LA
CABALA DEL RENACIMIENTO
NUEVAS APERTURAS FEDERICO GONZALEZ - MIREIA VALLS |
CAPITULO
II |
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Nicolás
de Cusa
Nicolás de Cusa está presente en la obra de Ficino y de Pico, así como en la de Reuchlin y posteriormente en la de Giordano Bruno, (el tema está estudiado en diferentes monografías),80 aunque estos autores no lo nombraran, así como el Cusano no mencionó en su obra al maestro Eckhart salvo dos veces, pese a que su presencia invade todo su pensamiento que, como el de los que acabamos de nombrar, es heredado de Platón o del neoplatonismo, en este caso como en muchos otros cristianos, también por intermedio del Areopagita, o sea la versión de Proclo, a quien el cardenal estudió a fondo, habiendo adquirido el llamado por algunos platonicus oculus. Pero igualmente siempre se ha vinculado su pensamiento y su obra con la Cábala y con la geometría sagrada y la aritmosofía; asimismo se lo considera como precursor de la ciencia actual y al mismo tiempo el primer filósofo moderno.Nuestro autor comparte con la Cábala la idea de la Iniciación, derivada del Conocimiento de los "tres mundos", análogos a los cuatro en que se despliega el Arbol de la Vida.81 El ascenso por sus sefiroth es análogo al ascenso por las esferas, lo que va tipificando grados de conocimiento que se diferencian de los profanos. No todos los hombres gozan de la misma intuición intelectual aunque todos somos seguramente necesarios al plan creacional que todo lo incluye. El viaje del ascenso del alma no sólo es igual al propio conocimiento de nuestra naturaleza sino asimismo al viaje del alma después de la muerte, tema destacadísimo en muchas tradiciones, que incluyen también ritos análogos.82También comparte la idea del Dios desconocido,83 de la triunidad de los principios, que junto a la docta ignorancia y oposición y concordancia de los contrarios conforman la parte esencial de su obra que asimismo reflexiona una y otra vez sobre el lenguaje como expresión del pensamiento. Igualmente sobre la teoría neo–platónica y hermética de la Emanación y la creación por el Intelecto, equiparable a la Sabiduría divina.No es siempre fácil seguir el discurso del Cusano, en gran parte por la terminología que emplea, nueva, con respecto a Platón y el neoplatonismo, como los conceptos de implicación y explicación, contracción y expansión, máximos y mínimos, opuestos que se complementan. Pero él mismo lo sabe y por ello y otros ejemplos evidentes de oximorones directos del Renacimiento como festina lente y en el caso que nos ocupa concordia-discors, desarrolla su "teoría" de la docta ignorancia. Su lenguaje es lógico, matemáticos sus conceptos y se ayuda muchas veces de los símbolos geométricos para demostrar sus teoremas metafísicos. Su prosa es breve, condensada, sintética, a veces axiomática, apta para mostrar por momentos el fulgurante poder, la belleza y la luz de sus intuiciones intelectuales.Su obra ha sido utilizada asimismo por distintos especialistas los que intentan verla desde el ángulo de la filosofía política, la antropología y la metafísica.84 Ella es numerosa y fundamental y queremos enumerar sus títulos de acuerdo a las traducciones contemporáneas de Jasper Hopkins al inglés de sus libros filosóficos y los tratados teológicos en el orden en que fueron escritos:85 De Docta Ignorantia; De Coniecturis; De Deo Abscondito; De Quaerendo Deum; De Filiatione Dei; De Dato Patris Luminum; De Genesi; De Ignota Litteratura; Apologia Doctae Ignorantiae; Idiota de Sapientia; Idiota de Mente; Idiota de Staticis Experimentis; De Pace Fidei; De Visione Dei; De Theologicis Complementis; De Beryllo; De Aequalitate; De Principio; De Pos–sest; Cribratio Alkorani; De Li Non Aliud; De Ludo Globi; De Venatione Sapientiae; Compendium; De Apice Theoriae.Se notará la ausencia de la Concordia Catholica y la Coniectura de Ultimus Diebus, así como trescientos sermones por considerarlas obras religiosas o de carácter eclesiástico.86 Igual con respecto a De Quadratura Circuli, De Arithmeticis, De Transmutationibus Geometricis que son considerados tratados matemáticos. No se puede aquí sino destacar algunas de las facetas de esta luminosa arquitectura y construcción de su obra, a la que se le han dedicado muchos escritos. La Visión de Dios, escrito en su madurez es uno de sus textos más importantes junto con la De Docta Ignorantia y el De Beryllo, término equivalente a una lente o lupa con la cual se van enfocando distintos temas de forma que el orden de su desarrollo constituye una enseñanza. En La Visión de Dios toda la meditación se basa en un cuadro o icono que es de aquellos en los que la imagen de un personaje, o mejor, su mirada nos persigue mientras cruzamos la sala en donde se encuentra colgado, de Este a Oeste y de Oeste a Este y vuelta,87 lo cual se explica en el capítulo IX: "La visión de Dios es a la vez universal y particular, y qué camino conduce a la visión de Dios", donde se puede leer:
Aunque:
Y en el
capítulo XII (50), llamado "Donde el
invisible es visto, el increado es creado":
Para los
que han leído los textos de los cabalistas
la relación de este discurso con el de José Chiquitilla
o Azriel de Girona, sin mencionar el Zohar es evidente como
en el capítulo
V (15):
O el capítulo
II (8), "La visión absoluta
abarca todos los modos de ver":
Angel Luis
González,93 traductor
de La
Visión de Dios, se pregunta en su introducción:
A lo que
el metafísico alemán responde en el
capítulo XVIII (82) llamado "Si Dios no fuese trino, no existiría
la felicidad":95
De Docta
Ignorantia es la obra más famosa de
nuestro autor y una de las más importantes de su creación.
