FISGONEO



CARBERTO

08 de agosto de 2000

Respuesta del Fisgón" Popayanejo. .




Pensamientos con Filosofadas

Pensamientos Con Filosofadas.

En vista de la incapacidad temporal, cuya severidad y causa, no manifestó, encarga el "fisgón popayanejo" al suscrito, dar respuesta al artículo, que con el título de "A la manera del Fisgón", publicó Occidente en la página A5 el 11 de octubre pasado. Y no puedo negarme a cumplir, el encargo. Sería "desdeñar" a mi "alter ego". ¡A la carga!, como diría Gaitán.

Me confesó "el Fisgón", sentirse muy halagado, pues pensó que además de los muchos amigos que le han manifestado leer sus "Fisgoneos", -amistoso cepillo- había encontrado un nuevo lector: Herman Patiño Tejera, quien lo había convertido en su "columnista de cabecera".

El primer paso fue tratar de conocer a don Herman, para darle los sinceros agradecimientos, como habría sido la actitud de quienes como el "Fisgón payanés", todavía practican la urbanidad de Carreño. Las búsquedas en el directorio telefónico local fueron infructuosas. Aparecen dos Herman Patiño, pero con segundos apellidos diferentes, Bustos el uno y Hernández, el otro. Agucé la "memoria", que no engaña como mienten las canas, y me dije: en alguna parte he leído los "decires", que le sirven de "colofón versificado" al artículo de don Herman. Visité al doctor Hernando Tejada en su oficina. Allí debajo del vidrio de su escritorio aparecía el cuerpo del delito, los versitos de marras. Y deduje: aquí no hay "gato encerrado' sino Código Penal "violado".

Pero analicemos a la luz de las evidencias el nombre y los apellidos: HER y MAN, tres últimas letras de GerMAN, que conforman la sigla, nombre propio en este caso de: HERMAN. El apellido Patiño, conocido, y en cuanto a TEJERA es una dislocación o desviación de "Tejeda".

Compulsé pruebas, aduje testimonios para poder conformar ante autoridad competente un reclamo de "tutela". Se había engañado y vulnerado a un anciano mayor de setenta y pico años, -el pico, aquí en reserva se los confieso, es de cinco y va para seis-.

Aquí el "delito" se configuró al estilo de la suerte "al alimón" como la llaman en tauromaquia. Al ser dos los ejecutantes, serán "ambos dos juntos a la vez", los responsables, como dicen, pecando contra la gramática, pero con exacta propiedad gráfica, los indios "guambianos".

Rememoré la palabra "receptar". Mi subconsciente "tinterrillesco" se encabritó. Leí lo que dice el diccionario: "receptar" Der. Ocultar o encubrir delincuentes o cosas que son materia de delito. Usted que me opina, doctor Tejera, ¿estoy bien orientado según la "juris" por no decir "jurídicamente"? O tan sólo es válido mi argumento por el lado gramatical.

Don Herman Patiño Tejera, tuvo en su escrito dardos que "dieron en el blanco", como cuando anota que no se debió eliminar el "ciertamente" -en realidad era una cita-, que identifica a nuestro Presidente Gaviria tanto como el famoso "revolcón", que él no ha vuelto a pronunciar, y por algo será. Ahora que el Fisgón payanés se "lance a sostener, a manera de centinelas, tesis idiomáticas que contradicen su habitual amplitud de criterios" es un dardo criticón bien intencionado pero mal dirigido, no dio en el blanco. No se corrigió como "gazapo" el empleo de los adverbios en "mente"; se dijo eso sí y se sigue sosteniendo que son de verdad "feísimos".

Ahora bien, tiene don Herman Patiño Tejera, el derecho, que nadie le niega, de seguir empleando todos los adverbios en "mente" que a bien quiera. Las posibilidades las encuentra, y sin "gazapo" posible, cuando escriba v. gr. "anticonstitucionalísimamente" (28 letras), hasta "letalmente" (10 letras), ambos campeones, "respectivamente", por el mayor y menor número posible de letras. Observe que yo sí uso los famosos adverbios, cuando son indispensables. Podría sustituirlo por: "en relación al mayor y menor número posible de letras".

La lista de los consabidos y comentados adverbios, es tan extensa como común su uso. Se encuentran, al abrir cualquier libro, antiguo o moderno, al leer a los columnistas, encopetados o "principiantes", deleitándose con la poesía de los poetas, poetisas y "poetastros" -mi alter ego, entre ellos-; y cuando se oye o escucha, según el interés que se le esté poniendo (no "colocando") a la transmisión de nuestros amigos los "locutores deportivos", todos a una parece que se solazaran usándolos.

Leerle al doctor Felipe Calero Arboleda, su columna de Occidente publicada el pasado 14 de octubre, sería para don Herman, un verdadero deleite: le conté 13 adverbios en "mente", la mayoría inoficiosos.

Como yo para los versos cojuelos, soy "malón", doy mi despedida, con un filosófico refrán:

"El diablo, sabe más por viejo que por diablo", y aumento yo: "así la juventud lo aplique, sólo cuando comience a arrastrar los pies". Tal decía "mi viejo": "los hombres como los burros nos acabamos por las patas".




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