PATRIMONIO ESPIRITUAL MARISTA |
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HERMANITOS DE MARIA |
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LA SANTIDAD DE MARCELINO: |
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INVITACIÓN A LA PLENITUD HUMANA |
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SAN
MARCELINO CHAMPAGNAT |
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18 DE
ABRIL DE 1999 |
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H. Aureliano Brambila de la Mora |
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CEPAM |
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Guadalajara,
Jal., México aurelianobrambila@usa.net;
cepam99@yahoo.com http://geocities.datacellar.net/athens/oracle/3630 |
El NUMERO DE DIOS DENTRO DE NUESTRO CENTENARIO
MARISTA:
· LA CANONIZACION DE SU FIEL SIERVO MARCELINO CHAMPAGNAT
CUAL ES EL SIGNIFICADO DE LA CANONIZACION
· Un reconocimiento oficial de algo que ya existía (vida ejemplar, está en
el cielo: goza de Dios.)
· Marcelino no lo necesita, pero nosotros, sí.
· Fue desde el 18 de abril de 1999, pero todavía no alcanzamos a sacarle
todo su significado.... Profundicemos...
PARTICIPACION DE LA SANTIDAD DE DIOS
Ideas
falsas o incompletas de la santidad: Todas ellas proceden de una idea errónea
de la divinidad o del ser humano
·
Si se identifica la divinidad con
la energía cósmica, la santidad será participación en el gran fluido. Y por lo
tanto, se trata ante todo de la adquisición de poderes raros y extraordinarios
·
Si se identifica la divinidad con
lo esotérico, oculto y numinoso, la santidad será una especie de embrujamiento,
de enajenación, lo innombrable, sólo para iniciados.
·
Si se identifica la divinidad con
un principio dualístico del bien y del mal, de la materia y del espíritu, la
santidad será entonces todo lo que aleja de la materia, del cuerpo, de lo
sexuado.... (la “pureza angelical” se constituye en paradigma para los
hombres!!!...) Santo: alguien alejado de lo humano. Entre más santo, menos
humano
·
Si se identifica la divinidad con
una proyección en los cielos de las virtudes y los vicios humanos
absolutizados, al estilo de Zeus, tendremos una santidad por demás extraña que
va al compás de los caprichos de una divinidad arbitraria
·
Si el concepto de lo humano
proviene de antropologías transcendentalistas a ultranza, haciendo de los seres
emanaciones monísticas obligadas del principio divino, la santidad será algo
añadido a lo humano, como esos adornitos de arbolito de navidad; pero sin
pertenecer ni brotar de su ser: Será algo típicamente desconectado de lo real
(extrinsecismo)
·
Si por el contrario el concepto de
lo humano proviene de antropologías de unidimensionalidad inmanentista el
elegir ser Santo como un sueño del futuro será sólo una especialidad más (uno
dirá: yo, artista; otro, yo, científico; y finalmente otro: yo, santo...) La
Santidad: una conquista humana, obra de arte de la ascesis: ¡qué voluntad! Un
asceta: no come, no bebe, no se divierte... ¡qué sacrificado! (y qué aburrido)
· Si el concepto de lo humano parte de una antropología que no atiende al
crecimiento armónico de las diversas dimensiones del ser humano, estaremos ante
santidades que sólo se fijan en las virtudes, y estas aisladamente
consideradas, haciendo de ellas verdaderos ídolos....
· Si en el concepto de lo humano predomina una relación antagónica tipo
prometeica hacia la divinidad, la santidad consistirá en la rebeldía contra ese
dios tirano y la conquista voluntarista de las cimas del conocimiento y del
progreso. Son todas las líneas del superhombre y la muerte de dios.
·
Santidad: mero cumplimiento
externo de la ley, olvidando el corazón
·
Santidad cosificada y
cosificadora: que se manifiesta en el uso de lo santo como adjetivo: santo
hábito, santo rosario, santa inquisición, semana santa, santo Padre....
·
¿A qué hombre o mujer, a que
joven, en su sano juicio le gustará entrar por los caminos de esa santidad que
hemos presentado? Pues sólo a los muy “raros” o algo “tocaditos”...
Por dónde
anda la respuesta: La clave de interpretación es la figura de Jesucristo, quien
nos revela quién es Dios y qué es el hombre.
·
Más en la línea ontológica que
moral: línea de la plenitud. Gloria de Dios y plenificación del hombre es un
solo proyecto.
·
El proceso de santificación es más
bien un ejercicio de congruencia: se trata de llegar a ser “plenamente” lo que
se es: hijo de Dios, hermano de Jesús..
· La pertenencia perfecta a Dios: La ayuda de Dios es imprescindible.
Progresiva identificación, participación de la vida trinitaria: la gracia..
·
Realmente el que sigue el proyecto
de Dios en su vida.
· La santidad es algo interno, no como añadidura, que responde al ser
mismo desde su idealidad creacional (el plan de Dios) y que se exterioriza.
· Santidad: Crecimiento integral armónico; como hijo de Dios, hermano del
hombre; y señor del cosmos.
·
Nada más equilibrado que un santo:
asomarse a sus vidas: el señorío, la fraternidad, la filiación....
“El P. Champagnat tuvo sus penalidades; yo las
conocía bien. Sin embargo, él continuaba de frente con su obra con el valor de
siempre, caminando con un corazón ligero por en medio de un sinnúmero de
vicisitudes; [y es que él] apuntaba por encima de sus intereses personales, y
no soñaba sino en trabajar por Dios y para Dios solo. Uno de los grandes
merecimientos de este sacerdote era su paciencia en las dificultades y su
silencio en la amargura [del sufrimiento]”.
