CONFESION
no puedo decir que no he llorado
a menudo mis ojos se nublaron
y rodaron mansamente por mi rostro
cuatro lágrimas indecisas
estuve al borde de incontables abismos
sentí el desierto secándome despacio
me supe preso
hoy lo confieso sin arrepentirme
pues cuando todo pasa
cuando vuelvo del desierto
aún sediento
cuando llego al abismo
y no me caigo
cuando se disipan las nubes de mis ojos
estoy de nuevo aquí
total y entero
esperando el mañana