CONFESION

 

no puedo decir que no he llorado

a menudo mis ojos se nublaron

y rodaron mansamente por mi rostro

cuatro lágrimas indecisas

estuve al borde de incontables abismos

sentí el desierto secándome despacio

me supe preso

 

hoy lo confieso sin arrepentirme

pues cuando todo pasa

cuando vuelvo del desierto

aún sediento

cuando llego al abismo

y no me caigo

cuando se disipan las nubes de mis ojos

estoy de nuevo aquí

                                 total y entero

esperando el mañana

 

Anterior                         Siguiente

1