Identificación con Jesucristo: progresiva cristificación (Ef 1/310) |
·
Vocación primordial: todos
invitados a la santidad (no hay monopolios..)
·
Obediencia creatural: No es algo
esotérico. Pertenece al plan de Dios.
·
El cristianismo no es algo
meramente cultual, sino -sobre todo y principalmente- algo existencial.
·
Sed perfectos como mi Padre es
perfecto: en el amor...
·
hijo pródigo
·
buen samaritano
·
juicio universal
Mateos
Juan/Camacho Fernando,
“El Hijo
del Hombre: hacia la plenitud humana”, Ediciones el Almendro
1.
La condición divina del hombre no
se realiza por el ejercicio del poder dominador, sino por la plenitud de su
ser, cuyo prototipo en Jesús.
2.
Hay una misión histórica que se
nos ha asignado: y es la misma que la de Jesús. Es su continuación, con su
ayuda, desde luego.
3.
Dios no funciona con bloques. Siempre
queda la responsabilidad personal en pie: los valores humanos tales como la
compasión, la solidaridad.... serán el último criterio para la justificación o
no de la persona....
4.
Mesianismo compartido: con frecuencia
el esfuerzo del cristiano se centra en “estar bien con Dios”. El designio de
Dios es que se dedique con El y como El a promocionar al hombre y a mejorar la
condición humana.
5.
El hijo del hombre: modelo
universal desde actitudes básicas que lo abarcan todo. Femenino y masculino,
incluidos. “Fuerza y ternura”.
6.
La etapa terrena del Reino de
Dios: sociedad justa, fraterna, solidaria...
7.
Cuando se trata de enjuiciar el
modo de obrar de ciertos hombres respecto a otros seres humanos, no hacen falta
motivaciones teológicas, bastan para ello el respeto a la dignidad del hombre y
la solidaridad que debe ser propia del género humano. Todo individuo, en cuanto
ser humano, puede discernir lo que da vida y lo que daña o destruye al hombre y
tiene autoridad para juzgarlo. No hace falta una investidura especial de Dios:
él da esa autoridad a todos los hombres.
8.
El bautismo de Jesús: solidario
con nuestra condición humana. Se compromete con la humanidad.
9.
La cima de la humanidad y la
realidad de Dios: Jesucristo. Por eso se vio “rasgarse el cielo”.
10.El proyecto (de lo humano-divino) se hizo carne (realidad tangible), es
decir, se dio en un hombre mortal.
11.Dios entra en el mundo por el individuo personal, no por el bloque
colectivo.
12.Los relatos de la concepción de Jesús en Mateo y Lucas no intentan
afirmar en primer lugar la encarnación de una persona divina, sino el
nacimiento de un hombre por obra directa de Dios, en paralelo con la creación
del primer Adán.
13.El evangelio ante todo busca la plenitud del hombre (infundir vida de
calidad divina). La gloria de Dios consiste en que esto se dé.
14.Jesús no es un soberano o líder a quien someterse, sino un modelo de
Hombre al qué aspirar y un pionero al qué seguir.
15.La obra de Jesús consiste en hacer partícipes a otros hombres de la plenitud
de Espíritu que él posee. (De su plenitud, todos hemos recibido.... Jn 1,16)
16.La figura del “hijo del hombre” lleva a un máximo la aspiración humana
por el desarrollo personal y la plenitud, proponiendo así un humanismo de
enorme amplitud, pero que, por estar basado en el amor universal, no aísla al
hombre ni lo cierra en sí mismo. Por otra parte, tampoco es un humanismo
intramundano: la realización humana quedaría truncada por una muerte definitiva,
por eso ha de superar la frontera de la muerte para continuarse en una vida sin
fin y en una condición sin igual.
17.Lo que hominiza es ante todo el amor.... No al ensimismamiento. Claro
que la plenitud humana es un ideal.... nunca alcanzado ahora, pero hace caminar.
18.Lo que la multitud desea y espera es que un gobernante asuma la plena responsabilidad
de procurar el bien de sus súbditos y la gloria de la nación, y ser ellos un
pueblo sumiso que se deje guiar por él. La propuesta de Jesús es diametralmente
opuesta: es la de un Mesías que capacita al individuo para que desarrolle al
máximo su persona, haciéndolo libre y corresponsable del bien de todos. La
alusión a la muerte de Jesús, indicada por el evangelista mismo, muestra que
atraer a todos hacia él significa comunicarles el Espíritu, que pondrá al
hombre en el camino de su realización.
Martín
Descalzo José Luis, “Vida y Misterio de Jesús de Nazaret”, Vol I,
Sígueme,
1986, 347
“Y
vosotros ¿quién decís que soy yo? (Mc 8,27). Hace dos mil años un hombre formuló
esta pregunta a un grupo de amigos. Y la historia no ha terminado aún de responderla.
El que preguntaba era simplemente un aldeano que hablaba a un grupo de
pescadores. Nada hacía sospechar que se tratara de alguien importante. Vestía
pobremente. El y los que le rodeaban eran gente sin cultura, sin lo que el
mundo llama “cultura”. No poseían títulos ni apoyos. No tenían dinero ni
posibilidades de adquirirlo. No contaban con armas ni con poder alguno. Eran
todos jóvenes, poco más que unos muchachos, y dos de ellos -uno precisamente-
el que hacía la pregunta, moriría antes de dos años con la más violenta de las
muertes. Todos los demás acabarían, no mucho después, en la cruz o bajo la
espada. Eran, ya desde el principio y lo serían siempre, odiados por los poderosos.
