LA
CABALA DEL RENACIMIENTO
NUEVAS APERTURAS FEDERICO GONZALEZ - MIREIA VALLS |
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CAPITULO
IV |
Hemos visto en el capítulo anterior cómo la Cábala Hermética, o el hermetismo cabalístico surge en Florencia por la gracia del Conde de la Concordia, lo que es imitado y seguido por distintos estudiosos e iniciados que se van acoplando de modo paulatino, aunque también acelerado dada la importancia que cobró inmediatamente la Cábala en el panorama cultural de Europa, en gran parte gracias a los colaboradores y amigos de Pico, muchos de ellos judíos, -entre ellos Alemmano del que ya hemos hablado- que mediante sus escritos y traducciones actualizaron la herencia tradicional, que tomaba esas formas al expandirse en medios gentiles, abierta a los no judíos, que apuntalaron el edificio de la Cábala en el Renacimiento. Y debe advertirse, como apunta Moshe Idel164 que el peso de los estudios al respecto ha recaído en manos de cabalistas no judíos, a los que se suele llamar cristianos.
Y agrega:
Y no deja de sorprendernos el estudioso judío al abordar el tema de la magia como algo que estuviese fuera de la Cábala, ajeno a ella, estableciendo divisiones y subdivisiones de tipo exclusivamente universitario opuestas totalmente a lo orgánico del tema de la Cábala que rebasa el "encorsetamiento" de una materia que desborda todo tipo de catalogación intelectual ajena a su propia esencia, y que los propios autores, los cabalistas, no establecen. Y prosigue M. Idel:
Y en la página 86:
En otro texto Idel apunta algo sobre el ambiente judío en Italia en relación con la Cábala, pero antes de la expulsión de España:167
Italia fue así el centro intelectual del momento, y sus distintas ciudades-estado, repúblicas, condados o ducados acogieron a innumerables sabios judíos, cristianos y gnósticos interesados en desarrollar todas estas formas de acceso al Conocimiento, algunos de los cuales serán invitados a pasear por nuestras páginas, y otros no, aunque no por ello dejamos de reconocer su secreta labor. Florencia es sin duda la capital de todo este renacimiento, con la brillante Corte de los Médici168 auspiciando la Academia dirigida por Ficino, acompañada de una constelación de artistas, intelectuales y hombres de ciencia que de un modo u otro se dejaron penetrar por esos influjos espirituales, produciendo un sinfín de obras acordes con esas ideas, lo que modeló un mosaico extraordinario, un reflejo en esa pequeña geografía de las emanaciones celestes arquetípicas y eternas. Este es un tema que traspasa los límites de nuestro estudio, pero sólo para ver cómo la Cábala llegó a ser fuente de inspiración y teúrgia viva para ese universo en miniatura y sus habitantes, ofrecemos este fragmento del excelente libro de Joscelyn Godwin The Pagan Dream of the Renaissance169 en el que el pintor Vasari explica al Príncipe de Médici la significación de los frescos que decoran el salón de los Elementos del Palacio Vecchio de Florencia:
Y tras el impacto de estas imágenes, seguimos nuestro periplo y nos encaminamos hacia Venecia, otro de los importantísimos núcleos culturales dada su privilegiada ubicación, "próxima" a Oriente, lo que facilitó y promovió un intercambio comercial e intelectual extraordinario. Mi amigo catalán tuvo la paciencia de oírme y al terminar me contó pausadamente que él y su mujer habían viajado en las vacaciones a Italia, llegado a Venecia y visitado la Iglesia donde se había encontrado con el ambiguo "santo" franciscano, como yo, y le había hecho las mismas preguntas y había recibido iguales evasiones, o mejor, imprecisiones sobre tal asunto, incluida una ira desmedida y sorda bajo cuya presión se le movía, violentamente, mudo, el belfo del labio, mientras sus límpidos ojos parecían, al contrario, bendecirnos. Esta concordancia asonante nos tornó reflexivos y callados hasta este momento donde debemos escribir este apartado en el que comenzaremos citando a Yates que tanto admiramos, aunque nuestra formación es directamente cabalista y adquirida mucho antes de que supiésemos siquiera de la importancia histórica de la Cábala en la cultura de Occidente y de la existencia de esta historiadora y aún de las investigaciones del Warburg Institute con el que colaboraba y que nos hablan de nuestro cabalista y su obra principal, para que sigamos familiarizándonos con sus contenidos.171
De Harmonia Mundi está escrita de modo musical y se encuentra dividida en cantos, subdividida en tonos y capítulos independientes entre sí pero que vibran por resonancia pues conjuntamente -y necesariamente- conforman la armonía del mundo. Ha de destacarse el valor de este compendio cabalístico inspirado en gran parte en De Arte Cabalistica de Reuchlin y en la obra de Pico, de los cuales Zorzi era amigo y seguidor y a los que visitó en Florencia. A su vez la obra de Zorzi fue utilizada afortunadamente por Agrippa (a quien también trató) en su De Oculta Filosofia que tanta difusión alcanzó. Se debe consignar que este libro tuvo además una gran importancia en Francia, donde fue traducido y publicado por los hermanos Le Fèvre de la Boderie, y contribuyó al conocimiento de la Cábala en Europa (Alemania y Centro Europa) y posteriormente en Inglaterra, de la mano de John Dee, Robert Fludd, etc. En su libro Las raíces y las ramas,173 Angelina Muñiz-Huberman,de modo sintético nos ilustra, en parte siguiendo el pensamiento de Yates que ha recalcado especialmente la importancia de la obra de este audaz cabalista franciscano, de este hombre de Dios:
