QUE COMO MARCELINO SEAMOS “TEJEDORES DE FRATERNIDAD"

Fórmula desarrolada

Padre bueno, dador de todo bien te agradecemos la presencia ya centenaria de los discípulos de tu siervo Marcelino Champagnat en nuestras tierras mexicanas. Hemos sido miles los beneficiados por esa presencia. Te damos gracias por tantos bienes que nos enviaste a través de ellos. Nos enseñaron a leer, a escribir, a jugar, a pensar, a relacionarnos contigo. También a amar a María como un niño a su madre. Qué bien nos cayó su insistencia en que María era nuestro Recurso Ordinario a quienes Ella en persona ya nos había dicho que nada nos afligiera pues corríamos por su cuenta. Bendícenos a todos los que de algún modo hemos sido contactados por ellos y haz que demos frutos de resurrección.

Te pedimos por nuestros Hermanos Maristas. Haz que sigan siendo “tejedores de fraternidad” y a nosotros concédenos la gracia de asumir ese mismo compromiso por doquiera donde andemos y trabajemos. El carisma que le regalaste a Marcelino ha fructificado en nuestra nación entusiasmando a muchos jóvenes a seguir los pasos de tu Hijo Jesús. Pero nuestros Hermanos necesitan hoy más vocaciones para hacer frente a tanta necesidad de la juventud de nuestra patria. Regálales muchas y buenas vocaciones. Dales perseverancia gozosa que se convierta en testimonio de vida plena.

Bendice los aciertos de la educación marista en nuestro México, y perdona sus fallas y omisiones. Haz que los Hermanos de hoy penetren más y más en medios necesitados de salvación hasta ahora poco frecuentados. Que atiendan a mayor número de pobres, tus preferidos y los de Marcelino. Y a nosotros ayúdanos a apoyarlos.

Y, finalmente, que la espiritualidad engendrada desde el carisma marista siga atrayendo a muchos hombres y mujeres que engrosen el movimiento Champagnat de la familia marista.

Todo esto te lo pedimos por intercesión de María y de Marcelino y en nombre de tu Hijo y nuestro hermano, Jesucristo. Amén.

Menú sobre el centenario

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