Pero tampoco los pobres terminaban de entender lo que aquel hombre y sus doce
amigos predicaban. Era, efectivamente, un incomprendido. Los violentos le
encontraban débil y manso. Los custodios del orden le juzgaban, en cambio,
violento y peligroso. Los cultos le despreciaban y le temían. Los poderosos se
reían de su locura. Había dedicado toda su vida a Dios, pero los ministros
oficiales de la religión de su pueblo le veían como un blasfemo y enemigo del
cielo. Eran ciertamente muchos los que le seguían por los caminos cuando
predicaba, pero a la mayor parte les interesaban más los gestos asombrosos que
hacía o el pan que les repartía alguna vez que todas las palabras que salían de
sus labios. De hecho todos le abandonaron cuando sobre su cabeza rugió la
tormenta de la persecución de los poderosos y sólo su madre y tres o cuatro
amigos más le acompañaron en su agonía. La tarde de aquel viernes, cuando la
losa de un sepulcro prestado se cerró sobre su cuerpo, nadie habría dado un
céntimo por su memoria, nadie habría podido sospechar que su recuerdo perduraría
en algún sitio, fuera del corazón de aquella pobre mujer - su madre que probablemente
su hundiría en el silencio del olvido, de la noche y de la soledad. Y... sin
embargo, veinte siglos después, la historia sigue girando en torno a aquel hombre.
Los historiadores - aún los más opuestos a él - siguen diciendo que tal hecho o
tal batalla ocurrió tantos o cuantos años antes o después de él. Media
humanidad, cuando se pregunta por sus creencias, sigue usando su nombre para
denominarse. Dos mil años después de su vida y su muerte, se siguen escribiendo
cada año más de mil volúmenes sobre su persona y su doctrina. Su historia ha servido
como inspiración para, al menos, la mitad de todo el arte que ha producido el
mundo desde que él vino a la tierra. Y, cada año, decenas de miles de hombres y
mujeres dejan todo su familia, sus costumbres, tal vez hasta su patria para seguirle
enteramente, como aquellos doce primeros amigos. ¿Quién, quién es este hombre
por quien tantos han muerto, a quien tantos han amado hasta la locura y en cuyo
nombre se ha hecho también -¡ay! tantas violencias? Desde hace dos mil años, su
nombre ha estado en la boca de millones de agonizantes, como una esperanza, y
de millares de mártires, como un orgullo. ¡Cuántos han sido encarcelados y
atormentados, cuántos han muerto sólo por proclamarse seguidores suyos! Y
también -¡ay! ¡cuántos han sido obligados a creer en él con riesgo de sus
vidas, cuántos tiranos han levantado su nombre como una bandera para justificar
sus intereses o sus dogmas personales! Su doctrina, paradójicamente, inflamó el
corazón de los santos y las hogueras de la Inquisición. Discípulos suyos se han
llamado los misioneros que cruzaron el mundo sólo para anunciar su nombre y
discípulos suyos nos atrevemos a llamarnos quienes -¡por fin! hemos sabido compaginar
su amor con el del dinero.
EL PLAN
DIVINO DE LA SALVACION |
Ef 1/
3-10 |
Bendito
sea Dios, |
Padre de
nuestro Señor Jesucristo, |
que nos
ha bendecido en la persona de Cristo |
con toda
clase de bienes espirituales y celestiales |
|
Él nos
eligió en la persona de Cristo, |
antes de
crear el mundo, |
para que
fuésemos consagrados |
e
irreprochables ante él por el amor. |
|
Él nos
ha destinado en la persona de Cristo, |
por pura
iniciativa suya, |
a ser
sus hijos, |
para que
la gloria de su gracia, |
que tan
generosamente nos ha concedido |
en su
querido Hijo, |
redunde
en alabanza suya. |
|
Por este
Hijo, por su sangre |
hemos
recibido la redención |
el
perdón de los pecados. |
El
tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia |
ha sido
un derroche para con nosotros, |
dándonos
a conocer el misterio de su voluntad. |
|
Éste es
el plan |
que
había proyectado realizar por Cristo |
cuando
llegase el momento culminante: |
hacer
que todas las cosas |
tuviesen
a Cristo por cabeza, |
las del
cielo y las de la tierra. |
|
ALGUNOS
DATOS CRONOLÓGICOS DE MARCELINO CHAMPAGNAT |
1789-05-20 |
Nacimiento
en el Rosey, Marlhes, Loira. |
1789-05-21 |
Bautismo |
1800 |
Primera
comunión y confirmación |
1803 |
Descubre
su vocación sacerdotal |
1804-06-13 |
Muere
Juan Bautista Champagnat, papá de Marcelino, a los 49 años. |
1805-11-01 |
Marcelino
ingresa en Verrières |
1806-11-01 |
Inicia
6º grado en Verrières |
1807-11-01 |
Inicia
5º grado en Verrières |
1809-11-01 |
Inicia
3º, en Verrières (Hay cambio de Rector) |
1810-01-24 |
Muere
María Chirat; mamá de Marcelino |
1810-11-01 |
Inicia
2º grado en Verrières |
1811-11-01 |
Inicia
retórica en Verrières |
1812-11-01 |
Inicia
filosofía en Verrières |
1813-11-01 |
Inicia
1º de teología en San Ireneo, Lyon. |
1814-01-06 |
Recibe
el subdiaconado; |
1814-11-01 |
Inicia
2º de teología |
1815-06-23 |
Recibe
el diaconado |
1815-11-01 |
Inicia
último año de teología |
1816-07-22 |
Recibe
la ordenación sacerdotal; |
1816-07-23 |
Promesa
de Fourvière |
1816-08-12 |
Nombrado
Coadjutor de La Valla. |
1816-10-28 |
Encuentro
con el joven Juan Bautista Montagne |
1817-01-02 |
Fundación
del Instituto (Granjon, 23 años; Audras, 14 años) |
1818 |
Instituye
promesa escrita de fidelidad |
1820 |
Dificultades
con el P. Bochard; J.B. Berne convive
con los Hermanos |
1822 |
El
recurso a María ante la penuria de vocaciones |
1823 |
El
acordaos en la nieve. (Casa Donnet) |
1824 |
Construye
Nuestra Señora del Hermitage |
1825 |
Enfermedad
después de la vista a las comunidades |
1826 |
Se queda
solo, sin Courveille ni Terraillon |
1828 |
Problema
del hábito, medias y método de lectura |
1829 |
Inicia
el archivo del Instituto |
1830-12-08 |
Superior
Regional (Diócesis de Lyon) de los Padres y Hermanos |
1834-02-28 |
Aprobación
de los estatutos por el Consejo de Instrucción |
1836 |
Viaje a
París para tramitar la autorización legal del Instituto; bendición de la
nueva capilla del Hermitage |
1836-09-24 |
Pronuncia
sus votos religiosos en compañía de los demás Padres Maristas |
1836-12-24 |
Los HH.
