1864-12-24;
OM 888; ch310027.doc
INTRODUCCION
Precisiones
a la Vida del Padre Champagnat por el Hno. Juan Bautista; sus relaciones con
los primeros Maristas. Según la
expedición autógrafa, AFM; editada con algunos retoques en CSG 3, 544-545. En
los archivos actuales la correspondencia del Hno. Luis María está en AFM 520. A propósito de una solicitud de hermanos
maristas para una parroquia de su diócesis, el cardenal Donnet, arzobispo de Bodeaux, que acaba de leer el libro de Juan Bautista, evoca
el período ya lejano de los orígenes maristas. Visto el fin interesado de su
carta, está llevado a sobredimensionar su propio rol, pero su testimonio merece
ser escuchado, pues este futuro príncipe de la Iglesia
había estado bien ubicado para decir oportunamente su palabra a uno u otro de
los protagonistas de esta historia. Nacido el 16 de noviembre de 1795 en Bourg-Argental, Loire, Fernando Donnet, despues
de sus estudios secundarios en el colegio de Annonay, había entrado en San
Ireneo en noviembre de 1813, al mismo tiempo que Colin y Champagnat. Hizo con
ellos la teología, pero en razón de su edad, debió esperar algunos años la
recepción de las órdenes mayores. Profesor de humanidades en el colegio de
Belley de 1816 a 1819, recibe la ordenación al presbiterio el 7 de marzo de
1819 en Grenoble. Luego de varios destinos en otras diócesis, en 1827 es
nombrado párroco de Villefranche. En 1835 es consagrado obispo coadjutor de
Nancy. En noviembre de1836 es nombrado arzobispo de Bordeaux,
silla que ocupará hasta su muerte, el 23 de diciembre de 1882. Recibió el
cardenalato el 15 de marzo de 1852.
TEXTO
Archevêché de Bordeaux. |
Arzobispado
de Bordeaux. |
Bordeaux,
le 24 Xbre 1864 |
Bordeaux, 24 de
diciembre de 1864. |
[1] J’ai lu, mon très cher Frère, avec une immense édification la vie de
votre excellent et toujours si regrettable [regretté] fondateur; nous étions
presque compatriotes et il a fait tout son séminaire avec moi, et placé, soit
dans la classe de théologie, soit dans le corridor où se trouvaient nos
cellules, tout à fait encore à côté de moi; c’était, comme le dit l’auteur de
la Vie, un des hommes les plus dignes à tous égards. Il m’avait souvent le
confident de ses pensée les plus intimes. Rien donc
dans l’histoire de sa vie ne m’a étonné. Je ferai lire cette Vie au
réfectoire de mon grand séminaire à la prochaine retraite pastorale. Il en
résultera un grand bien. |
[1]
Mi querido Hermano, he leído con gran edificación la vida de su excelente y
siempre llorado fundador; éramos casi copaisanos[1];
hizo su seminario conmigo; su colocación, sea en la clase de teología o en el
corredor donde se encontraban nuestros cuartos, era siempre la de vecino mío.
Tal como lo describe su biógrafo, era un hombre digno de todo elogio. Con frecuencia
me comunicaba sus pensamientos más secretos. Así pues, nada en la narración
de su vida me ha chocado. Haré leer su biografía en el comedor del seminario
mayor durante el próximo retiro pastoral. Producirá mucho fruto. |
[2] Je crois qu’il serait bon de retrancher, non ce qui regarde M.
