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En esta novela, el autor hilvana el hecho histórico en una
trama narrativa caragada de descripciones del escenario feraz de
La Mosquitia, lugar en el que se desarrolla la mayor parte de la
obra. Hasta acá se han desplazado los frailes franciscanos
Esteban de Verdelete, Juan Monteagudo y el capitán Alonso
de Daza, junto con su tropa, para fundar una Misión que tiene
vomo propósito la conversión y evangelización
de los taguacas quienes, después de varios intentos frustrados,
aún se resisten a la conquista.
Alonso de Daza actúa obsesionado por la idea de encontrar
el templo de oro en el que los indígenas guardan sus tesoros.
Con este propósito, capturan a un cacique taguaca, lo torturan
y lo asesinan, sujetándole con una herradura una de sus manos
y clavándosela a un árbol. En respuesta, los indígenas
capturan al capitán y engañan a los frailes invitándolos
a su aldea para que bauticen a la población. Los taguacas
vengan la muerte de su cacique decapitando a los frailes y clavando
a Daza con la misma herradura, al estilo de los conquistadores.
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Fotografía de carátula:
Edmundo Lobo
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