Marie Nizier, Michel y Joseph Xavier salen junto con los Padres Pompallier,
Chanel, Bret, Servant y Bataillon a Oceanía |
1837-01 |
Envía la
primera Regla impresa a las comunidades |
1837-08-15 |
Anuncio
del primer juniorado en el Instituto (Grange-Payre). |
1838 |
Estadía
prolongada en París; muerte de su hermano Jean Barthélemy |
1838 |
Segundo
envío de misioneros a Oceanía |
1839-08-25 |
Marcelino
dirige el retiro de los Padres Maristas. El problema de los "Hermanos
José" llega a su climax |
1839-10-12 |
Elección
del H. Francisco, como sucesor de Marcelino |
1840-02-12 |
Un
tercer grupo de misioneros sale a Oceanía. |
1840-05-18 |
Testamento
espiritual |
1840-06-06 |
Deceso
en el Hermitage |
Después de
que el joven Montagne falleció, Marcelino emprendió el camino de regreso a la
parroquia, bastante alejada de la casa del Palais. Todo el tiempo que caminaba
por esos senderos zigzagueantes de las montañas, no podía callar en el fondo de
su corazón el eco de aquel grito angustiado del joven que había quedado
atrás... Una angustia le subía hasta la garganta, como la oscuridad que se
trepaba sobre los troncos y el follaje de los árboles que le rodeaban. Era una
angustia semejante a la del joven, era una angustia compartida. Marcelino ya no
oía una sola voz sino un coro inmenso de jóvenes en desamparo que gritaba. Detrás
del grito de ese muchacho, Marcelino percibía el grito inmenso de la juventud
abandonada en todo el mundo. Apenas llegado a su parroquia se puso a trabajar
de inmediato. Era preciso responder a ese grito sin importar el precio.
Y la
respuesta que dio Marcelino Champagnat a la juventud que pide auxilio, son los
Hermanitos de María que él fundó, a sólo dos meses de haberse encontrado con el
joven Montagne.
Con el fin
de ser congruente en su respuesta al llamado de la juventud, siempre insistió
este hombre ante los Hermanos y los Obispos en que “todas las diócesis del
mundo entraban en sus miras.” Y en consecuencia, sus Hermanitos han ido por
todos los rincones del mundo a la escucha del grito de los Montagne de hoy...
INTRODUCCION DEL LIBRO DEL H.JUAN BAUTISTA FURET
“Narrar la
vida de un santo, describir sus luchas, victorias y virtudes, cuanto hizo por
Dios y por el prójimo, es proclamar la gloria de Jesús, divino restaurador del
mundo, Santo de los santos y autor de toda santidad. Pues todos los
predestinados que nos iluminan y con sus ejemplos disipan las tinieblas del
pecado y de la ignorancia, reciben su luz de la vida de Jesús y se inflaman con
la contemplación de sus virtudes, como se encienden muchas velas de una misma
antorcha, de la que reciben luz y calor (S. Macario, Doctrina) .
Todos los
santos pueden decir con san Pablo: Vivo... no yo, es Cristo quien vive en mí.
Vive en su entendimiento por la fe, que es participación en la vida eterna; en
su memoria por la evocación de su grandeza, bondad y dones, cuyo solo recuerdo
los colma de alegría; en su corazón por la caridad; y vive, finalmente, en
todas las facultades espirituales de sus almas y en todas sus obras de virtud.
El les hace saborear las eternas verdades, captar las divinas inspiraciones, y
los atrae hacia sí por el perfume de sus virtudes. De ese modo, cuanto en los
santos es gracia, procede de Jesús y se convierte en gloria de Jesús. Los
santos, dice san Juan Crisóstomo, son como las estrellas del cielo que forman
un concierto maravilloso, para proclamar la gloria de Jesús. Cuanto hay en
ellos, respira su espíritu; sus palabras proclaman las perfecciones de Jesús, y
sus acciones son fruto de la gracia. Su vida, en definitiva, es un trasunto de
la vida de Jesús y reproducción de sus virtudes.
