Es un aceite mezclado con bálsamo con el que se unge la frente del bautizado.
El aceite penetra profundamente en los tejidos, en la madera, en el papel... Por eso el Santo Crisma significa esa marca imborrable en nuestro corazón por la que el bautizado es consagrado a Dios en forma definitiva para ser su hijo.
Crisma quiere decir "unción". Al cristiano se lo unge porque está llamado a participar de la triple misión de Cristo: rey, sacerdote y profeta.
"Tu has creado mis entrañas,
me has tejido en el seno materno..." (Sal. 138,13) |