JESUCRISTO, HIJO DE DIOS Y HERMANO NUESTRO
TOMADO DE "REFLEXIONES PERSONALES BREVES SOBRE TEMAS VARIOS" DEL H. AURELIANO BRAMBILA

Los rechazos a Cristo se deben a las mutilaciones que se hacen a su figura, por “filtración selectiva” de quienes lo perciben, o por omisiones de los que lo presentan.
Jesucristo es el sí de todas las fidelidades.
“Y te preocupaste tanto al ver que no amábamos a nadie que dejaste tu cielo y te hiciste nuestro hermano. Nos perdonaste mil y mil veces hasta que te dimos muerte; ni en la cruz, tan injusta, renegaste de nuestro amor. Habías bajado para enseñarnos a amar, y lo hiciste de la única manera efectiva: amándonos.”
Viajar a Tierra Santa: más que contemplar el paisaje que vieron sus ojos, me gustaría contemplar los ojos que vieron esos paisajes.
Fue el pueblo más religioso de la tierra el que dio muerte a Jesús por las ideas religiosas que predicaba.
Ir a las fuentes: Cristo es la fuente de toda santidad. Sólo él salva a través del sacramento del bautismo. “Volver a las fuentes”, volver a Cristo. Esto es lo que hizo Marcelino y lo que nos pidió hacer.
“Si dices que me amas, diría Cristo, ámalos también a ellos.” De ahí lo lógico del encargo: “Pues apacienta mis ovejas.”
Jesús no fue llevado a la muerte por rufianes, sino por los representantes legítimos del “orden establecido”. Lo mejor estaba podrido.
Hasta hoy había visto a Cristo como quien afirmó los valores humanos. Desde hoy lo veré como la fuente de esos valores. ¿No es él el Verbo de Dios? Hemos de convertirnos al Dios de Jesucristo, corrigiendo la idea teista que tenemos acerca de la divinidad.
En la Comunidad Religiosa vivimos juntos mirando hacia la misma dirección: Cristo.
Nos alentamos a seguir amando a nuestro amigo común. El es el centro de nuestro interés. La vida comunitaria no es pues un simple mirarse recíproco, solazándose el uno con la presencia del otro.
A la primitiva comunidad cristiana le interesaba más la persona de Jesús que las palabras textuales de Jesús. Comprendió que Jesús era la gran palabra de Dios y que el evangelio no tendría que ser sino la narración de los hechos y actitudes de ese Jesús. Sus palabras eran cosa secundaria.
El pensamiento de Jesús nos chocó en todas las áreas. No pensábamos como él en prácticamente nada. Se había producido una desviación astronómica en los “piadosos”, debido a la manía de todo abstraer, generalizar y absolutizar.
A Jesús, sus enemigos lo sembraron, sin darse cuenta, pisoteándolo contra el polvo de la tierra; y él, como el grano de trigo, murió y produjo muchísimo fruto.
El milagro no puede estar al servicio de lo intramundano. No se agota ahí. Es signo de otra dimensión: el Padre que ofrece salvación. Sólo así cobra sentido pleno.
Jesús es el consagrado por antonomasia. Dios invade desde él a toda la creación. Dios es la finalidad de toda vida religiosa. Dios consagra por medio de los sacramentos y de la profesión. “Yo por ellos me consagro” significa acción del hombre, desde la acción de Dios.
Jesús tomó muy en serio la encarnación, por eso murió.
El “se busca “ de los posters juveniles con la imagen de Jesús es la acusación más paladina del fracaso de los cristianos. No hemos sabido prolongar a Jesús...¡Y pensar que lo único que realmente importaba era amar como él amó!...
Desde que el Verbo se hizo carne, no hay verdadera presencia de Dios sin el hombre. Ningún simple paisaje igualará la grandeza de un rostro humano, por más insignificante que parezca.
Invierno en el Hermitage. Cero grados de temperatura. Coloqué un vaso lleno de agua hirviendo en la repisa exterior de la ventana. “Calentará el aire”, me dije, sobándome las manos. Al principio salían bocanadas de vapor, veloces e intrépidas. Iban en plan de conquista. Yo sonreía maquiavélicamente. Pero pronto se acabó el vapor. Me sentí dolorosamente ridículo. Mi calentador del universo era una soberana estupidez. Y pensé, “esto se parece a la pretensión de querer salvar el mundo sin Jesús.”