La vida de
los santos es una viva representación de la perfección evangélica y de las
sucesivas etapas para alcanzarla. Es el Evangelio puesto en práctica. La única
diferencia entre el Evangelio y la vida de los santos -dice san Francisco de
Sales- es la que va de una partitura musical a su interpretación .
Al leer la
vida de los santos, nos sentimos suave, pero fuertemente impulsados a imitarlos,
como si cada uno de ellos nos invitase a seguirlo.
Vencieron
el pecado y practicaron la virtud por la gracia de Jesucristo. Ahora bien,
tienes la promesa de esa misma gracia. Con ella podrás lo que ellos pudieron y
realizarás lo que ellos realizaron”.
El
conocimiento de Dios es tan importante que el mismo Jesucristo vino a la tierra
para traérselo a los hombres. El divino Salvador caminaba de ciudad en ciudad y
de aldea en aldea para instruir, catequizar y enseñar su divina doctrina. Los
niños, al igual que los mayores, eran el centro de sus desvelos. Dejad que los
niños se acerquen a mí -decía a sus discípulos- y no se lo impidáis, pues de
los que son como ellos es el reino de Dios. Tanto le importaba su salvación que
dirigió sus más terribles amenazas contra quienes los escandalizan.
LOS
CAMINOS DE DIOS SIEMPRE SON LOS MEJORES
1.
La vida de Marcelino se iba
deslizando a gusto en aquella hermosa aldehuela de la comarca de Marlhes. Todo
iba viento en popa. Las cosas iban saliendo como a él le gustaban. Bueno,
aunque no todas. Pero, en fin, qué más podía pedirse: Gozaba del cariño de sus
padres, especialmente del materno ¿No era el benjamín de la familia? Esto
siempre acarrea ventajas afectivas. Y su padre, pues era un hombre que sonaba.
¿No había ocupado varios cargos públicos? Era poseedor de una habilidad
política innata; y por sus ideas sociales era un hombre de su tiempo. Era el
número uno, bueno, tal vez el número dos, de toda aquella región.
2.
Personalmente a Marcelino
cualidades físicas no le faltaban. Tenía un cuerpo sano y bien proporcionado.
Ya se perfilaba en su porte el hombre alto y fuerte que sería más tarde. En
cuanto al aspecto religioso de su vida, las cosas marchaban con normalidad. Su
mamá y su tía, ayudadas por el Sr. Cura, atendían con creces ese renglón. Marcelino
había hecho su primera comunión y era muy devoto de María. Y luego, en sus
prácticas dominicales, pues, ahí estaba, siempre. ¿Qué más se le podía pedir en
esta línea? En medio de tanta belleza, había sin embargo, un pequeño grande
bache en su vida. Intelectualmente, aunque de una inteligencia natural muy
avispada, andaba mal, bastante mal, -por no decir, demasiado-, en cuestión de
estudios. Por decisión propia, ante dificultades iniciales encontradas, había
eliminado los libros de su horizonte: Así de sencillo. Y a sus padres no les
había quedado más remedio que aceptarlo. Su porvenir se centraría en ser un
buen granjero, ¡sí, señor! Habilidades para esto no le faltaban. El capitalito
que en breve tiempo logró amasar demostrará su olfato para los negocios y su
capacidad para la organización, pues hasta uno de sus hermanos entrará en sociedad
con él.
3.
¿Qué iba a ser Marcelino con su
vida? Bueno, pues lo mismo que hacían todos los de alrededor: crecer, ganar dinero,
comprar casas y terrenos.... y luego, claro está, casarse con un linda chica y
formar una familia. Y todo ello dentro de una religión bien llevada, ¡sólo eso
faltaba! Pero, por ahí, en el verano de 1803, llegó un sacerdote al alejado
caserío del Rosey. Traía, sin darse cuenta él mismo, un mensaje muy personal y
cariñoso de Jesús a Marcelino: “Déjalo todo, y ven y sígueme”. Y Marcelino lo
alcanzó a escuchar, y en su corazón escribió la respuesta al mensaje, y con
tinta indeleble: “Seré sacerdote puesto que Dios lo quiere”.
4.
Y de ahí en adelante, ya nada será
lo mismo. Ahora vemos que aquel muchacho que por una decisión unilateral y algo
precipitadilla (que algunos hoy tal vez llamarían capricho) dejó los libros;
ahora, contra viento y marea, se va a dedicar a ellos. Su cuñado, el profesor
Arnaud, hombre experimentado en cuestión de alumnos, después de un año de
clases particulares tratará de hacerlo entrar en razón: “Mira, Marcelino, qué
tal si mejor vuelves a tus corderitos, eh?..” Y sus hermanos, y sus padres:
“¿No habías decidido dejar todo lo relacionado con la escuela y los libros?
Pues ahora vive las consecuencias de aquella tu decisión que en casa te
habíamos aceptado (tolerado?). Te estaba yendo muy bien. Sácale, pues, fruto a
tus habilidades prácticas. Olvídate de esto último que pasó en el verano de
1803, es sólo una ilusión. Dios no puede llamar a alguien así”.
5.
Nada, todo es inútil: las
decisiones se toman y se mantienen a la medida de los ideales. Marcelino está
entrando por un nuevo camino que da al traste con muchos de su paradigmas
anteriores. Ahora va a estudiar, y a estudiar mucho. Y posteriormente, (aunque
eso aún todavía no lo sabe) hasta llegará a fundar un Instituto cuyo apostolado
principal será el de la educación en la escuela. ¡Y todo esto en alguien que
había eliminado las letras de su horizonte vital!...
6.
