CAPITULO VI
LA PRACTICA CON EL TAROT

Los Oráculos
Los sistemas oraculares no son tan sólo instrumentos de predicción, o estímulos para la visión. Ellos reproducen en pequeño un mundo de relaciones análogo al cosmos, a través de números, pautas, cifras o proporciones, en las que el Universo se expresa. Un oráculo es un mundo en pequeño, y reúne dentro de sí la posibilidad de todo lo que ha sido y será. Incluye en su diseño una serie de alternativas rítmicas que se producen en determinados espacios y tiempos reincidentes, y que se signan aritmética y simbólicamente, y dan lugar a los cálculos de posibilidades. Estas relaciones numéricas, macrocósmicas y microcósmicas, permiten la transposición de lo universal a lo particular, mediante un juego de coordenadas que el oráculo traduce a nivel sensible; de allí la posibilidad de constituirse en vehículos iniciáticos. Este es el caso del Tarot y también del I Ching y los calendarios precolombinos mesoamericanos, que se basan en una perfecta construcción matemática. En líneas generales podría decirse que la utilidad de consultar un oráculo es válida en cuanto el consultante desee obtener una radiografía interior de sí mismo, adecuada a la situación o pregunta que ha formulado, con todo respeto, en ocasiones solemnes. Por otra parte se debe recordar que el futuro es sólo una proyección del pasado, y que no somos ajenos a los acontecimientos que nos toca vivir. La reincidencia en nuestros gestos y acciones es algo que vale la pena observar en las respuestas oraculares. Más difícil es romper con las situaciones y hábitos que nos aprisionan; y en muchos casos lo que nos dice un oráculo es una sugerencia en este sentido. Trate siempre de entender las respuestas por lo más elevado, y luego considérelas a distintos niveles. A veces las respuestas son claras y otras no lo son. Sucede también que en ocasiones no se quiere aceptar lo que los oráculos tienen para decir. Pregunte poco y hágalo claramente. Lo más probable es que su destino sea completamente desconocido para usted mismo.

Indicaciones para el uso del Tarot

– Las cartas se baten, o barajan, sobre la mesa, con ambas manos, con movimiento circular, preferiblemente de derecha a izquierda, como se escribe el alfabeto hebreo (esto debe hacerse así para que se mezclen las unas con las otras, al derecho y al revés).

– Las cartas deben cortarse siempre, con la mano izquierda, según es costumbre.

– Las cartas han de ser sacadas del mazo de la parte de arriba, y colocadas sobre la mesa. Al abrirlas deberá tener la precaución de hacerlo dándoles vuelta verticalmente y llevando el naipe hacia usted. Este punto es particularmente importante porque según salgan los naipes en los tendidos –es decir, al derecho o al revés– sus significados varían completamente puesto que se hallan invertidos entre sí. Debe considerarse que la carta está derecha o al revés, de acuerdo a como se halle con respecto al que lee la tirada de cartas.

– Envuelva su Tarot en un paño de seda del color de su preferencia, y dedique una caja especial de madera para guardarlo en ella.

Creemos que ya tiene usted la información necesaria para comenzar a practicar este maravilloso "juego". Sin embargo, antes de comenzar a explicar las primeras tiradas queremos añadir algunas ideas y recomendaciones que nos serán útiles para comprenderlo mejor y sacar de él mayor provecho. En primer lugar, recordemos que el Tarot, como todos los oráculos sagrados, ha sido diseñado a través de símbolos que expresan una doctrina cosmogónica; por esa razón, se recomienda utilizarlo fundamentalmente para realizar consultas doctrinales, y sólo en modo secundario para hacer preguntas de orden personal, las cuales de todas maneras serán respondidas por añadidura. Sugerimos también muy especialmente conseguir una buena versión del Tarot. Nosotros utilizamos, como ya se ha visto, el Tarot de Marsella, y éste es el que recomendamos en primer lugar. Ocurre con todos los libros sagrados, que algunas veces han sido "traducidos" con graves errores y serias tergiversaciones, que en ocasiones aun invierten el sentido original de la escritura. Lo mismo ha sucedido con el Tarot, y a menudo nos encontramos con ciertas versiones que más bien parecen haber sido realizadas para confundir, muchas de las cuales llevan implícitas "segundas intenciones", cuando no son el producto de meros fines comerciales.