Parece que un acontecimiento fortuito hace que viaje a Tierra Santa el joven franciscano y que esta circunstancia le influya para que se vea cada vez más interesado por las antigüedades judías, el arameo y el hebreo y la Ciencia Sagrada. Posteriormente,
Así es que:
Zorzi, culto patricio veneciano lleno de amor a la creación entera, propia del "poverello" de Asís, escribe su De Harmonia Mundi inspirado en el simbolismo del orden cósmico expresado por autores que cita de continuo y que, tal cual ha observado han vivido la misma cosmogonía y teosofía a la que él pertenece, la cual ha signado su destino merced a la gracia Divina que le ha inspirado el temor a lo sagrado y a las combinaciones de las letras ardientes que conforman el cosmos. Entre los pocos estudios recientes dedicados al erudito el que nos ha parecido más interesante es el de Giulio Busi174 y por tanto el que seguiremos en este apartado.
Las obras de Zorzi, y concretamente De Harmonia Mundi son difíciles de encontrar en los fondos bibliotecarios europeos. Lo mismo sucede con la traducción de ésta última al francés por Guy Le Fèvre de la Boderie, de la que existe una única edición facsímil de 1978. Escogemos al azar el Proemio del Cántico 3, donde los nombres de autores consignados al margen son: Proclo, Boecio, Pitágoras, Academia, Platón, y en el folio siguiente, Orfeo, Pitágoras, Estoicos, Platón, Porfirio, Jámblico, Proclo, Siria, Isaías, Ezequiel, Juan, Moisés, etc., etc., los que se alternan a lo largo de las páginas indicándonos claramente por dónde va el orden de la presentación y en qué línea filosófica y teosófica se afirma. Volvamos a Giulio Busi quien dando un ejemplo explica:
Asimismo:
Tal cual lo han establecido numerosos adeptos y nos lo señala el autor de este digesto que tanto interés despertó en Venecia y posteriormente en Italia y toda Europa, el bagaje de la tradición hebrea pasa nuevamente a conformar nuestra cultura difundiendo el extraordinario legado hermético-cabalístico al punto que la Cábala hebrea ha sido moda en diferentes períodos del Occidente medieval, renacentista y moderno, haciendo la salvedad de que a partir del siglo XV la Cábala deja de ser exclusivamente judía y es incorporada al acervo de gentiles y cristianos, los que priman en su manejo y recta utilización hasta el siglo XX en que surge la investigación histórica del tema encabezada por la extraordinaria figura de G. Scholem y una nube de investigadores judíos que le acompañan y siguen su metodología de corte académico moderno basada en la "asepsia", objetiva y laica, a veces encubridora de la simple ignorancia y engaño "universitario" y filosófico, la moneda corriente en las "academias" de hoy día, donde se disputan las mediocres sobras de un banquete en el que jamás han participado. Otra cosa muy distinta sucedió en ese espacio de tiempo, donde numerosos centros de enseñanza resurgieron o se renovaron al empaparse de esas fuentes griegas y hebreas imbuidas de magia y teúrgia, además de toda la revitalización del saber que se alimentó con nuevas publicaciones de manuscritos traídos de todas partes que se traducían y estimulaban así la redacción de otros tantos tratados. También mencionar el sin fin de expresiones culturales que incluían desde reuniones en las que se conjugaba la música con la danza y la poesía, a todo tipo de juegos y divertimentos, o animaciones teatrales que requerían la ejecución de decorados, vestuarios, joyas, sin olvidar la construcción de los palacios, y sus revestimientos pictóricos, mobiliario, etc., de todo lo cual Venecia fue uno de sus máximos exponentes. Además devino la sede de una de las principales casas editoriales del momento, la de Daniel Bomberg (?-c. 1549-1553), el cual destacó por ser de los primeros editores de libros hebreos. Pronto dejó su Amberes natal y se afincó en Venecia, donde instaló su taller, dada la gran afluencia de marchantes de libros que pasaban por la ciudad. Interesado por la lengua hebrea, y tras estudiarla con Felice da Prato, publicó ediciones del Pentateuco y de la Biblia Hebrea, y se sabe de su gran interés por la Cábala. Es el primero en editar la Biblia rabínica Mikra'ot Gedolot, así como la primera edición completa de los dos Talmuds con la aprobación del Papa León X, y en 1516 obtiene el privilegio de editar en hebreo libros de judíos de diversas disciplinas. Por su casa pasaron los principales personajes que estamos visitando y que nos visitarán en adelante, deviniendo un potente faro para la difusión de la cultura hebrea incluida la Cábala, y su tarea fue secundada por editores de otros lugares, como Plantino, Fine, Oporin, y después de Bry, etc. Aunque sea anticiparnos a ciertos autores, y para hacernos una idea del ambiente que se respiraba en la residencia de Bomberg, citamos del libro Vie et caractère de Guillaume Postel de Weill:176 Grabado de Avqat rokel, Rimini, 1526.