Nuestro Marcelino había empezado a
caminar en la vida el 20 de mayo de 1789. Al final de sus días habrá realizado
muchas cosas y muy importantes. Había hecho de su existencia algo que nunca
había entrado en sus planes. Sí, Marcelino, en su lecho de muerte, y ya a las
puertas del cielo, podía muy bien sonreír sobre aquellos sus ideales de niño:
“Venderé muchos corderitos, seré rico, y luego...” Aquel 6 de junio de 1840,
cerró sus ojos, tranquilo, sintiéndose rodeado de una gran familia de Hermanos,
y sabiendo que muchos niños aprendían en sus escuelas a amar a Jesús y a María,
y a hacerse poco a poco buenos cristianos y buenos ciudadanos...
7.
Sí, definitivamente, ¡los caminos
del Señor habían sido, una vez más, los mejores!.... Moría feliz de haberlos recorrido.
“FALLAS EN
PLENO DESPEGUE”
1.
El 1º de noviembre de 1805
iniciaba nuestro Marcelino su estudios en el seminario menor de Verrières. Le
había costado no poco dar ese paso, que supone tanto desprendimiento. En
efecto, no le era fácil dejar su pequeño mundo del Rosey: las praderas, los
campos tan verdes y el aire tan puro, el arroyuelo saltarín que cruzaba la
propiedad, sus corderitos, sus hermanos, su tía, y sobre todo, su querida mamá.
Y se había resuelto, no sin dificultad, a no volver a la vieja casona que le
vio nacer y crecer, y que estaba tan poblada de recuerdos...
2.
Al entrar por las puertas del
seminario menor, en la última semana de octubre, su corazón venía cargado de
ilusiones y también de miedos. Y eso sí, en su alma, firmemente anclada, se
anidaba la decisión de ser sacerdote. Pasaron los primeros días, en que todo es
novedad y bienvenidas, y empezó luego la vida ordinaria, con sus grandezas y
sus opacidades. Las lecciones en clase se complicaban cada vez más. Los
esfuerzos para responder a las exigencias académicas tensaban su ánimo; traía a
cuestas un retraso considerable. Total, que más pronto de lo que esperaba se
dio en él una bajada de tono ante lo infructuoso de sus esfuerzos.
3.
El ambiente del seminario le
resultaba no del todo favorable. El P. Périer, director del seminario y párroco
de Verriéres simultáneamente, aunque lleno de solicitud paternal era bastante
desorganizado. Además, como en toda institución juvenil, había ahí esos
muchachos, inteligentes y vivarachos, que, saliendo bien en sus estudios sin mayor
esfuerzo, les sobra tiempo para poner la nota alegre, y habían integrado una especie
de “pandilla feliz”.
4.
Marcelino, supera de cuatro años
la edad media del grupo. Ingenio no le falta, ni habilidad para lo manual y lo
práctico. Y, por su carácter franco y alegre, le gusta reír. Por otro lado, en
el aula se ve en desventaja. Es fácil imaginarse lo que da esta combinación:
fracaso en clase y acierto en los patios. Por una simple ley de compensación lo
que se pierde por un lado se recupera por el otro. Pertenecer, pues, a “la
pandilla feliz” le ofrece una oportunidad de autoestima. Sin embargo, en su
caso concreto lleva aparejada una contrapartida: le hará perder tiempo. Nada
extraño, pues, que al final del curso su aprovechamiento no ande muy alto y su
conducta no venga calificada sino de “regular”. Y entonces, deberá renunciar al
seminario para el curso siguiente.
5.
El avión de Marcelino había tomado
pista para despegar. Pero por más que bufaron los motores, faltó la potencia
necesaria para levantar el aparato del suelo. Hubo fallas en pleno despegue. La
torre de control indicó que el avión regresase a su base. Y es lo que hará
Marcelino. ¿Y su decisión de ser sacerdote? Ya de vuelta en el Rosey, de
inmediato se presentan los mecanismos típicos de superación: Asimilación del fracaso:
llamar las cosas por su nombre, sin asustarse. Aceptar que ha fallado la estrategia,
y examinar las causas del fallo.
6.
Una mamá inteligente, llena de
sano realismo. María Teresa Chirat sabe que perder una batalla no es perder la
guerra. Más interesada en la vocación de su hijo que en el propio renombre,
sale al rescate de Marcelino porque ha comprendido bien lo que le sucede. Una
peregrinación al santuario de la Louvesc, la oración fervorosa e insistente a
María y algunas recomendaciones prácticas son su gran contribución. Y Marcelino
es readmitido en el seminario para el curso 1806-07. Sus dos mamás, la de la
tierra y la del cielo, se habían unido para ayudarlo.
7.
Y ahora, un nuevo y definitivo
intento: Una confrontación saludable: El Padre Antonio Linossier, profesor del
seminario, le hace sentir al seminarista Marcelino, recién vuelto a ingresar,
que si quiere resultados positivos tiene que poner medios concretos. Y ser
constante en ellos.
8.
El impacto de un deceso: Dionisio
Duplay, uno de los integrantes más activos de la “pandilla feliz”. Joven
inteligente y aventajado en sus estudios. Y de una alegría desbordante. Muy
amigo de Marcelino. Atacado por una pulmonía fulminante muere en plena
adolescencia. Marcelino quedará altamente impactado. El buen empleo del tiempo
le resulta fundamental. Se esforzará en aprovecharlo bien.
9.
Una serie de resoluciones: Las
hará por escrito y muy concretas, evitando ese tipo de deseo vago: “seré
mejor”. Atenderá las actitudes internas y no las conductas externas. Sabe que
aquellas no aparecen pero están a la raíz de todo. Las segundas pueden ser pura
fachada, de índole negativa o positiva.
