Del H. FRANCISCO[1] al INSTITUTO

1840-09-08; CSG 1, 43 ; ch310024.doc

 

INTRODUCCION

 

Circular a los Hermanos convocándoles al retiro anual, el primero sin la presencia del Fundador. Según la impresión en la página 43 de “Circulaires des Supérieurs Généraux de l’Institut des Petit Frères de María” 1817 – 1917, primer volumen. Librairie Catholique Emmanuel Vitte, Lyon-París, 1914. El autor de Circulaires no cita fuentes en AFM, puesto que en el momento en que se editan las Circulares los archivos habían sido trasladados apresuradamente a Grugliasco y no estaban clasificados aún. En la clasificación actual, la mayoría de los escritos de Francisco (activos y pasivos) están en su dossier individual, AFM 500.

 

TEXTO

 

[1] La pensée la plus chère au coeur de notre bon Père dans les derniers moments de sa vie a été de voir toujours les Frères de Marie réunis dans les sentiments d’un même coeur et d’un même esprit, ne formant tous qu’une même famille et retraçant parmi eux la sainte charité des premiers chrétiens.

 

[1] El pensamiento más caro al corazón de nuestro buen Padre, en los últimos instantes de su vida, fue el de que los Hermanos de María se mantuvieran siempre en los sentimientos de un mismo corazón y espíritu, no formando sino una sola familia y haciendo revivir entre ellos la santa caridad de los primeros cristianos.

 

[2] En vous appelant, comme les années précédentes à venir passer quelques instants dans le silence et le repos de la solitude, nous espérons que vous réaliserez plus que jamais ce voeu si ardent de notre bon et pieux Fondateur. Une fraternelle cordialité présidera à notre réunion. Nous resserrerons de nouveau les liens si doux et déjà si forts qui nous unissent dans les Saints Coeurs de Jésus et de Marie et nous vérifierons ces paroles du Prophète royal: Voyez combien il est avantageux et agréable de vivre ensemble comme des frères dans les douceurs d’une sainte union.

 

[2] Al convocarlos a Ustedes, siguiendo nuestra costumbre de años precedentes, a que vengan a pasar unos días de silencio y descanso en la soledad, esperamos que llevarán a cabo, más que nunca, ese deseo ardiente de nuestro bueno y piadoso Fundador. Una fraternal cordialidad presidirá nuestra reunión. Estrecharemos de nuevo los lazos, tan agradables y fuertes que nos unen en los Sagrados Corazones de Jesús y de María. Confirmaremos esas palabras del Rey Profeta: Ved que ventajoso y agradable es vivir juntos como hermanos en la suavidad de una santa unión.

 

[3] Il ne nous sera pas donné de jouir comme autrefois de la présence sensible de celui qui fut si longtemps notre pasteur et notre père; mais nous le retrouverons dans les monuments de son zèle et de son dévouement pour nous, dans le souvenir de ses pieuses leçons, dans le mutuel récit de ses vertus et de ses saints exemples. Il sera au milieu de nous par son esprit et, nous osons l’espérer, par l’efficacité de son crédit auprès de notre bonne et commune Mère.

 

[3] No podremos gozar, como antes, de la presencia física de aquél que por largo tiempo fue nuestro pastor y padre; pero nos encontraremos con él en los monumentos de su celo apostólico y de su dedicación por nosotros, en el recuerdo de sus fervorosas pláticas, en el narrarnos mutuamente sus virtudes y sus santos ejemplos. Estará en medio de nosotros por su espíritu, y, nos atrevemos a esperarlo, por la eficacia de su crédito ante nuestra buena y común Madre.

 

[4] Bientôt peut-être l’heure suprême sonnera aussi pour nous. La mort nous donne chaque année de nombreuses et frappantes leçons; hâtons-nous donc de retremper nos âmes dans les fontaines du Sauveur et de les renouveler par les exercices d’une bonne retraite. Réunissons-nous auprès des tombes modestes de notre Père et de nos Frères pour apprendre d’eux à bien mourir en apprenant à bien vivre.

 

[4] Tal vez pronto sonará también para nosotros la hora suprema. La muerte nos da cada año numerosas e impactantes lecciones; apresurémonos, pues, en saciar nuestras almas en las fuentes del Salvador y en renovarlas mediante un buen retiro. Reunámonos en torno a las tumbas modestas de nuestro Padre y de nuestros Hermanos para aprender de ellos a bien morir aprendiendo a bien vivir.

 

 



[1] Gabriel Rivat. Nace en la aldea de Maisonnettes el 12 de marzo de 1808 y muere el 22 de enero de 1881 en l’Hermitage. Llega a La Valla llevado por su madre: “Entregado por mi madre a María, al pie del altar de la capilla del rosario en la parroquia de La Valla, salí del mundo el miércoles 6 de mayo de 1818”. Tenía entonces 10 años; acababa de hacer su Primera Comunión el 19 de abril. El 8 de septiembre de 1819 recibirá el hábito marista. M. Champagnat le iniciará en el conocimiento del latín. Da clases en La Valla, luego es nombrado cocinero en Marlhes (1820). Será encargado de la “primera clase” en Vanosc, luego en Boulieu hasta las vacaciones de 1826. El 11 de octubre de este mismo año (1826) hace la profesión perpetua y comienza con el servicio directo al p. Champagnat. Nunca más saldrá de las labores propias del gobierno y la administración. En 1831 es nombrado oficialmente Secretario del p. Champagnat, lo que equivalía a ser Secretario del naciente Instituto. El 12 de octubre de 1839 es elegido “Director General” por los hermanos reunidos en asamblea, bajo la dirección de los padres Colin y Champagnat. El generalato le ocupará los 20 años siguientes. Estará en tal cargo hasta 1860 en que dimite. Será reemplazado por el Hno. Luis María. Se empeñó en ser como “el retrato viviente” del fundador. Fue el hombre providencial para el momento de consolidación del Instituto luego de la muerte de su fundador.

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