Es muy importante no alejarse en ningún momento de los Principios que se encuentran implícitos en las láminas; a veces tenemos la tendencia a quedarnos en el sentido predictivo de los oráculos, y se nos olvida el origen de sus símbolos. Para esto, es recomendable recordar constantemente los significados numéricos, geométricos, cabalísticos, astrológicos, etc., de cada carta, lo que nos permitirá tener una comprensión más cabal de este "Libro". Todos los símbolos sagrados transmiten también las energías de los sabios y hombres de conocimiento que en ellos han meditado, lo que podremos comprobar con la experiencia.

En muchas escuelas que han utilizado al Tarot como vehículo iniciático, se acostumbra conocer primero los veintidós Arcanos Mayores, antes de comenzar a jugar con los Menores y las Cartas de la Corte. Para comenzar juegue sólo con los veintidós Mayores. No utilice las otras cincuenta y seis láminas hasta que esté seguro de ser apto para ello.

Preparación
Es recomendable guardar el Tarot –y todos los objetos y libros sagrados– en un lugar escogido, fuera del alcance de los profanos. Es ideal si usted tiene una mesa especial para leerlo –redonda o cuadrada– y que pueda cubrirla con un paño que le facilite el barajar las cartas.

Es también muy conveniente que usted realice un rito –aunque fuese una sencilla ceremonia– cuando reciba por primera vez su Tarot. Espere para abrirlo en un día de luna nueva, o luna llena, y hágalo preferiblemente en horas de la noche. Encienda una vela (fuego), un incienso (aire) y ponga una copa con agua. El mazo de cartas y la mesa simbolizarán a la tierra. Saque las cartas del paquete en que vienen guardadas, y luego siga los siguientes pasos:

a) Limpieza de las cartas: tome todo el naipe sosteniéndolo firmemente entre los dedos pulgar e índice de la mano derecha, y sacúdalo con fuerza por siete veces seguidas (en forma similar a como sacude un termómetro para bajarlo), pronunciando en voz alta los nombres de los siete planetas. Puede seguir el orden de los días de la semana: Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus, Saturno y el Sol.

b) Concentración y visualización: una vez limpias las cartas, páselas una a una, concentrándose en todas las láminas por un rato. Cada carta es un mandala y puede servir como soporte para la meditación.

Ya está usted preparado para realizar su primera tirada. Siga los pasos y recomendaciones que le damos, uno a uno, con atención. Hágalo lenta y relajadamente.

En todas las ocasiones que vaya usted a consultar el Tarot, procure tener los objetos que le hemos indicado, sobre la mesa. También debe realizarse la limpieza de las cartas cada vez que se va a hacer una nueva consulta. Como al principio sólo se utilizarán los veintidós Arcanos Mayores, guarde las restantes cincuenta y seis láminas en su paquete. En las próximas tiradas únicamente haga la limpieza y la concentración con las primeras veintidós. Antes de hacer una nueva tirada, ponga siempre las 21 cartas numeradas en orden de 1 a 21. La carta sin número, El Loco, se coloca de primera o de última.

Pregunta
Ya limpias las cartas, y después de haberse concentrado en cada una de ellas, júntelas todas y póngalas sobre la mesa. La pregunta que se le haga al Tarot es muy importante, pues muchas veces es ella la que determina el nivel de la respuesta. Ponga su mano derecha sobre el mazo, procurando tocar las láminas con las yemas de los dedos. Concéntrese bien y haga la pregunta clara y confiadamente. Con seguridad el oráculo va a contestarle –quizá al principio a niveles inconscientes–, y esta respuesta deberá ser aceptada como solución a lo que se pregunta. Si en las primeras tiradas no comprende claramente lo que tiene el Tarot para decirle, no se preocupe. Con la práctica entenderemos cada vez mejor e iremos rectificando nuestros errores de interpretación.

Cómo barajar
Una vez formulada la pregunta, proceda a revolver las cartas en forma circular y de derecha a izquierda (como ya le indicamos, contra las manecillas del reloj). Barájelas bien. Sepa que está transmitiendo sus energías al Tarot, y que en verdad es de usted mismo de quien está saliendo la respuesta. Habiéndolas ya revuelto por primera vez, junte todas las cartas en un solo mazo y póngalas con las ilustraciones hacia abajo sobre la mesa. Córtelas en tres grupos con la mano izquierda y júntelas de nuevo procurando que queden en posición distinta a como estaban antes de cortar. Haga lo mismo un total de tres veces, barajando y cortando cada vez. Luego de haber cortado y juntado las cartas por tercera vez, póngalas en el centro de la mesa. Usted ya está listo para hacer la tirada.