Pero antes debemos dirigirnos a Roma, donde el esoterismo y el pensamiento hermético, es decir la Sabiduría, llega al colegio cardenalicio, e incluso dos veces netamente al papado en una ciudad donde conviven las artes y las ciencias tradicionales también en las academias, y donde León Battista Alberti177 ocupó un cargo fundamental durante treinta años antes de trasladarse a Florencia. Por lo que a la Academia de Ficino se sumó el colegio cardenalicio como foco de sabiduría y de energía viva, así como también sucedía en Ferrara, Pavía,178 Mantua y en todas las cortes y ciudades italianas, donde prendió tan fuerte lo esotérico cabalístico. Emanuela Kretzulesco-Quaranta nos cuenta en Los Jardines del sueño:179
Desde luego todo el mundo pasa por Roma, principalmente porque muchos cabalistas cristianos y judíos conversos eran sacerdotes católicos y llegaban otros sacerdotes de otras partes del mundo y se facilitaba así el contacto intelectual, la recomendación de libros, la tertulia, el arte, las fiestas y sus refinados modos de manifestarse, donde eran cotidianas las poesías, los epigramas, los mensajes y los pensamientos en los carnés de baile, billetes amorosos, frases apasionadas, o simples galanterías que heredó el romanticismo y la burguesía de los siglos XIX y XX, como los juegos de salón y mesa, el canto, la música, etc. Lo que se entiende por cultura de corte. Situación que crea grandes facilidades para conocer gentes, ideas, libros y participar de todo ello en cualquier medida, lo que es una gracia, derivada de una entidad que se manifestó en una forma espectacular en esa época y generó un ambiente intelectual-espiritual en toda Italia y que se contagió luego a Alemania, Francia y posteriormente a España e Inglaterra, y durante tres siglos y medio fue la cultura dominante en esos países. Referido a Roma y a lo que narra E. Kretzulesco-Quaranta al respecto, que es verdadero, no se contrapone con el hecho de que una generación después reviva el pensamiento esotérico en la figura, nuevamente, de un cardenal de la Iglesia Católica, Egidio de Viterbo que participó directamente en materia de Cábala de la que, como sabemos, era cultor. |
NOTAS | |
164 | Moshe Idel, "Jewish Magic from the Renaissance Period to Early Hasidism", en Religion, Science and Magic, In concert and in conflict. Editado por Jacob Neusner, Ernest S. Frerichs y Paul Virgil McCracken Flesher, Oxford University Press, New York, 1992, pág. 84. |
165 | Confirmando lo dicho, podemos observar que en la conocida bibliografía del libro de Joseph Leon Blau, The Christian Interpretation…, op. cit, son citadas para el Renacimiento 15 fuentes hebreas contra más de 100 "cristianas". |
166 | "Jewish Magic from the Renaissance…", op. cit., pág. 85. En su Cábala, Nuevas Perspectivas, Ediciones Siruela, Madrid, 2005, también se refiere, igualmente, a la labor de Alemmano respecto a la eclosión de la Cábala y sus métodos mágicos. Así en la página 353: "No menos que los tipos de Cábala precedentes, la Cábala mágica consideraba al hombre como dotado de poderes superiores que pueden dominar la naturaleza, a los ángeles, los demonios e incluso a Dios. Examinaré aquí solamente dos tipos de Cábala mágica para completar el cuadro de la antropología cabalística. Primero, bajo la influencia de elementos herméticos, los autores judíos fueron elaborando gradualmente una concepción de la halakhah como medio poderoso por el que atraer las potencias celestiales sobre el hombre y el Templo, concepción que culminó en el pensamiento de Yohanan Alemanno. Según esta concepción, si la magia natural está ligada a las ciencias naturales, como la agricultura y la astronomía, la supermagia depende del conocimiento de la ciencia sobrenatural, la Cábala..." |
