(H. Ignacio Martínez Hernández, “Siguiendo sus pasos...”, Editorial Progreso, 1995, I Volumen, 240 pp., p.98)

HERMANO ARMANCE

Anice Henry Bouillard

Tres meses después de la llegada de los primeros Hermanos a Guadalajara, llegó a Mérida un segundo grupo de cinco, esta vez todos franceses. Venían encabezados por el H. Armance, entonces de 33 años. Estamos, pues, ante el cofundador de nuestra Provincia de México, en la región de Yucatán.

Nacido en Goudargues, Gard (Francia), el 21 de en enero de 1856, ingresó al noviciado de Saint Paul el 8 de septiembre de 1869. emitidos sus primeros votos en agosto de 1872, inició su apostolado sucesivamente en once pequeñas localidades del sur de Francia. En 1889, tras una breve estancia en Mataró (España) para familiarizarse con el español, partió el 9 de diciembre de 1890 como misionero a Colombia, en el segundo grupo que legó a esa nación.

El 17 de noviembre de 1891 iniciaron sus tarea didácticas los Hermanos Maristas en el Colegio de Santa Librada, de la ciudad de Cali. El H. Armance, en su carácter de Rector, impuso una organización muy acertada al establecimiento y, aunque los estudiantes lo señalaron con el apodo de “Robespierre”, es preciso reconocer que en su método no había ni exagera violencia, ni sistemática represión. Los estudios se hacían con toda regularidad y los estudiantes estaban siempre impelidos por saludables estímulos que concurrían a facilitar el aprovechamiento y a levantar el nivel moral en el compañerismo. La Junta de Instrucción Pública del Cauca acordó en julio de s1892 “un voto de aplauso a los profesores por el orden y disciplina que reinan en el establecimiento”. Esta elocuente manifestación de aprecio hacia los Hermanos, fue seguida de la condecoración con medalla de plata, de la Asociación de Padres de Familia “al H. Armance en reconocimiento de sus méritos como educador y en agradecimiento a la comunidad marista que con él colabora en la educación de la juventud caleña”.

El H. Armance permaneció en la Rectoría de Santa Librada hasta comienzos de 1897; fue entonces llamado al Segundo Noviciado y, al terminar éste, fue elegido para encabezar el grupo de 5 Hermanos fundadores del primer establecimiento en Mérida, en 1899.

En esta ciudad, los Hermanos se hicieron cargo de la escuela San Rafael, regenteada hasta entonces por seglares y sostenida por la Conferencia de San Vicente de Paul, con sección nocturna para obreros. Solamente unos meses permaneció el H. Armance en Mérida, pues el 2 de enero de 1901 inauguró en Zamora la escuela de Artes y Oficios de la Sagrada Familia. De esta escuela “salían los alumnos bien formados en la piedad y fervientes devotos de María; muy adelantados en gramática castellana, en francés y con nociones de agrimensura y teneduría de libros”.

Por otro lado, por el año de 1903 su hoja de servicios no está clara, pues aparece en Cotija y Uruapan, al mismo tiempo que recibiendo a una veintena de jóvenes franceses en el escolasticado, para ambientarlos a la lengua castellana e introducirlos a la pedagogía.

En 1908 pasó al Internado de San Joaquín, en Popotla, y en 1911 estuvo en el colegio de Puente de Alvarado. En 1912 ayudó en Guadalajara como ecónomo, de donde pasó a Cuba, al Internado de Cienfuegos. En mayo de 1917, ya bastante enfermo, fue llamado a San Antonio, Texas, en donde murió el 17 de octubre de ese mismo año. En edad, era entonces el decano de la Provincia: 61 años. Los Padres Oblatos le ofrecieron sepultura en su cripta de esa ciudad.

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