EL DÍA DEL DINOSAURIO

Un día, en Antártida, un esquimal construyó un iglú. Como era muy grande, tenía mucho peso, y se fue hundiendo (con el pedazo de hielo que tenía abajo) en el agua helada de Antártida. De repente, por este líquido, el esquimal vio pasar unos gigantescos témpanos con DINOSAURIOS ENTEROS en su interior. Se impresionó bastante, y envió a los acaudalados científicos de un laboratorio (llamado CNGRL, o sea, "Canadian National and Governmental Research Lab") Ottawa, Canadá a las glaciadas criaturas. Dentro de cada témpano había un dinosaurio entero, o sea, con piel y todo. De repente, estando examinando los científicos a los dinosaurios, éstos rompieron el hielo con su pata anterior y salieron del laboratorio. Los carnívoros salieron a comer gente y animales del zoológico, mientras que los herbívoros les comían las plantas a la gente (las de macetas, claro) y los insectívoros fueron a comer las pulgas de los circos y mercados. Un ejemplar de Tyrannosaurus rex se dirigió al cine, y nadie sabía por qué, pero pronto se dieron cuenta, cuando el gran carnosaurio se sentó a ver Jurassic Park. En cierto momento, se oyó un fuerte sonido, una persona preguntó "¿¡Quién fue!?" y los que estaban sentados cerca del dinosaurio exclamaron asqueadamente "Aaaaagggghhhh...". Los viejos reptiles atacaron el mundo, reproduciéndose a la velocidad de Michael Jordan en el campo de juego de baloncesto. Trataron, sin éxito, de destruir los monumentos más distinguidos, como ser el Partenón de Atenas o la Estatua de la Libertad. Saddam Hussein no dijo nada al respecto, mientras que Nueva York perdió el control del edificio de las Naciones Unidas, donde hubo bastante movilización después del comienzo de la invasión "dinosauríaca"; pero empezó a darle importancia al asunto cuando varios tiranosáuridos despedazaron, con sus potentes mandíbulas, su palacio gubernamental. -Señor Presidente, es obvio que debemos terminar los ataques a Iraq, ya que los dinosaurios acechan el mundo y se llevaron la bañera de Taft de la Casa Blanca (por lo que debemos ocuparnos, como prioridad, del asunto-saurio) -le dijo TNT, uno de los inspectores de la ONU, a Bill Clinton, en la Casa Blanca. -Mil, Mil dos, mil tres ... ¿qué me dijo Explosive? -Clinton ¿qué estaba contando? -Bueno, usted sabe lo que me hizo esa demonia de Hillary a causa de algo fácil de excusar, y bueno... me entretengo, en los ratos libres, contando las moléculas que abarca la herida. Se utilizaron misiles e incluso bombas nucleares y biológicas para combatir a los dinosaurios, y la mayoría fueron destruidos. Algunos sobreviveron, pero las tremendas explosiones y la polución los espantó y se refugiaron en el centro de la Tierra, de donde nunca salieron. A partir de ese día, esa fecha fue llamada "el día del dinosaurio" y se recuerda cómicamente, pero por suerte ya es cosa del pasado. Se recuperó afortunadamente la bañera que instaló William H. Taft en la Casa Blanca y todos en el mundo vivieron muy felices. Es un día como cualquier otro en el polo sur. Un esquimal decidió confeccionarse un iglú. Lo construyó, pero como era muy pesado, se hundió sobre el hielo que tenía debajo.

FIN... (¿O NO...?)

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