Publicada en 1440 cuando su autor tenía treinta y nueve años,
fue valorada desde entonces a tal punto que se hicieron numerosas
ediciones de este
libro que influenciaron el pensamiento de muchas mentes del Renacimiento,
que veían en esta fuente hermética y neoplatónica
unas enseñanzas que eran un alimento a sus inquietudes y
obraban sobre ellas al modo de una comunicación, si no influjo,
que era la respuesta a esas inquietudes, luego intereses, y necesidades
con los que su alma verdadera y
esencialmente se identificaba. Y eso, o ello, es la teúrgia,
aunque los actores en el Gran Teatro del Mundo no lo sepan o finjan
ignorarlo.
Y así fue como esa vibración, o energía, creó el ambiente "encantado" del Renacimiento, en donde se logró activar la magia del pensamiento, y Cusa fue un precursor, que seguido por Ficino, Pico y concretamente su compatriota Reuchlin alumbró por un tiempo a Florencia, las cortes italianas y toda Europa, donde brilló la transparente Academia Florentina, y florecieron todas las Artes y Ciencias, pese a las intrigas y violencias de las cortes con las que los filósofos coexistían a la par que continuaba encendida la luz de la Sabiduría.En este sentido habrá que destacar la labor eclesiástica y diplomática de Nicolás de Cusa que lo llevó a ser una figura clave, tanto en el Concilio de Basilea como en el de Ferrara; amigo de Gemistos Pletón y de su alumno el cardenal Bessarion, con quienes comulgaba en el pensamiento, fue encargado por el Papa Eugenio IV, del que fue paladín, de organizar un concilio solemne que significaba nada menos que la unión de la Iglesia Romana con la Griega, para lo cual viajó a Constantinopla en 1437. Esta iniciativa fracasó, aunque dejó el saldo extraordinario de la obtención de los preciosos textos que posteriormente tradujo Ficino y que incluían no sólo obras de Platón que no se conocían, sino el Corpus Hermeticum, libros neoplatónicos de Plotino, y fundamentalmente queremos señalar, el comentario al Parménides de Platón efectuado por Proclo, obra que el Cusano poseía en su biblioteca particular, ejemplar perfectamente subrayado y anotado, perteneciente a su colección y que se encuentra con el resto de su magnífica biblioteca –Ramón Llull es el autor más representado en ella– en el lugar de su nacimiento (Kues) hasta la fecha.97En 1448 siendo Papa su amigo Nicolás V, lo hace cardenal y en 1450, obispo de Brixen en el Tirol destacándose sus servicios en pos del papado y la fe.De 1450 al 52 a Cusa también le tocó una labor diplomática y de muchos viajes que lo llevaron durante dos años a las cultas ciudades alemanas y centro europeas donde conoció e influyó en los principales actores políticos y culturales de su tiempo, como lo haría posteriormente en Roma (1459), a donde fue llamado por otro amigo, Eneas Picolomini, el nuevo Papa Pío II. Igualmente, esa labor estaba encarada por nuestro personaje como una reforma de la Iglesia, como paso previo a una reforma de la educación y finalmente a todo el orden cristiano. No podemos, desgraciadamente, abordar estos asuntos de muchísimo interés desde el punto de vista de la Filosofía Política, y en este caso, de la metahistoria que generó el primer Renacimiento y sus valores, e impregnaría con una atmósfera siempre nueva y sutil, esta resurrección de la Teosofía, las Artes, las Letras y las Ciencias, por intermedio de la Teúrgia.Empero este generoso legado ha sido destruido por el desarrollo del mundo moderno y su infame ciencia, filosofía y religión, manejadas en términos generales por una verdadera mafia de ignorantes que se han apoderado tanto de la Iglesia, como de la Universidad, los medios de comunicación y los resortes del poder político y social. Pero volvamos a La Docta Ignorancia, donde ya en el capítulo I "De qué manera saber es ignorar" se definen los propósitos de la obra.