10.Todo esto sumado hace que nuestro Marcelino vaya superando la crisis con
éxito. En él había un ideal que a toda costa había que implementar: responder a
su vocación sacerdotal.
11.Sí, el avión de Marcelino tuvo que retomar la pista. No se había
levantado al primer intento. Tuvo que soportar seguramente, como en estas
circunstancias suele suceder, la rechifla de los “entendidos”, la desazón de
los pasajeros, los presagios negros de los pesimistas. Hubo que volver a la
base, hacer los ajustes, y retomar la pista... Y ahora sí despegará, y tomará
altura, mucha altura, una altura inmensa...
12.¿Qué enseñanza podemos sacar de todo esto? Pues que los grandes ideales
no nos dispensan de tomar medios sencillos, concretos y eficaces. Y que todos
los medios del mundo, sin ideales grandes, no conducen a ningún lado. Nunca en
nuestro mundo había habido tantas facilidades y “técnicas” para todo. ¿Por qué
tanta infelicidad, pues, en los que gozan de tantos medios y son expertos en
tantas “técnicas”? ¿No será porque están “viviendo” sin ideales? Marcelino nos
enseña a todos no tanto cómo superarnos, sino porqué superarnos.
¿QUE MENSAJE PERCIBO DE LA CANONIZACION DE MARCELINO?
Triunfo de Dios
Triunfo del hombre: generosidad en la obediencia
creatural
Triunfo de una espiritualidad
Es un Fundador y un apóstol de la educación
· Acertada espiritualidad, acertada pedagogía
· Una locomotora que ya entró en lo definitivo....
· Autenticidad, no mero profesionalismo....
· Su mensaje no es diferente a su vida
Sus grandes áreas: Jesús y María, Jóvenes, Fraternidad,
Iglesia
No sólo
algo tiene que decirnos el Fundador acerca de la importancia del proceso de
santificación en nuestras vidas, sino que además, y principalmente, su misma
persona, su pensamiento, sus intuiciones, en un palabra, su carisma, son guías
y modelos de nuestra propia santificación.
SU PERSONA
Contexto cultural (antropológico y teológico):
A pesar
del humanismo devoto de Francisco de Sales y de las magníficas aportaciones de
la escuela de espiritualidad francesa, el contexto teológico del momento
adolece de: desprecio del cuerpo y de la materia, menosprecio del descanso, poco
aprecio a los valores humanos, oposición hombre-Dios, mirada negativa sobre la
mujer, confusión entre mundo mundano y mundo seglar, pobreza considerada ante
todo como carencia y dificultad, dicotomía alma-cuerpo, ausencia de personalismo
(mecanismos niveladores: confusión de egoísmo individualista con diferencias personales).
Hijo de casa
búsqueda de caminos más acordes a sus gustos
su haber retomado el estudio literario desde una
nueva dirección de su vida. “Dios lo quiere” (leitmotiv).
Seminarista
dificultades, resoluciones
Vicario
situación conflictiva: Rebod
disponibilidad total: querer responder a la realidad
concreta adecuación a circunstancias.
Fundador
todos los estados de ánimo
situaciones conflictivas inéditas
SU PENSAMIENTO
(PS 010, Circular a todos los Hermanos): Dios nos ha
amado desde toda la eternidad
(PS 019, Carta al H. Bartolomé): [Dígale a los niños
]que sólo Dios puede ser su felicidad; que es para él solo que han sido
creados.
(PS 024,
Carta al H. Bartolomé): [Díganles también:,] ¿saben por qué Dios les ama tanto?
Es que ustedes son el precio de su sangre y pueden llegar a ser grandes santos
y eso sin mucho trabajo si lo quieren de verdad. El buen Jesús les promete
tomarlos sobre sus hombros para evitarles el esfuerzo de la caminata.
(PS 029,
Circular a todos los Hermanos): Si hacen tanto progreso en la perfección cual
yo deseo, harán mucho.
(PS 063,
Circular a todos los Hermanos): Que un verdadero celo los anime en su
perfección y que una fidelidad constante a su regla [proyecto comunitario de
vida] los haga hacer cada día nuevos progresos [en la santidad].
(PS 135, Circular a todos los Hermanos): Dios nos ha
llamado a ser santos. Avancen, pues, más y más en su amor; procuren vivir en
paz [con ustedes mismos y con los demás], y aplíquese cada cual a lo que debe
hacer. (lo ordinario de la vida).
(PS 180,
Carta a su cuñada, María Clermondon, viuda): Con toda verdad podemos decir que
nuestra [propia] felicidad depende de nosotros, pues no hay nada, si lo sabemos
vivir, que no nos sirva para lograrla: bienes, salud, pobreza, enfermedades,
penas.
(PS 242,
Carta al H. Domingo): Ya tenemos cierto número de enfermos venidos de nuestros
establecimientos. Oremos juntos por ellos para que Dios les ayude a hacer buen
uso de su situación.
SU CARISMA
Espiritualidad
marista
·
Una especificidad de la
espiritualidad cristiana entre otras: (Franciscana, salesiana, cisterciense,
sacerdotal, conyugal, secular).
·
Es una espiritualidad comunitaria:
reconocida por la Iglesia: Constituciones
·
Es camino cierto y probado de
santidad.
·
CITAS DE LAS CONSTITUCIONES:
·
014,01.- La consagración religiosa
nos hace partícipes, por título nuevo, de la vida, santidad y misión de la
Iglesia, esposa de Cristo.
