En el proyecto de informe que se comenta, también se asevera que << durante los años 1987 y 1988, la Comisión de Importaciones creada mediante el Decreto 1.546..., el Ministro de Hacienda, el Director General de ese despacho y/o el Director General Sectorial de Divisas para Importación (nuevo nombre de Recadi) y el resto de los integrantes, procedieron a asignar, aprobar y autorizar, según el caso y la oportunidad, importaciones con divisas preferenciales por un monto de 21.726 millones de dólares al sector privado>> . Igualmente, << que este monto fue distribuido en cupos iniciales para materia prima, insumos, material CKD, respuestos y productos varios, bienes de capital para el sector agrícola, industrial y comercial; productos agrícolas, insumos industriales, programa de insumos básicos para la exportación (PIBE), Zona Franca de Paraguaná, Licores y Puerto Libre de Margarita>> . Pero el caso es que las autoridades que conformaron la Comisión de Importaciones durante los dos últimos años de gobierno de Jaime Lusinchi << excedieron en la cantidad de 11.668 millones 900 mil dólares, las previsiones que, en tal sentido, para el mismo lapso y por un monto de 10.057 millones 10 mil dólares, indican los respectivos presupuestos de divisas, de por sí deficitiarios en su concepción y aprobación previa>> .
Desde el punto de vista estadístico, se tiene en cuenta que en 1987 el presupuesto nacional de divisas aprobado por el Presidente en Consejo de Ministros convino en apartar 4.473 millones 600 mil dólares para las importaciones del sector privado, pero se asignaron 10.892 millones 530 mil dólares, incurriendo la Comisión de Importaciones en un sobregiro del tenor de los 6.418 millones 930 mil dólares en contra de las reservas internacionales. Mientras que en 1988, el presupuesto nacional de divisas aprobado para las importaciones del sector privado fue de 5.583 millones 500 mil dólares, pero se asignaron 10.833 millones 470 mil dólares, con lo que en este año se provocó otro exceso por 5.249 millones 970 mil dólares. Se hace la aclaratoria que << a partir del 1º de enero de 1989 hasta el día 20 de ese mismo mes, oportunidad en que tuvo lugar la reunión 54 de la Comisión de Importaciones, y el día 14 de febrero de 1989, en que fue sometido a la consideración y aprobación de la Ministro de Hacienda, Eglée Iturbe de Blanco, el último punto de cuenta respecto a una solicitud de importación de bienes de capital por un monto inferior al millón de dólares, al tipo de cambio preferencial de 14,50 bolívares, aparece autorizado un total de 1.895 millones 48 mil dólares, cantidad que no se incluye en el estudio>> . Por su parte, << la Oficina del Régimen de Cambios Diferenciales y la Dirección General Sectorial de Divisas para Importación, expidieron durante los años 1985, 1986, 1987 y 1988, conformidades de importación por la cantidad de 30.542 millones 330 mil dólares, monto éste que excede en 11.194 millones 130 mil dólares, la cifra global de 19.348 millones 200 mil dólares que contemplaban a tales efectos los correspondientes presupuestos de divisas>> . De tal suerte que en 1985 el presupuesto contemplaba 5.040 millones 100 mil dólares, Recadi autorizó conformidades al sector privado por 6.397 millones 580 mil dólares, incurriendo en un sobregiro de 1.357 millones 480 mil dólares; en 1986, el presupuesto previó 4.251 millones de dólares, Recadi expidió conformidades por 5.752 millones 200 mil, provocando otro sobregiro de 1.474 millones 20 mil dólares; en 1987, el presupuesto convenido era por 4.473 millones 600 mil dólares, Recadi autorizó a privados 10.331 millones 250 mil dólares, para un nuevo exceso por 5.857 millones de dólares. Finalmente, en 1988, el presupuesto apartó 5.583 millones 500 mil dólares, Recadi dio 8.088 millones 400 mil y, nuevamente, se operó otro sobregiro contra las reservas internacionales de 2.054 millones 980 mil dólares. Aclara el documento, entonces provisional, que << durante el lapso entre el primero y el 17 d enero de 1989, fecha de la última conformidad de importación emitida por la Dirección General Sectorial de Divisas para Importación (antigua Recadi), la antes mencionada dependencia expidió conformidades de importación al tipo de cambio de 14,50 bolívares, que suman 1.233 millones 540 mil dólares, lo cual no se incluye en el análisis comparativo anterior>> . Se argumentó también que << correspondió al Banco Central como ente de naturaleza pública, la fase determinante de ejecutar o traducir en remesas de divisas al tipo de cambio preferencial fijado... todas aquellas conformidades de importación que emanaron del Ministerio de Hacienda y que, de acuerdo con los documentos de nacionalización de mercancías presentados en cada caso por los importadores, debieron materializarse en bienes y servicios ingresados al país, en los términos de calidad, cantidad y precios>> . Pero el caso es que <<el organismo emisor, desestimando, ignorando y desde luego, en actitud violatoria de lo aprobado por el Presidente en Consejo de Ministros (los mismos funcionarios de la Comisión de Importaciones)... procedió a erogar o remesar divisas preferenciales entre 1985 y 1988 por concepto de importaciones CIF hasta por la cantidad de 22.011 millones 800 mil dólares, suma ésta que significa un exceso de 2.662 millones 800 mil dólares, con respecto a lo presupuestado y que para ese lapso alcanza la suma de 19.348 millones 200 mil dólares>> . De modo que en 1985, el presupuesto de divisas para importaciones privadas -como ya indicamos- contempló un apartado de 5.040 millones 100 mil dólares, el BCV pagó 5.453 millones de dólares, incurriendo en sobregiro de 412 millones 900 mil dólares; en 1986 el presupuesto fue de 4.251 millones, el Instituto remesó 4.570 millones, para un exceso de 319 millones de dólares; en 1987, el presupuesto previó para privados unos 4.473 millones, la autoridad monetaria canceló 4.859 millones, estableciéndose otro exceso de 385 millones; y en 1988 el presupuesto aprobado fue de 5.583 millones 500 mil dólares, el BCV erogó 7.129 millones, ocasionando otro sobregiro por 1.545 millones 500 mil dólares. Advierte este escrito de Pérez Hernández que << el organismo emisor, durante el lapso entre el primero de enero y el 31 de julio de 1989, erogó por igual concepto (importaciones privadas) la cantidad de 1.540 millones de dólares, que tampoco se ha considerado en este análisis, pero que sin duda alguna, de manera sustancial se corresponden con importaciones autorizadas o nacionalizadas en ejercicios económicos anteriores>> . En este sentido, << el BCV actuó en franca violación de los principios, fundamentos y parámetros cuantitativos considerados en la formulación y aprobación de los presupuestos nacionales de divisas, ignorando en todo momento su facultad y discrecionalidad en cuanto a limitar, restringir o suspender el otorgamiento de divisas, en función del régimen de cambios diferenciales y del supremo interés nacional. Así pues, asumió una actitud permisivia y optó por disponer, comprometer o vender divisas preferenciales a importadores privados, sin otro razonamiento, vigilancia, regulación o gestión, distinta a la simple recepción de documentos...>> . Ello, << pone de manifiesto la actitud sumisa e irresponsable e irregular asumida por el Banco Central de Venezuela, ante hechos y medidas económicas de interés público, tales como el agotamiento progresivo de las reservas internacionales, el incremento desproporcionado e irracional de las importaciones, y sus efectos en los flujos de caja y apertura de cartas de crédito con divisas preferenciales y, en su oportunidad, la devaluación de nuestro signo monetario y desbordamiento de las divisas que, entre otros aspectos, esto ocasionó>> . |