Jesús: un hombre a la intemperie del Padre.
Ante los vendedores del templo, Jesús se portó con severidad: les tiró sus cosas. Sin embargo, cuando llegó donde estaban los que vendían palomas, suavizó un tanto su actitud. Les dijo que se las llevaran del atrio, y les explicó el porqué. Se me antoja pensar que Jesús no había olvidado lo que tantas veces le habrían contado José y María sobre su rescate mediante dos palomas. Además, en los puestos de esos vendedores se presentaba siempre la gente pequeña de Israel.
No sigo a Cristo para predicar el Evangelio, sino que predico el Evangelio porque sigo a Jesús.
El Espíritu Santo no reemplaza a Cristo, sino que lo perenniza.
Andar en tierra santa no añadiría nada a mi amor por Jesucristo, aunque sí sería una magnífica ocasión para manifestárselo.
Primordialmente no se trata de imitar la muerte de Jesús, sino su vida. Claro que esto nos llevará también a una muerte parecida a la suya.
Lo más medular del Evangelio sintoniza con lo más auténtico del hombre. Esto es, lo evangélico es lo realmente humano.
El único remedio a la intriga es un corazón evangélico.
Este no se deja manipular por los mecanismos que la intriga pone en marcha. La intriga es siempre “pica crestas”, pues pretende poner de su lado nuestros bajos instintos de venganza, rencor, odio...
Hermanos Maristas: evangelistas al estilo de Lucas. Nuestra misión es hacer conocer a Jesucristo, desde la visión de María.
Cuando leemos el Evangelio no podemos conservar nuestra actitud partidista. De lo contrario cada uno sacará del texto sagrado lo que pretendía. “Todo se puede probar con la Biblia”, se ha dicho. En efecto, el Evangelio, o se lee completo y con corazón de niño mejor no se lee.
La gruta de Belén era miserable y sucia, pero estaba abierta. Gracias a ello pudo recibir la visita del Salvador.
Cristiano comprometido. ¿Qué significa esto, en concreto? ¿Afiliado a un grupo ideológico? ¿No será más bien: enamorado de Cristo? Aspectos fundamentales como: subordinación del sábado al hombre, unidad del segundo mandamiento con el primero, unidad de los motivos por los que Jesús muere y los motivos por los que lo matan...indican cómo hay que buscar la unidad entre lo que es la salvación cristiana y lo que es la salvación histórica.
Todo bautizado tiene una vocación de encuentro dada la naturaleza de su bautismo. Su vida estará jalonada de encuentros y se plenificará con el gran encuentro.
Jesús vino a liberarnos de ideas religiosas falsas. Tal vez fue lo que le ganó tanta inquina de parte de un pueblo tan altamente religioso.
La Navidad es la fiesta de la humanidad. Ser cristiano no es una de las formas de ser hombre, sino la mejor forma de serlo.
La frase más importante: “He aquí el Cordero de Dios...” Pero en realidad no la creemos. Por eso seguimos tan distraídos.
Si la Eucaristía es cierta, no hay nada en el mundo más maravilloso que ella. Pero, entonces, no comprendo la actitud mía y la de muchos cristianos, incluidos religiosos y sacerdotes, ante el Sagrario.
El pan eucarístico transforma mi yo. Desde éste, Jesús quiere entrar en contacto con el mundo y transformarlo. El pan es inerte, aunque sea sabroso: ni ve, ni oye. Yo sí que puedo ver y oír. Es a través de mí como las personas podrán sentirse amadas, escuchadas, atendidas por Jesús.
Desde que Jesús fue condenado a muerte por el hombre, no creo en la justicia humana y estoy en contra de la pena capital.
No es lo mismo inmortalidad que resurrección. Aquella es sólo permanencia; ésta es superación, plenificación No todo dolor va camino de la resurrección.
“Jugarse su carrera por aquel pobre loco nazareno”...Judas pensó que eso era ya demasiado. Y lo abandonó. ¡Cuántos abandonos del seguimiento de Jesús ante el fantasma de la propia no-realización!
Otrs reflexiones sobre otros temas

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