167 | Moshe Idel, "Encounters Between Spanish and Italian Kabbalists in the Generation of the Expulsion" en: Crisis and Creativity in the Sephardic World 1391-1648, Capítulo V. Editado por Benjamin R. Gampel, Columbia University Press, New York, 1997, pág. 206-207. |
168 | Familia de mecenas de las artes y las ciencias del Renacimiento italiano encabezada por Cosme el Viejo (1389-1464), al que sucederán sus dos hijos Piero (1416-1469) y Giovanni (1424-1463), y entre sus muchos nietos, el destacado Lorenzo el Magnífico (1449-1492), uno de cuyos hijos, Giovanni (1475-1521), llegará a ser el Papa León X, gran interesado, como veremos, en el resurgimiento de la cultura hebrea (entre otras facetas del saber), e incluso en la Cábala, muchos de cuyos libros publicados en ese entonces le serán dedicados. A destacar que la influencia de esta saga fue enorme, pues estableció estrechos vínculos, ya sea por uniones o por guerras, con las otras familias de la nobleza, tales los Urbino, los Orsini, los Strozzi, los Gonzaga, etc., constituyendo un sutil entramado que ayudó a dar forma a la manifestación intelectual-espiritual del Renacimiento. |
169 | Joscelyn Godwin, The Pagan Dream of the Renaissance. Thames & Hudson, Londres, 2002, pág. 77. |
170 | Más adelante en el Capítulo sobre "La Cábala en España" abordaremos tangencialmente el tema de la arquitectura del Escorial. |
171 | Frances A. Yates, La Filosofía Oculta en la Época Isabelina. Fondo de Cultura Económica, México, 1982, pág. 62 y ss. |
172 | Vasoli, Profezia e ragione. Studi sulla cultura del Cinquecento e del Seicento. Morano, Nápoles, 1974, pág. 233. |
173 | Angelina Muñiz-Huberman, Las raíces y las ramas. Fondo de Cultura Económica, México, 1993, pág. 117 y ss. |
174 | Giulio Busi, "Francesco Zorzi, un metódico soñador", en The Christian Kabbalah: Jewish Mystical Books and their Christian Interpreters. Editado por Joseph Dan, Harvard College Library, Cambridge, Mass., 1997, pág. 98, 106 y 107. |
175 | Zorzi, o Giorgi, era también literato y se expresaba poéticamente. El Elegante Poema suele mencionarse como la tercera obra conocida de nuestro franciscano amén de sus lecciones de hebreo. |
176 | Georges Weill y François Secret, Vie et caractère de Guillaume Postel. Archè, Milán, 1987, pág. 39-40. |
177 | León Battista Alberti (Génova 1404-Roma 1472), gran arquitecto y tratadista se sumó a esa labor, pues su amplitud de miras fue muy grande, y de él nos dice E. Garín en su "El filósofo y el mago" de El hombre del Renacimiento. Alianza Editorial, Madrid, 1993, pág. 185-186: "Alberti, tal y como lo muestran claramente sus obras, está bien informado en el plano filosófico, y además afronta en cada plano concreto de investigación problemas teóricos y cuestiones técnicas precisas, ya se trate de la "perspectiva" o de los "juegos matemáticos", ya se ocupe de cuestiones astronómicas o de problemas de óptica. De otra parte, si su interés más fuerte y su investigación más fecunda en el ámbito de las ciencias morales, también abarca desde estructuras arquitectónicas de ciudades y villas hasta el sentido de la vida, su ambición es enciclopédica con miras a una concepción global de la realidad, a una filosofía en suma. La sangrante ironía del Monus en el fondo lo declara abiertamente. Era, se sobreentiende, una aspiración común de los artistas. La pintura -pero no fue diferente en otras artes-, teniendo por objeto el mundo en su totalidad, implica un conocimiento universal y también una filosofía". |
178 | En este sentido, Jacobo Ammannati, cardenal de Pavía, secretario apostólico de Pío II y amigo del Cardenal Bessarion, también participó de ese colegio cardenalicio y fue figura clave para Pavía, así como lo fue igualmente Egidio para Viterbo. |
179 | Emanuela Kretzulesco-Quaranta, Los Jardines del sueño. Ediciones Siruela, Madrid, 1996, pág. 41. |