Tiradas o tendidos
Hasta este punto la ceremonia es siempre la misma. Procure repetirla de igual forma, porque la reiteración del rito le otorgará cada vez mayor fuerza y vigor. De aquí en adelante lo que varía es la forma de colocar las cartas, es decir, las distintas tiradas o tendidos. Hay muchas maneras de hacerlo, y todas ellas tienen en su estructura figuras geométricas. Si dijimos que cada carta es un mandala, debemos mencionar que también cada forma de colocarlas en un tendido lo es.

Le indicaremos a continuación cómo hacer algunas tiradas, para que empiece a practicar. Recuerde que estos trabajos estimulan la paciencia y la perseverancia. Estamos aprendiendo un nuevo lenguaje con el que poco a poco nos iremos familiarizando. De momento abramos nuestro corazón y permitamos que el Tarot nos transmita su luz.

La tirada o tendido de la cruz
La tirada de la cruz es la más simple de todas y a la vez la más sintética y quizá la más perfecta. Es excelente para comenzar a aprender el Tarot, y nos será siempre útil cuando queramos obtener una respuesta clara y concisa.

1. Cómo se realiza la tirada:
a) Coloque 4 cartas hacia abajo, haciendo una cruz, poniéndolas en el orden que se muestra, comenzando por la de arriba.

b) Abralas una a una, como le hemos indicado, dándole vuelta a la carta verticalmente y hacia usted.

c) La carta central o quintaesencia se obtiene sumando los números de las cuatro cartas que salieron. Si la suma da 22 o menos, saque la carta que tenga el número resultante y póngala en el centro de la cruz, como se dirá. Si suma más de 22, haga la reducción numérica, obteniendo así la carta central. Si la suma diera, por ejemplo, 68 (20+17+21+10 = 68 = 6+8 = 14), se coloca la carta número 14 en el medio. Si la carta "El Loco" –a la que se asigna valor cero ó 22– saliere entre las cuatro primeras, se la tomará por cero, es decir no sumará. Pero si la suma de las cuatro da 22, se debe poner "El Loco" en el medio.

d) La carta central se coloca al derecho o al revés, según la posición de las otras cuatro cartas. Si la mayoría (3 ó 4 cartas) está al derecho, se coloca la quinta de esa manera. Si la mayoría sale al revés, así se colocará la central. Si salen dos al derecho y dos al revés, deberá colocarse la quinta acostada horizontalmente y leerse de ambas maneras.

Si la suma de las cuatro cartas diera por resultado el número de alguna que ya había salido, esto significa que el oráculo se niega a contestar. (Ejemplo: si salieran las carta números 7, 13, 11 y 3, la suma nos daría 34, que se reduce 3 + 4 = 7, y este número 7 ya está afuera). En este caso junte las cartas, vuelva a hacer la pregunta, baraje y corte una vez más, e intente de nuevo. Si llegare a negarse otra vez, pruebe una última oportunidad. Si esto ocurre por tres veces seguidas, indica que el oráculo se niega a contestar definitivamente. Esa negativa es toda una respuesta. Guarde su Tarot para otra ocasión.

2. Cómo se interpreta:
a) La carta de la izquierda, que hemos colocado en el Nº 2, indica las energías que se encuentran a favor del consultante; aquéllas que le benefician y que le conviene atraer.

b) La de la derecha (N° 4), señala las energías que se hallan en su contra y que debe temer y rechazar. Sucede muy a menudo que una carta al revés sale a favor, o que una al derecho aparece en posición contraria. Esta es una de las paradojas –tan propias de los oráculos y libros sagrados– que debemos aprender a comprender. Salvar estas contradicciones es parte importante del trabajo.

c) La carta de arriba (N° 1) es una síntesis de las dos anteriores –tesis y antítesis– y se debe comprender en relación con ellas. A su vez las dos primeras serán más claras a la luz de esta tercera.

d) La de abajo (N° 3) es el consejo que da el Tarot al consultante respecto a la pregunta formulada. También puede darse la paradoja de que en el consejo salga una carta invertida.

e) La carta del centro (N° 5) es la síntesis de toda la respuesta. Está influida por las cuatro exteriores y a su vez ejerce influencia sobre ellas.

