Irene Mayoral

Del libro
<< DE GUERRAS Y NIÑOS TATUADOS>>
 
III
Me fascinaba mi padre, era atrayente, reidor,
luz que atraviesa rendijas,
tibieza que aplaca frío y desconsuelo,
círculo ancho ovillando miradas,
él, era límite a ms ojos,
regocijo desbordado.

Un corredor largo con sabor a botica.
Me asomé, apartando la falda de mi madre,
cuando un golpe seco de tos
tinturó el blancor de la sábana.
Quise besarle, quise...
Pálido, me sonreía al cubrir las manchas cárdenas.

Indefinible fecha por las quietudes últimas
que sepultaron en zanjas la clave, el pan, el cosmos.
Se había rajado su treinta y siete calendario.
Entre los dientes disconformes, se llevaba
un manojo de flores rojas húmedas.


Del libro
<< DE GUERRAS Y NIÑOS TATUADOS>>
Hombres de submundos
( Años dos mil ... )
 
Desconchada
tanta vida...
se ha cobrado
con tu herida
su factura,
carne hundida,
cáliz, hiel
ya bebida.
 
Sin teléfono gritas a universal bolsillo.
La existencia imponiendo su golpe de martillo.
 
Por las llagas
supurantes
las miserias
y las muertes.
Unos ecos
denunciando
la injusticia.
Ojos de agua,
ultimísimo,
incongruencia

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