Courveille, mais de ne donner que l’initiale de son nom. M. Champagnat n’est
point entré au grand séminaire en 1812, mais le 1er. novembre 1813. Monsieur
de Saint Trivier n’a été pour rien dans la
fondation des frères de St. Sauveur. L’honneur en est tout entier à la
famille Colomb de Gaste. M. de Saint Trivier a beaucoup fait pour l’école de Bourg-Argental,
de concert avec M. de Pleyné, gendre de M. de Sablon
et qui était alors maire de ma petite ville natale. Vous ne trouverez pas
mauvais que je revendique ma part dans ces deux créations: ayant conservé des
rapports de vieille amitié avec le père Champagnat dans les diverses positions
que la Providence m’a faites, c’est sur mes instances et celles des autorités
locales qu’il consentit à donner ses premiers frères à St. Sauveur et au
Bourg et à nous envoyer, de concert avec le père Colin, lui aussi mon ancien
frère d’armes du grand séminaire en 1813, 14, 15 et 17, une colonie de pères
maristes dans mon diocèse en 1838. Le Père Chanut a été le premier supérieur
des missionnaires de Verdelais, établissement qui est devenu un de plus considérables
de la Compagnie. |
[2]
Me parece que sería conveniente retocar lo referente al P. Courveille, no
dando el nombre completo, sino sólo sus iniciales. El P. Champagnat no
ingresó en el Seminario Mayor en 1812, sino el lº
de noviembre de 1813[2].
El Sr. de St. Trivier nada tuvo que ver con la
fundación de la escuela de los Hermanos en St. Sauveur. Todo el mérito del
asunto recae sobre la familia Colomb de Gaste[3].
El Sr. de Saint Trivier hizo muchísimo por la
escuela de Bourg-Argental,
junto con el Sr. de Pleyné, suegro del Sr. de Sablon, alcalde por ese entonces de mi pueblecillo natal.
Ud. no encontrará fuera de lugar el que yo reivindique mi contribución en
ambas fundaciones: habiendo conservado nuestros lazos de vieja amistad con el
P. Champagnat, a lo largo de las diversas encomiendas que me ha dado la
divina Providencia, se debió a mis instancias, y a las de la autoridad local,
que [el P. Champagnat] accedió a concedernos Hermanos a St. Sauveur y a Bourg[4];
y a que se nos enviara, de común acuerdo con el P. Colin, viejo compañero de
armas él también allá por los años 1813, 14, 15 y 17, una colonia de padres
maristas para mi diócesis, en 1838[5].
El P. Chanut fue el primer superior de los misioneros de Verdelais.
Esta casa ha llegado a ser una de las más importantes de la Compañía. |
[3] Je suis entré, mon très-cher frère, dans
tous ces détails pour que vous n’ayez plus le courage de nous refuser des
frères pour la paroisse de Gironde. |
[3]
Entro, mi queridísimo hermano, en todos estos detalles para que usted no
tenga el coraje de rehusarnos hermanos para la parroquia de Gironde. |
[4] Je suis non seulement un des meilleurs amis de votre ordre, mais
presque un de ses fondateurs. J’avais prédit au P. Champagnat les mauvais
tours que lui jouerait M. Courveille. |
[4]
Yo soy uno de los mejores amigos de su Orden, es más, casi uno de sus
fundadores. Le había predicho al P. Champagnat la mala jugada que le haría el
P. Courveille[6]. |
J’avais apaisé plus d’une fois M. Bochard. Je vous avais rendu favorable
Mgr. de Pins et j’avais, averti par M. Cholleton, déjoué quelques unes des
conspirations de M. Cattet et fait tomber les préventions qu’on avait inspirées
à M. Dervieux, curé de St. Pierre, contre l’ordre tout entier, dont, à un
certain moment, il ne voulait pas plus entendre parler que M. Allirot de
Marlhes. J’ai encore la lettre que m’écrivit M. Dutreuil,
son successeur, qui fut mon vicaire à Villefranche en 1828, sur les derniers
moments du P. Champagnat. M. Dutreuil regarde comme
un de ses plus touchants souvenirs les derniers moments de votre fondateur.
“La scène dont je viens d’être témoin dans une cellule de la Maison Mère de
l’Hermitage, me disait-il, restera gravée dans mon coeur en caractères
ineffaçables”. |
Había
calmado más de una vez al P. Bochard[7].
