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El agua,
clistalina, pura,
cantarina,
se desliza, corretea y salpica,
derramando a su paso sinfonías,
igual que tú, derramas alegrías.
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Gracias por dejarme
conocerte,
por salpicar mi vida con tu brisa,
por inundarme de paz al escucharte
y haberme acariciado con tu risa.
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Actualizac.: 30 de enero del 2000
Copyright by: Mayte Gaos
Santa Cruz de Tenerife
