EN UN RECODO DEL OLVIDO
me paré en la mitad de la noche
regué mi soledad con vino
y seguí caminando en las sombras
por la borrada huella del destino
a mi paso encontré regiones muertas
odios
tristezas
presencias fugitivas
lluvias melancólicas que nunca
apagaban el calor de la sequía
y en un opaco recodo del olvido
me vi yo mismo
una ciudad en ruinas
y me sentí más pequeño que una nada
en la nada infinita de mis días
pero un átomo azul de mi esperanza
engendró en mi futuro tu presencia
y fue el amor
la luz
la luna clara
que rescató mi vida de la urgencia