·
018,04.- Nuestro Fundador, que
tanto aprendió de María, continúa siendo para nosotros un modelo de entrega sin
reservas a Dios y a los demás. Su vida nos recuerda el ideal que proponía a sus
primeros discípulos: “Hacerse Hermano es comprometerse a hacerse santo” (V.466)
·
076,03.- Honramos a los santos y
santas, que encarnan algún rasgo de la persona de Jesucristo, el modelo único.
·
093.- Sensibles a la vocación
universal a la santidad, ayudamos a los jóvenes a desarrollar la gracia de su
bautismo, comprometiéndose más radicalmente por el Reino, en la vida seglar,
consagrada o sacerdotal. Los invitamos a prestar atención a las necesidades de
los hombres, a abrir el corazón a la voluntad del Padre y a crecer en la actitud
mariana de disponibilidad.
·
118,01.- El Padre ha entregado
toda autoridad a Cristo, principio de unidad y de paz, que se hizo siervo.
Jesucristo ha transmitido su autoridad a la Iglesia, a través de los Apóstoles.
Entre los miembros del pueblo de Dios, algunos son llamados a ejercer la
función de enseñar, santificar y gobernar, para que cada uno realice el
designio de Dios sobre sí mismo.
Notas de
esta espiritualidad:
·
Filial: (desde y con Cristo: hacia
Dios, hacia María)
·
Fraternal: (en y por Cristo: desde
María, comunidad de hermanos [espíritu de familia], apertura universal;
jóvenes)
·
Mariana: (sencillez, humildad,
discreción, gozo, Nazaret, José)
·
Apostólica: (educación, niños y
jóvenes, pedagogía propia...)
·
Misionera: (marginalizados:
pobres, desatendidos, niño gris.)
·
Laical: (desde la vivencia
profundizada de sólo los sacramentos de iniciación cristiana)
·
Encarnacional: (pesebre,
sencillez, kénosis, concreción, trabajo, laboriosidad...)
·
Redencional: (cruz, sacrificio,
intercesión vicaria...)
·
Oblativa: (altar, Eucaristía,...)
·
Pascual: (resurrección:
esperanza...)
· Eclesial: (En la Iglesia, con la Iglesia, para la Iglesia....)
Y después de Marcelino, ahí va la marcha de los
santos que siguen su espiritualidad: 206 hermanos mártires, y luego, tantos y
tantos, de la vida cotidiana, un Leoncio, un Ignacio Vázquez, un Basilio, un
Ives,......
·
En Marcelino se da una actitud
mística: contempla a Dios en las personas y las cosas.
·
Marcelino contempla y actúa.
·
Humaniza las cosas para luego
humanizar al hombre.
·
Marcelino construye un casa como
símbolo de la construcción del hombre.
·
Transformó un paraje, aprovechando
sus recursos.
·
Marcelino construye al niño
potenciando sus virtualidades
Instituto
de educadores.
·
La espiritualidad apostólica
marista: génesis
·
Un Instituto que apuesta por la
dignidad humana.
·
Todo al servicio de la persona del
niño
·
085,02.- Comprometidos en
instituciones escolares o en otras estructuras de educación, nos desvivimos por
el Reino, en servicio de la persona humana.
·
La oración y la actividad
apostólica en la vida de los primeros hermanos
·
Misión: evangelizar educando.
·
Orar por lo niños y con ellos.
·
Trabajar en ellos y para ellos
·
Todo estructurado para que ello
sea posible
·
Ideas del campo: sembrar, regar,
cosechar: lenguaje frecuente en la pedagogía de Marcelino.
Y también vendrán hombres y mujeres seglares
y También sacerdotes......
164.04.- La Familia Marista, prolongación de nuestro Instituto, es un
movimiento formado por personas que se sienten atraídas por la espiritualidad
de Marcelino Champagnat. Los miembros de este movimiento -afiliados, jóvenes,
padres, colaboradores, antiguos alumnos, amigos asimilan el espíritu del
Fundador para poder vivirlo e irradiarlo. El Instituto anima y coordina,
mediante estructuras apropiadas, las actividades del movimiento.
Hablar de
familia marista es hablar de algo íntimamente relacionado con el proyecto
original de la Sociedad de María.
Consciente
del empleo de un homónimo y para evitar confusiones el Consejo General de los
Hermanos de inmediato ideó el rubro: “Movimiento Champagnat de la Familia
Marista.” Este movimiento no es simplemente laical (pues los Hermanos Maristas
también son laicales), sino principalmente seglar, aunque acepta sacerdotes en
su seno. Está destinado a vivir la espiritualidad marista en una vertiente
netamente secular. Subraya los valores de la secularidad.
Es la
última flor nacida de un gran tronco. Efectivamente se alimenta de un gigantesco
patrimonio. Inmediatamente proveniente de la rama de los Hermanos de Marcelino
Champagnat (“su prolongación”) se conecta a un grupo mayor: la Sociedad de
María. No parece aventurado decir que, precisamente por todas esas
interdependencias, participa de la mística que invadía a los fundadores de “lo
marista” en la Iglesia.
Así pues, cuando se habla del Movimiento Champagnat
de la Familia Marista se está haciendo referencia a algo que hunde sus raíces
en un humus de inmensa riqueza, realmente insospechada. Se trata de una
auténtica puntita de iceberg. Es una nueva luminaria que brilla esplendorosa,
conectada a una gran red. Una realidad, suscitada por el Espíritu Santo,
destinada a alimentarse del patrimonio espiritual marista y a enriquecerlo a su
vez.