Y prosigue
en el capítulo II, "Elucidación
preambular de las cosas que siguen":
Más
tarde revela en el capítulo III "Que la
verdad exacta es incomprensible":
Desde luego
que este lenguaje necesita de una hermenéutica que se irá concientizando
en el lector.101 Efectivamente, "El
máximo absoluto, con quien coincide el mínimo,
es entendido incomprensiblemente":
Para terminar
con La Docta Ignorancia he aquí
graficado un teorema sagrado denominado "De las propiedades de la
línea
máxima e infinita" (cap. XIII):
En el epílogo
de la traducción de El juego
de las esferas104 (De
Ludo Globi), J. Rafael
Martínez E. afirma:
En 1514
se publicó en París la Opera
Omnia del Cusano editada por Jacques Lefèvre D'Etaples.
Las ediciones posteriores de su obra tienen diferencias mínimas
entre ellas. Veamos ahora el De Ludo Glo–bi que es
un tratado dividido en dos libros cuyo título completo dice: Diálogos
acerca del juego de las esferas del reverendísimo en Cristo,
nuestro padre, el cardenal Nicolás de Cusa, siendo sus
interlocutores Juan, duque de
Bavaria, y el cardenal Nicolás. Respecto del Segundo
libro del diálogo acerca del juego de las esferas y sus
protagonistas Alberto, duque de Bavaria, y el cardenal Nicolás,
éste dice al joven duque cosas de una belleza y profundidad
como
ésta:105
Y el duque
responde con recato pareciendo conocer el tema:
A lo que
el cardenal contesta, y lo hace de una forma con la que nuestros
lectores ya están familiarizados:
Queremos
del mismo modo destacar otro opúsculo, La
Paz de la Fe, estudiado, traducido y anotado por Víctor
Sanz Santacruz,106 que
dio fama al Cusano por la idea de un mismo Dios y distintos ritos
y que también hacen de nuestro autor una avanzada desde
el punto de vista conciliar, de la Filosofía de la Historia,
o de la Sociología Política. No abordaremos el temario
por no ser propio de este libro.
Pero en todo este discurso metapolítico no falta el fundamento, expresado en el capítulo VIII (23 y 24):
Podríamos,
siguiendo este hilo, conformar una pequeña antología
de cientos de textos, pero creemos que ya hemos hecho lo justo
como para tener un perfil de los contenidos de la obra del
Cusano, y contrastar su parentesco ideológico con los cabalistas
hebreos y los conceptos en los que meditaban los cristianos y herméticos
hebraizantes durante el Renacimiento y que, de otro lado, es el
tema de este acápite en contra de lo que piensa Eugenio Garín,
al criticar a E. Cassirer y negar la importancia que el Cusano tuvo
sobre el Renacimiento
italiano.
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NOTAS | |
80 | K. Flasch, S. Meier-Oeser, K. Jaspers y finalmente F. W. Schelling en su Bruno. En castellano E. Colomer, De la Edad Media al Renacimiento. R. Llull, Nicolás de Cusa y J. Pico della Mirandola. Herder, Barcelona, 1975. |
81 | Atsiluth, plano o mundo intelectual, designa al Noûs, o espíritu, la primera triunidad; el mundo o plano de Beriyah y el de Yetsirah conjuntamente correspondiéndose con el alma superior e inferior, y finalmente Asiyah, el mundo de la materialización y la acción donde vivimos. Estos planos están vivos en el microcosmos, y por ello el alma del hombre los reproduce, y por lo tanto puede intuirlos y finalmente conocerlos. |
82 | Para Cusa estos grados de conocimiento o conciencia, o planos son: sensus, ratio, intellectus, visio. |
83 | Título de uno de sus libros. |
84 | Recordaremos de Giovanni Santinello, Introduzione a Niccolò Cusano, Editore Laterza, Roma, 2001, con bibliografía actualizada. |
85 | Arthur J. Banning Press, Minneapolis, 2001. |