Incliné en su favor a Mons. de Pins[8];
y además me tocó deshacer, advertido por el P. Cholleton, algunas de las
conspiraciones del P. Cattet[9]
y hacer caer las prevenciones que se habían inspirado al P. Dervieux, Párroco
de St. Pierre, contra la Orden en su conjunto[10],
de la que nada quería saber, al igual que lo hacía el P. Allirot en Marlhes[11].
Aún conservo la carta que me escribiera el P. Dutreuil,
su sucesor, y que había sido mi coadjutor en Villefranche, en 1828, y en la
que me narra los últimos momentos del P. Champagnat. El P. Dutreuil considera como uno de los recuerdos más
conmovedores esos últimos instantes de la existencia de su fundador. “La
escena que me tocó presenciar en uno de los cuartos de la Casa Madre del
Hermitage, me decía, se me va a quedar grabada en mi corazón con caracteres
imborrables.” |
[1] Marlhes, donde nació
Champagnat, está solo a 13 km en línea recta de Bourg-Argental, patria del
cardenal Donnet. Pero antes de la revolución la primera pertenecía a la
diócesis del Puy y la segunda a la de Vienne.
[3] Corrige a Juan Bautista t.
1, p. 101; cf. OM doc 754.
[4] La intervención de este jóven presbítero de Bourg Argental junto a uno de sus amigos de seminario para
decidirle a estas fundaciones es muy verosímil.
[5] No parece que el padre
Champagnat haya intervenido en alguna manera en la fundación de Verdelais, que no le concernía y a la que no deseaba enviar
a sus hermanos (cf. APM 914.113). El cardenal hace manifiestamente una mezcla
de todo para encontrar relaciones con el instituto de los hermanos.
[6] El seminarista Donnet, se
ha visto, residía fuera de la diócesis de Lyon de noviembre de 1822 a agosto de
1827. Como, en esta última fecha, el padre Courveille había ya causado al padre
Champagnat las penas de que hace alusión aquí el cardenal, la predicción se
situaría antes de 1822, pudiese ser en la misma época del seminario.
[7] En las fechas en que
Champagnat y Bochard se enfrentaban (1819-1821), Donnet estaba de misionero en
al diócesis de Lyon, en Chartreux, en una sociedad
fundada y protegída por Bochard. Es muy probable que
haya podido influir en favor de su antiguo compañero.
[8] Esto es poco probable, pues
estaba entonces en Tours. Además, monseñor de Pins mostró su favor al instituto
desde su llegada (cf. OM doc 95).
[9] Se sabe que monseñor
Cattet, encargado a fines de 1825 del cuidado de las comunidades religiosas,
tuvo relaciones, bajo este cargo, con los hermanos y los padres de la Sociedad
de María en la diócesis de Lyon hasta que monseñor Cholleton fue personalmente
designado para ocuparse de los Maristas (cf. OM docs.
147 y 267). En el entretiempo, monseñor Cholleton debió ciertamente y en más de
una ocasión moderar el celo de neófito de su colega (cf. OM doc.
151) y, no pudiendo intervenir directamente, habrá encargado estos asuntos a
terceros. Es difícil, en todo caso, suponer que en 1826, en el momento en que
monseñor Cattet hizo correr al instituto sus mayores riesgos (cf. OM docs. 757 y 159), una intervención del seminarista Donnet,
entonces en Tours. Éste pudo intervenir, al contrario, a partir de fines de
1827, siendo párroco de Villefranche, teniendo allí la ocasión de venir al
arzobispado y de usar su influencia junto a monseñor de Pins.
[10] Esta oposición del padre
Dervieux parece haber sido clara hacia Pascua de 1821 (cf. OM doc. 754), es decir en una época donde el seminarista
Donnet, aureoleado con el éxito de la gran misión que
predicó en Saint-Etienne, pudo muy bien haber tenido la ocasión de decir
algunas palabras eficaces al párroco decano del cantón vecino de Saint-Chamond.