FISGONEO



CARBERTO

23 marzo de 2002

Cómo dejé de ser tartamudo. ¿Aconsejar o Insinuar?


En nuestra casa, la familia compuesta por papá, mamá, seis hermanos y yo, siempre se sentaba a la mesa, para compartir todos juntos los desayunos, almuerzos, comidas y en ocasiones también las cenas.

Tendría yo 8 ó 10 años cuando sucedió lo que voy a relatar.

Es importante resaltar que el trato cuando nos comunicábamos entre nosotros o con papá y mamá o ellos con cualquiera de los siete hijos, siempre fue franco y sincero pues nos tratamos de “tú”, nunca con el “estirado” usted.

Nos era permitido actuar en la conversación siempre y cuando que no le arrebatáramos la palabra a quien estaba hablando. Yo intervenía poco; la persistente tartamudez que desde muy pequeño me acompañó, era en parte la razón de mis silencios. El día de las remembranzas que hoy narro, es de esos acaeceres que aún hoy persisten en mi mente con luciente claridad.

En esa ocasión papá me preguntó: ¿ Por qué estás tan callado? Por---que , por—por—por—que, en el exa- ax---am—en, exámen de ari—t—mé—tic-a, me f—ue muy m—a---al. Muy ---mal. Dije yo trastabillando.

La respuesta de papá es el único recuerdo desagradable que de él tengo. Imitó mi tartamudeo casi con exacta similitud.: Porque , por—porque, en el exa- m—en, exámen de arit—mé—tica, me f—ue muy m—a---al. Muy mal.

Creo que la rabia y enojo que me produjo esa actitud de papá se reflejó en mi cara y en el metal y tono de voz, pues sin titubear le dije:

” Por favor papá, no me remedes porque me pones más nervioso”.

Un silencio expectante inundó e invadió el ámbito familiar en ese momento. Todos nos mirábamos unos a otros. Papá rompió el silencio: ¡ Hijo, Perdóname !

Y repitió esta frase dos o tres veces, cada vez con tono más dulce y cariñoso. La cara de papá, irradiaba dulzura y grata sensibilidad paternal.

Todos se fueron levantando de la mesa. Cuando yo iba a hacerlo, se acercó papá diciéndome: No te vayas, Ven, necesito hablar contigo.

Al quedamos solos, me repitió: Quiero ratificarte lo que expresé delante de todos: ¡ Hijo excúsame! Y me abrazó reflejando en su rostro ternura tan especial como nunca me había manifestado antes.

Al desprenderme de sus cálidos brazos, me insinuó: Siéntate aquí conmigo, señalándome un viejo y cómodo sofá que estaba en el corredor aledaño al comedor.

No había papá terminado de pronunciar la última palabra cuando le oí decir: “Quiero: NO darte un consejo SINO hacerte una insinuación, para que trates de corregir tu tartamudez .

En ese momento, debo confesarlo, esa frase y las palabras empleadas me produjeron no sólo extrañeza sino que dejaron en mi ánimo una manifiesta inquietud, reflejadas en mi rostro y así lo debió entender papá.

Sereno continuó: “No quiero decirte que trates de seguir el ejemplo de Demóstenes, quien según cuenta la leyenda se ponía piedritas pequeñas debajo de la lengua y con frases enérgicas y casi gritando trataba de acallar el ruido de las olas a la orilla del mar. Aquí no tienes mar cerca. En cambio si puedes utilizar, cuando quieras este método que te voy a explicar.

A ti te gusta recitar o leer en voz alta. Pues bien, lo vas a hacer al frente de un espejo. Allí te podrás observar, tu cara en total semejanza. Cuando comiences a tartamudear te puedes ver tú mismo, los gestos de desesperación y extrañeza. Irás amando las palabras con toda la musicalidad que bien pronunciadas conllevan en sí mismas y lograrás adquirir una presteza que muchos podrán imitarte y no pocos quizás envidiarte.

Yo permanecí callado escuchando la disertación juiciosa de papá. Viendo que su cara y en especial sus ojos irradiaban completa placidez y cierta tranquilidad, me sentí confiado para preguntarle: Por qué me dijiste que hacías una insinuación y no me dabas un consejo. ¿Qué diferencia existe entre una y otra actitud?

Se quedó pensativo un momento y así habló: Si te doy un “consejo” puedes sentirte presionado a seguirlo, porque piensas que por venir de tu papá estás más obligado a hacerlo. En cambio al decirte que una “insinuación”, puedes seguirla o no practicarla, porque va a ser tu propia determinación, el eje motor de tu proceder.

Así lo hice y puedo hoy sentirme orgulloso: ¡ Dejé de ser tartamudo!

Cuánta razón tenía papá. Veamos como define el DRAE a una y otra palabra Consejo:”Parecer o dictamen que se da o toma para hacer o no hacer una cosa”

Insinuación: Acción y efecto de insinuar o insinuarse”

Insinuar:”Dar a entender una cosa sin más que indicarla o apuntarla ligeramente”

EPÏLOGO: De verdad nuestros viejos, así no tuvieran los conocimientos gramaticales de los que hoy podemos disfrutar, poseían un sentido práctico de una evidencia meridiana.

Gracias por leerme.




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