Debemos acostumbrarnos a leer las cartas en relación unas con otras, y no aisladamente. También hemos de saber que no todos los significados que se han dado de cada arcano son aplicables a la totalidad de las preguntas. Si lo tomáramos así, estaríamos realizando una lectura literal que jamás nos permitiría captar lo que el Tarot nos está transmitiendo. Aunque conviene estudiar, y hasta memorizar, las distintas acepciones de cada una de las cartas, lo más importante es despertar poco a poco la intuición para poder reconocer a qué se están refiriendo. Las significaciones que hemos dado variarán según la ocasión, ajustándose a la pregunta formulada, y de acuerdo a las relaciones de las cartas entre sí. Poco a poco iremos captando el "sentido" de los arcanos, que está más allá de la suma de sus significados. En la lectura del Tarot nada debe considerarse como "fijo". Una carta que en determinadas circunstancia nos dice una cosa, puede decirnos algo distinto en diversa situación o desde otro punto de vista. El artista del Tarot no simplifica ni reduce su perspectiva.

Recordemos además que el Tarot es tan sólo un vehículo, al que nunca deberemos confundir con la meta a que nos conduce. También sepamos que las respuestas de estos oráculos no deben ser tomadas como un predeterminismo, ni debemos entender las indicaciones que obtengamos hacia el futuro como algo que necesariamente habrá de ocurrir. El Tarot –como pasa también con la Astrología y los influjos planetarios– nos da ciertas pautas acerca de las influencias que ejercen sobre nosotros las energías invisibles. Quizá el desconocimiento de ellas –o su simple negación, por ignorancia– haga que ciertamente nos determinen; pero el conocerlas a través del oráculo nos permite liberarnos de aquéllas que nos impiden el crecimiento y la realización espiritual, y aprovecharnos mejor de las que nos benefician.

La tirada o tendido del arco
La tirada de la cruz se refiere siempre al presente. Esta otra forma de colocar las cartas nos permite observar además el pasado y el futuro. Se la llama también "tirada del sí y el no", porque las cartas que salen al derecho son consideradas afirmativas, y las invertidas negativas.

l. Cómo se realiza la tirada o tendido:
Coloque las cartas, siempre hacia abajo, en el orden que se muestra:


2. Cómo se interpreta:
Las tres primeras cartas se refieren al pasado, siendo la N° l el pasado más remoto (el origen de la situación por la que se pregunta), la N° 2 el pasado intermedio y la N° 3 el pasado inmediato, íntimamente ligado con el presente. La N° 4 es el presente, síntesis de toda la tirada. Y las tres últimas se referirán al futuro, de la misma manera, es decir, la N° 5 al inmediato, la N° 6 al intermedio y la N° 7 al remoto.

Si la tirada de la cruz puede ser vista como una radiografía o una fotografía del presente, ésta debe ser leída más horizontalmente, como si fuera una película cinematográfica en la que una imagen se va superponiendo a la otra en forma sucesiva, influenciando, claro está, la anterior a la siguiente, tal cual sucede con la ritualidad del karma.

La tirada o tendido del arco y la cruz
Puede usted hacer las dos tiradas explicadas anteriormente de manera simultánea, colocándolas en el siguiente orden. Se leen interactuando las unas con las otras: 

Tirada o tendido de la espiral
Esta tirada lleva ese nombre por el orden en que se colocan las cartas, tal como puede observarse en el diagrama. Su estructura es el cuadrado de 4, llamado también "cuadrado mágico de Júpiter". Es esta una forma muy completa de tirar las cartas, pues permite diversos modos de interpretación que pueden hacerse sucesiva o simultáneamente.

Una vez realizada la ceremonia, tal como se explicó, coloque las cartas en el orden siguiente:

Las 12 primeras cartas, que quedan colocadas en la parte de afuera del cuadrado, indican los aspectos más exteriores de la respuesta; las cartas colocadas en los puestos 13 a 16 se refieren a los más interiores y ocultos. Divida el cuadrado general en 4 pequeños cuadrados de 4 cartas cada uno, e interprete la respuesta de la siguiente manera: la carta situada en el puesto 13, estará íntimamente ligada con la 12, la 1 y la 2; la 14, con las 3, 4 y 5; la 15, con las 6, 7 y 8, y la 16 con las 9, 10 y 11. Esto quiere decir que las energías simbolizadas por las cartas de adentro, influyen en las de afuera, y a su vez se ven influenciadas por éstas.

Las cartas ubicadas en los casilleros 1 a 4 se refieren al pasado, siendo la 1 el más remoto, la 2 el intermedio, la 3 el pasado inmediato, y la 4 el punto de intersección con el presente, al que también se refieren las posiciones 5, 6 y 7. Las numeradas 7 a 10 corresponden al futuro, desde el más inmediato hasta el más remoto. Y las 11 y 12 constituyen la síntesis de la tirada, que a menudo es contradictoria, pues salen cartas que indican aspectos opuestos y complementarios de la respuesta.

