas y delicias hasta convertirlos en meras estatuas de bronce.
......La crueldad de estas vengadoras no tiene límites.Quizá la siembra masculina de estos vientos de violencia despierten luego tempestades que mejor no conocer. Belcebú, Erinja, Glauco, Medea, Ulises, Juppiter Ammon, Anteo, Ariel y Justine son los personajes en el arcano lejano cuyas metáforas deconstruye.
......Pero qué tienen esos dioses que no tengamos nosotros parece inquirirse nuestro agonista. ¿los coitos de los dioses son efímeros, circunstanciales y conducentes a veces a la desesperación y el vacío? La gloria es relativa y en los textos cristianos ulteriores nada queda prístino. No hay cáliz ni vaso mirryno que apurar sin cinerarios y así nuestro héroe es recorrido por un sudor frío que proviene de los más remotos hielos de la nevera de los siglos. Sólo la Eternidad les pertenece, el poeta ha quedado congelado casi como un producto anónimo en los estantes de una gran superficie. Pero se rebela y contra la miseria sexual y otras, propone impalas de semen, diafragmas bisexuales, acuarios pornógrafos, mausoleos mariquitas, óvulos acorralados y espaldas jadeantes. Es el sexo como un destino entre el amor y la muerte. El mundo clásico no es sólo un telón de fondo, es memoria, proteína y humo del Adriático. Llegan de India, de África o Judea y hacen sonar sus trompetas. También se suman los eunucos, libios y egipcios en el tapiz imperial. Y hay pájaros e insectos que se avizoran y un asalto de exotismo, plantas aromáticas, cúrcumas, quizá hasta cochinilla, azafrán para vencer el dulce desprecio de los rompecorazones y las iras de los que han sido abandonados a su suerte como Orfeo. Aquellos que más aman en la ausencia. Quienes dejan de amar. Los dioses también lloran, ahí está el precipicio que bordea el cernícalo en el Sur o una aldea helénica de preguntas silentes, preguntas de siempre. A nuestro lado la multitud sueña o se solea, ajena a la muerte. Son paganos, no aman la luz griega del Sur. Su pasado enclave. Estamos en otro tiempo. Donde el souvenir apenas prosperaba ni tenía auge. Todo entrañaba magia. Y Adexe era como una planta aromática, una divinidad verde claro y no un palo quemado por hordas clericales y tuercas apostólicas primero y más tarde por trompetas inmobiliarias.
......La isla es hoy la periferia
del Sur y no al revés. Hace ya un tiempo que los escritores y
poetas de estas tierras han conquistado con talento el panorama
de la creación, aportando con su fuerza telúrica lo más
sublime a nuestro imaginario insular. Isaac de Vega, Cándido
Hernández, Juan José Delgado, Ignacio Gaspar y proyectos como
La Teja de Bogotá, Taramela, Benchomo, etc. vinieron a reclamar
la árida mirada para nuestro protagonista, la desnudez insólita
de nuestra verdadera personalidad. La voz grave y fresca de
Miguel Ángel Galindo se separa del coro de plañideras. Soles
bramantes, arenas, aulagas, historias de hambrunas, y de piratas,
de fantasmas , de huidas y de milagros, también de logias y
venta de esclavos. El Sur es capitalidad, cosmopolitismo, pero
también esperpento al que hay que dar contención. Por ello el
Mundo Clásico del que se vale nuestro poeta es el idóneo.Tiene
todos los ingredientes para patentizar la batalla. Entre la
memoria y el olvido campan fuerzas naturales, semidioses, héroes
y vengadoras, potencias cósmicas, y hombres y mujeres.
Roberto Cabrera
El fondo, está basado en los dibujos de Lorenzo Gorrín, realizados para el libro