Del H. FRANCISCO[1] al INSTITUTO[2]

1840-06-06; CSG 1, 41; ch310022.doc

 

INTRODUCCION

 

Circular a los Hermanos comunicando la muerte de Marcelino Champagnat en el Hermitage y otros datos relativos al tema. Según la impresión en la página 41 de “Circulaires des Supérieurs Généraux de l’Institut des Petit Frères de María” 1817 – 1917, primer volumen. Librairie Catholique Emmanuel Vitte, Lyon-París, 1914. El autor de Circulaires no cita fuentes en AFM, puesto que en el momento en que se editan las Circulares los archivos habían sido trasladados apresuradamente a Grugliasco y no estaban clasificados aún. En la clasificación actual, la mayoría de los escritos de Francisco (activos y pasivos) están en los dossieres individuales, AFM 500.

 

TEXTO

 

[1] Le samedi six juin, à quatre heures et demie du matin, notre bon Père Supérieur s’est endormi dans le Seigneur, après trois quarts d’heure d’une douce agonie. Ses funérailles auront lieu à Notre Dame de l’Hermitage lundi prochain, huit du courant, à huit heures et demie du matin.

 

[1] El sábado seis de junio, a las cuatro y media de la mañana, nuestro buen Padre Superior se durmió en el Señor, después de tres cuartos de hora de una suave agonía. Sus funerales serán en Nuestra Señora del Hermitage, el lunes próximo, día ocho de los corrientes, a las ocho y media de la mañana.

 

[2] Dans cette douloureuse circonstance, nous vous invitons à confondre avec nous vos larmes et vos espérances. Pleurons un bon père, un digne Supérieur et Fondateur, un saint prêtre de Marie, notre appui, notre guide et notre tendre consolateur. Pleurons puisque la mort nous enlève celui qui savait si bien partager nos peines et diriger nos pas dans la route du salut. Il a terminé une vie pénitente, laborieuse et toute remplie d’oeuvres de zèle et de dévouement par les souffrances d’une longue et cruelle maladie. Sa mort a été comme sa vie toute pleine d’édification: nous ne doutons pas qu’elle n’ait été précieuse aux yeux de Dieu.

 

[2] En esta dolorosa circunstancia, les invitamos a que mezclen sus lágrimas con las nuestras, y a que unan sus esperanzas a las nuestras. Lloremos a un buen padre, un digno Superior y Fundador, un santo sacerdote de [la Sociedad] de María, nuestro apoyo, nuestro guía y nuestro tierno consolador. Lloremos, pues la muerte nos arrebata a aquél que sabía tan bien compartir nuestras penas y dirigir nuestros pasos en el camino de la salvación. [El] ha coronado una vida de penitencia y trabajo, totalmente llena de obras de celo y dedicación apostólicos, con los sufrimientos de una larga y cruel enfermedad. Su muerte ha sido como fue su vida: altamente edificante. No dudamos de que haya sido grata a los ojos de Dios.

 

[3] Que cette pensée nous console et nous encourage. Nous aurons un protecteur de moins sur la terre; mais il le sera plus efficacement et plus puissamment encore dans le ciel auprès de la divine Marie à la quelle il nous a tous donnés en mourant. C’est à nous maintenant de recueillir et de suivre avec soin ses dernières et si touchantes instructions, de le faire revivre dans chacun de nous en imitant les vertus que nous admirons en lui, et de nous resserrer plus que jamais autour de notre bonne et tendre Mère.

 

[3] Que este pensamiento nos consuele y nos anime. Tendremos un protector menos en la tierra, pero él nos será más eficaz, y su ayuda más poderosa aún, estando juntito a la divina María, a la que nos encomendó al morir. Toca a nosotros el recordar ahora y seguir con esmero sus últimas y conmovedoras instrucciones, el hacerlo revivir en cada uno de nosotros mediante la imitación de las virtudes que admiramos en él, y el estrechar más que nunca los lazos entre nosotros, alrededor de nuestra buena y tierna Madre.

 

[4] Pour entrer dans les sentiments d’une juste et pieuse reconnaissance et répondre aux désirs de vos coeurs, nous avons arrêtés ce qui suit: (...) 4º Au commencement de chaque mois, pendant le reste de l’année, on relira le testament spirituel qui doit être conservé avec beaucoup de soin. 5º Il sera envoyé de la Maison Mère dans chaque établissement un détail circonstancié de la maladie et de la mort de notre bon Père Supérieur. Son portrait a été tiré au naturel et vous sera remis à la première occasion.

 

[4] Para ajustarnos a los sentimientos de un justo y filial agradecimiento, y responder a los anhelos de sus corazones, hemos dispuesto lo siguiente: (...) 4º Al inicio de cada mes, durante todo lo que queda del año, se leerá el testamento espiritual, que debe ser conservado con gran cuidado [veneración]. 5º De la Casa Madre se enviará a cada comunidad el relato en detalle de la enfermedad y de la muerte de nuestro buen Padre Superior. Su cuadro ha sido hecho del natural; pronto les será remitido [copia de él].

 

 



[1] Gabriel Rivat. Nace en la aldea de Maisonnettes el 12 de marzo de 1808 y muere el 22 de enero de 1881 en l’Hermitage. Llega a La Valla llevado por su madre: “Entregado por mi madre a María, al pie del altar de la capilla del rosario en la parroquia de La Valla, salí del mundo el miércoles 6 de mayo de 1818”. Tenía entonces 10 años; acababa de hacer su Primera Comunión el 19 de abril. El 8 de septiembre de 1819 recibirá el hábito marista. M. Champagnat le iniciará en el conocimiento del latín. Da clases en La Valla, luego es nombrado cocinero en Marlhes (1820). Será encargado de la “primera clase” en Vanosc, luego en Boulieu hasta las vacaciones de 1826. El 11 de octubre de este mismo año (1826) hace la profesión perpetua y comienza con el servicio directo al p. Champagnat. Nunca más saldrá de las labores propias del gobierno y la administración. En 1831 es nombrado oficialmente Secretario del p. Champagnat, lo que equivalía a ser Secretario del naciente Instituto. El 12 de octubre de 1839 es elegido “Director General” por los hermanos reunidos en asamblea, bajo la dirección de los padres Colin y Champagnat. El generalato le ocupará los 20 años siguientes. Estará en tal cargo hasta 1860 en que dimite. Será reemplazado por el Hno. Luis María. Se empeñó en ser como “el retrato viviente” del fundador. Fue el hombre providencial para el momento de consolidación del Instituto luego de la muerte de su fundador.

 

[2] Según CEPAM, Lugares de Encuentro 1994, a la muerte del Fundador habían ingresado al Instituto 471 hermanos o candidatos, 69 de éstos se habían retirado, 48 habían fallecido en el Instituto antes que él, quedando un total de 318 el día de su muerte. También se habían fundado 58 casas y 6 se habían cerrado, quedando 52 al momento de su fallecimiento.

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