También suele hacerse otra interpretación de este mismo tendido, viendo en las 4 líneas horizontales a los 4 niveles o planos del Arbol Sefirotico, así: los casilleros 4, 3, 2 y 1 se refieren al Mundo de Atsiluth; las numeradas 5, 14, 13 y 12, a Beriyah; las 6, 15, 16 y 11 a Yetsirah; y finalmente las 7, 8, 9 y 10 a Asiyah.

Como vemos, la misma tirada nos puede servir para hacer una interpretación en el tiempo sucesivo, y también para obtener una respuesta del presente en profundidad. A este tendido, como a los que le siguen, pueden agregarse los Arcanos Menores, a medida que se comprendan sus significados.

Tirada o tendido astrológico
Este tendido tiene una estructura similar al anterior, pero en forma circular, sirviendo en este caso como base el símbolo del Zodíaco. Suele emplearse esta forma de colocar las cartas para investigar acerca de un ciclo completo, ya sea pequeño, como un ciclo diario, o mayor, como el del año, o aun para observar ciclos históricos o hasta ciclos cósmicos.

Algunos recomiendan hacerlo en el día del cumpleaños de una persona, o el primer día del año, o en los días de los solsticios o de los equinoccios.

Aunque en este caso la respuesta se referirá a las distintas influencias en el tiempo sucesivo, se dice que todas las lecturas del Tarot han de referirse siempre al presente, viendo pues al pasado y al futuro desde la perspectiva del ahora.

Coloque las cartas en el orden que se indica en la página siguiente, determinando previamente la magnitud del ciclo que quiere investigar y el tiempo a que se referirá cada una de las cartas:

Como en el tendido anterior, las 12 cartas que quedan colocadas afuera se refieren a aspectos exteriores, y las 5 de adentro a los más interiores, estando igualmente el puesto 13 ligado a los numerados 12, 1 y 2; el 14 a las 3, 4 y 5; la 15 a las 6, 7 y 8; y la 16 a las 9, 10 y 11. En este caso la carta 17 será la síntesis de la tirada, y deberá leerse al derecho y al revés, en la misma proporción en que hayan salido las otras 16 cartas, derechas o invertidas.

Esta tirada se presta también para hacer diversas especulaciones y cálculos referidos a los simbolismos astrológicos, asignándose a cada una de las 12 cartas exteriores, los 12 signos zodiacales; las 4 cartas de la cruz interior corresponderán a los solsticios y a los equinoccios, y la 17 y última será el centro, síntesis y quintaesencia inmóvil de la rueda cósmica. Recuérdese que a esta tirada pueden agregarse los Arcanos Menores, una vez que se comprenda su sentido.

El tendido de las casas astrológicas
Así como el zodíaco en su ciclo anual, se divide en doce signos mensuales, si lo vemos en un ciclo diario la rueda zodiacal hará también un recorrido aparente completo al girar la Tierra alrededor de su propio eje. Algunos astrólogos consideran que durante las veinticuatro horas que siguen al nacimiento de una persona se reflejará toda su vida. Para hacer las observaciones dividen la rueda del zodíaco en doce Casas y hacen corresponder dos horas a cada una de ellas. Esto determinará el signo ascendente y descendente del individuo y diversos aspectos de su personalidad.

Estas doce casas son:

I. Vita: es la casa del nacimiento que indica las particularidades, tendencias, talentos y potencialidades del individuo.
II. Lucrum: se refiere al plano material, los bienes, riquezas y adquisiciones, así como a la alimentación y al mundo físico.
III. Frates: casa de los hermanos, y también de la educación, la instrucción y de la adaptación al medio. Se relaciona con viajes menores.
IV. Genitor: es la casa de los padres y de las características heredadas del medio familiar y social. Se refiere también al patriotismo y a las sucesiones.
V. Filii: esta casa está relacionada con los hijos, y en general con lo que el individuo produce, crea y engendra.
VI. Valetudo: casa de los súbditos, los esclavos y los animales domésticos, lo es también del trabajo, los deberes y las obligaciones.
VII. Uxor: se refiere al matrimonio, los afectos y las uniones, y también a las alianzas y las asociaciones.
VIII. Mors: es la casa de la muerte y las grandes transformaciones. Lo es también de la descomposición y la putrefacción.
IX. Peregrinationes: casa de las peregrinaciones y grandes viajes, está relacionada con la espiritualidad, la filosofía, la religión y el misterio.
X. Regnum, Honores: se relaciona con los objetivos, las dignidades y la gloria, así como con la profesión, las ambiciones y las recompensas.
XI. Amici benefacta: casa de los amigos, benefactores y admiradores.
XII. Inimici: en esta casa se ven los enemigos ocultos, la prisión, el exilio, así como las enfermedades, debilidades y dolencias.

