1836- 07-06; OM 397; ch310015.doc
INTRODUCCION
Solicitud
de hermanos maristas para América. Según
la expedición autógrafa, APM, fondo Valbenoîte. Habiendo dejado Lyon el 4 de enero y el Havre
el 17, el padre Fontbonne había desembarcado en Nueva Orleans
el 5 de marzo y había sido ubicado por monseñor Rosati
en la catedral de Saint Louis. Es de allí que escribe al padre Rouchon y, a
través de él, a todos los Maristas. Esta pieza tiene relación con el archivo de
las relaciones entre el párroco de Valbenoîte y los aspirantes maristas y con
aquel de las relaciones de la Sociedad de María con el nuevo mundo, donde esta
última no pondrá pie hasta 1863.
TEXTO
Mr Rouchon, curé de Valbenoîte, près St Etienne ou Mr Champagnat,
Supérieur des frères maristes de l’Hermitage France, Dép de la Loire (Forest). |
Sr Rouchon, párroco de
Valbenoîte, cerca de St Etienne o[1] Sr Champagnat, Superior de los hermanos maristas del Hermitage. Francia, departamento del Loira (Forest). |
Vive Dieu! St Louis le 6 juillet 1836 |
¡Viva
Dios! San
Luis, 6 de julio de 1836 |
Monsieur le curé, |
Señor
párroco, |
[1] Je suis réellement confus d’avoir tardé si longtemps de vous écrire,
de même qu’à M. Champagnat, vu que la reconnaissance m’y oblige. Je ne ferai
pas plusieurs lettres; celle-ci sera commune pour tous les maristes auxquels
je pense très souvent et à chacun d’eux en particulier. On attend de ceux qui
sont loin des nouvelles longues et intéressantes, et bien souvent, il n’y en
pas; telles est la circonstance où je me trouve. Il sera nécessaire que je
vous parle de moi et des miens, quoique cela ne convienne pas, si je veux
vous dire quelque chose. Je remercie bien vos chers paroissiens tous ensemble
de toutes les marques d’attachement qu’ils m’ont données. Mr. Champagnat
voudra bien aussi me rappeler au souvenir des MM. de la Valla et de leurs
paroissiens. Je me recommande à toute vos bonnes prières,
et à celles de mes confrères et des fidèles qui m’ont vu parmi eux. |
[1]
Estoy realmente apenado de haber tardado tanto en escribirles a usted y al P.
Champagnat, sobre todo por el agradecimiento que les debo. No enviaré varias
cartas; ésta será común para todos los maristas, en quienes pienso tan
frecuentemente, como grupo y como individuos. De los que están lejos se
esperan numerosas e interesantes noticias, aunque con frecuencia no haya ni
unas ni otras, lo que actualmente es mi caso concreto. Es preciso pues que
les hable de mi y de los que me rodean, aunque esto
sea de mal gusto, para poder decirles algo. Mucho agradezco a sus queridos
feligreses, a todos, las muestras de afecto que me han dado. El P. Champagnat
tendrá también la amabilidad de hacerme presente en el recuerdo de los
Pastores de La Valla y de sus feligreses. Me recomiendo a sus oraciones, a
las de mis cohermanos y a las de los feligreses que me conocieron. |
[2] Qu’il serait à souhaiter qu’il eu ici de bons
maîtres d’écoles primaires! Quel bonheur si les enfants catholiques pouvaient
être soustraits à ces écoles où ils apprennent dès l’enfance à haïr leur
Mère! Dernièrement je gémissais et tombais presque d’abattement en pensant
combien les français ont des secours en ce genre dont-ils abusent. S’il y
avait ici quelque frère de Marie! Je communiquai mon idée à l’évêque et aux
Père Jésuites. Ils me dirent que des instituteurs français ne feraient rien
dans ces pays; il faut absolument parler anglais. Si on pouvait former
quelques frères, leur faire apprendre pour l’amour unique de Dieu ce jargon
barbare, on assurerait le catholicisme pour toujours en Amérique. Vous ne pourriez
pas vous imaginer combien les enfants qui ne sont pas encore gâtés ont
d’heureuses dispositions. Mr. Roux m’a dit que si Mr. Champagnat voulait
faire un acte héroïque pour l’Amérique et nous envoyer trois bons frères,
solides et aimants Dieu, il se chargerait de leur procurer une maison et
quelques arpents de terre dans sa mission. Il se fera mariste et nous
sacrifieront tout et nos propres personnes. Il m’a beaucoup demandé de
détails sur Valbenoîte, des nouvelles de Mr. de Saint Jean, de Mr. Rouchon et
surtout de l’école de Mr. Champagnat; celle-ci lui est à coeur. |
[2]
¡Cómo nos gustaría que hubiera por acá buenos maestros de escuela primaria!
¡Qué dicha si los niños católicos pudieran ser sustraídos de esas escuelas en
donde se aprende desde niños a odiar a su Madre! Recientemente yo me
lamentaba y casi caía en una depresión de pensar cuánto los franceses hemos
sido socorridos [de Dios] y de lo mucho que se abusa de ello. ¡Si pudiese
venir acá algún Hermano de María! Compartí mi idea con el Obispo y con los
padres Jesuitas. Me han dicho que maestros franceses no harían nada en este
país; es imprescindible tener dominio de la lengua inglesa. Si se pudiera
formar a algunos hermanos haciéndolos aprender, por el exclusivo amor de
Dios, esta lengua bárbara, consolidaría el catolicismo para siempre aquí en
América. Usted no podría imaginarse ni hacerse una idea de cuántas y tan
bellas disposiciones poseen tantos niños que aún no se echan a perder. El P. Roux[2]
me dijo que si el P. Champagnat quisiera hacer un acto heroico de caridad en
favor de América y mandara tres Hermanos fervorosos, sólidos y enamorados de
Dios, él se encargaría de proporcionarles casa y algún campo de labranza en
su misión. [Entonces] él se hará marista, y nosotros lo sacrificaremos todo,
aún nuestras propias personas. Me ha pedido detalles sobre Valbenoîte,
noticias del P. de St. Jean, del P. Rouchon, y sobre todo, de la escuela del
P. Champagnat; ésta es su consentida. |