86 | Nicolas de Cues, Sermons Eckhartiens et Dionysiens. Introducción, traducción, notas y comentarios Francis Bertin, Éditions du Cerf, París, 1998. En castellano han sido traducidos y publicados los siguientes títulos: Nicolás de Cusa, La docta Ignorancia. Orbis, Argentina, 1984; Nicolás de Cusa, Diálogos del idiota, El Possest, La cumbre de la teoría. Introducción, traducción y notas Angel L. González, EUNSA, Navarra, 2001; Nicolás de Cusa, La Visión de Dios. Traducción e introducción Angel L. González, EUNSA, Navarra, 1999; Nicolás de Cusa, El juego de las esferas. Introducción, traducción y notas J. Rafael Martínez, UNAM, México, 1994; Nicolás de Cusa, La Paz de la Fe, Carta a Juan Segovia. Estudio preliminar, traducción y notas Víctor Sanz Santacruz, Tecnos, Madrid, 1999; Nicolás de Cusa, De Concordantia Catholica o Sobre la Unión de los Católicos. Introducción y traducción José Mª de Alejandro Lueiro, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1987. Sobre el Cusano: Kurt Flasch, Nicolás de Cusa. Traducción Constantino Ruiz-Garrido, Herder, España, 2003; Jorge M. Manchetta y Claudia D'Amico, El problema del conocimiento en Nicolás de Cusa: genealogía y proyección. Biblos, Buenos Aires, 2005; Coincidencia de opuestos y concordia. Los Caminos del Pensamiento en Nicolás de Cusa. Sociedad Castellano-Leonesa de Filosofía, Salamanca, 2002. |
87 | En el De Ludo Globi toda la meditación y su posterior desarrollo está inspirada en otra trama aparentemente intrascendente: un juego de pelota. |
88 | Nicolás de Cusa, La Visión de Dios. Traducción e introducción de Angel Luis González, Ediciones Universidad de Navarra, Pamplona, 1999, pág. 82. |
89 | Ibid., capítulo XI (47), pág. 90-91. |
90 | Ibid., pág. 93. |
91 | Ibid., pág. 70. |
92 | Ibid., pág. 65-66. |
93 | El mismo estudioso ha traducido los Diálogos del Idiota, El Possest y La Cumbre de la Teoría. En su introducción a estos opúsculos manifiesta refiriéndose al De Beryllo: ... "En De Beryllo, comentando la frase de Hermes Trismegisto de que el hombre es un segundo Dios, señala el Cardenal de Cusa que lo mismo que Dios es el creador de los entes reales y de las formas naturales, de modo semejante el hombre lo es de los entes racionales y de las formas artificiales, que no son otra cosa que semejanzas de su intelecto, al igual que las creaturas de Dios son semejanzas del entendimiento divino. De esa manera, el hombre posee un entendimiento que es semejanza del entendimiento divino cuando crea; por eso, el hombre crea semejanzas de las semejanzas del entendimiento divino, como las figuras artificiales extrínsecas son semejanzas de la forma natural intrínseca. Si el Absoluto es creador, el hombre es configurador, o si se quiere creador o co-creador de su mundo". Nicolás de Cusa, Diálogos del Idiota, El Possest, La Cumbre de la teoría. Introducción, traducción y notas de A. L. González, Ediciones Universidad de Navarra, 2001, pág. 24. |
94 | La Visión de Dios, op. cit., pág. 26. |
95 | El lector tiene entera libertad de relacionar esta triunidad con Kether, Hokhmah y Binah del Arbol Sefirótico que ya conocemos y que constituyen lo más alto, los Principios, el Arik Anpin o Rostro Mayor que en la Cábala se conoce como ma–croposopos, un término griego, en oposición a microposopos, Zeir Anpin, Rostro Menor correspondiente a la construcción del cosmos y el alma del hombre. |
96 | La Visión de Dios, op. cit., pág. 113-114. |
97 | Ver Bibliothecae Selectae, de Cusano a Leopardi, a cargo de Eugenio Canone. Concetta Bianca, "Niccolo Cusano e la sua biblioteca: note, 'notabilia', glosse", Olschki Editore, Florencia, 1993, pág. 2. |
98 | Nicolás de Cusa, La Docta Ignorancia. Ediciones Orbis, Buenos Aires, 1984. Capítulo I, pág. 24. |
99 | Ibid., pág. 25, "exista de modo contracto como universo"; recordar la doctrina de En Sof y la Tsim-tsum, ver pág. 16. |
100 | Ibid., pág. 27-28. |
101 | Existen centros de estudios sobre el Cusano en distintas partes del mundo. También en castellano en España y Argentina. |
102 | La Docta Ignorancia, op. cit., pág. 29. |
103 | Ibid., pág. 47. |
104 | Nicolás de Cusa, El juego de las esferas. Introducción, traducción y notas de J. Rafael Martínez E., Ed. Facultad de Ciencias, UNAM, México D. F., 1994, pág. 43. |
105 | El juego de las esferas, op. cit., pág. 96 y ss. |
106 | Nicolás de Cusa, La Paz de la Fe. Estudio preliminar, traducción y notas de Víctor Sanz Santacruz, Editorial Tecnos, Madrid, 1999. |
107 | Ibid., pág. 20-22. |