Queremos presentar a continuación una tirada directamente vinculada con estas casas o mansiones astrológicas.Después de realizar los ritos propios de cualquier tendido, ya explicados, coloque doce cartas íntimamente vinculadas con las casas zodiacales, en los siguientes puestos, de esta forma:

Debe leerse el significado de cada carta que sale en relación con los sentidos atribuidos a cada casa. O sea que han de combinarse para la interpretación los símbolos de las cartas en relación a las doce mansiones que permanecen fijas e inalterables en cuanto a sus valores. Se pueden mezclar los arcanos mayores y los menores en esta tirada, así como utilizar exclusivamente los mayores.

La tirada o tendido del Arbol de la Vida
Este tendido es especialmente adecuado para establecer relaciones, sobre todo si ya hemos tenido prácticas con el Arbol sefirotico y estamos bien familiarizados con él.Coloque las cartas en el orden que se indica, que es el mismo del Arbol de la Vida de la Cábala:

Observe las distintas cartas que hayan salido en cada una de las sefiroth, y establezca las correspondencias. Esto le permitirá comenzar a interrelacionar las esferas unas con otras, pues cada carta, como hemos visto, corresponde también a una sefirah y su simbolismo nos ayudará a comprenderlo mejor.Se acostumbra realizar este tendido para hacer un análisis del momento presente, y muy a menudo para observarnos internamente en las distintas fases de nuestro proceso. Para esos efectos, divida el Arbol en los cuatro planos –según lo hemos visto– y relacione especialmente las cartas que se encuentran en cada uno de ellos, lo que le permitirá conocer su realidad oculta en los diversos niveles del ser.Pueden hacerse también dos recorridos del Arbol de Vida, uno de arriba hacia abajo y el otro de abajo hacia arriba, observando en este caso las energías ascendentes y descendentes.También, si la pregunta así lo requiere, puede hacerse corresponder un Arbol al pasado y el otro al futuro, aunque, como siempre, viéndolos desde la perspectiva del presente.


Las cartas del Tarot pueden ser visualizadas, según lo hemos comprobado, desde muy distintos puntos de vista. Como ellas expresan a su manera una cosmogonía, constituyen un pantáculo o pequeño todo capaz de hacernos comprender lo macro y lo microcósmico expresándose en una perfecta armonía. Lo dicho sobre el Tarot, debe ser entendido –como ya lo habrá observado el lector atento– en relación con toda la información que hemos dado. Los temas tratados constituyen una unidad, y están entretejidos de tal manera, que las mismas ideas se van expresando a través de diversos símbolos, lográndose su comprensión y vivencia por la reiteración ritual que con el estudio, la meditación y las prácticas que hemos sugerido, se va realizando en el interior de la conciencia de cada cual. Las cartas cumplen la función de evocar pensamientos y relaciones que despiertan la inteligencia, y también la de recordarnos –gracias al estímulo visual del símbolo– las ideas que están en ellas contenidas. Hicimos especial énfasis en las relaciones de los arcanos con el Arbol de la Vida Sefirotico, pues éste constituye su estructura esencial e invisible, y nos permite conectar las cartas con los principios de la Numerología, la Astrología y la Alquimia, y todas las demás artes y ciencias sagradas, gnósticas y herméticas, como una unidad, en forma global.

Recordemos que el Tarot es un libro sagrado, y que además es un oráculo y a la vez un magnífico consejero. Es por medio de la práctica, y siempre tratando de encararlo en el nivel más alto, que iremos descubriendo sus múltiples virtudes. Las ideas y relaciones expresadas acerca de cada uno de los arcanos, son sólo llaves o claves que el estudiante deberá utilizar por sí mismo, abriendo con ellas las puertas del entendimiento. Siendo sus posibilidades prácticamente ilimitadas, a los interesados corresponderá la tarea de desarrollarlas y ampliarlas, lo que redundará –estamos seguros– en una mejor comprensión y realización del trabajo interno que toca a cada quien según sus posibilidades. "Conócete a ti mismo".



 
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Capítulo VII
 
Federico González. Pág. principal.

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