Por Victoria Zapata Rivera

Recibir la visita de Marcelino Champagnat de carne y hueso hoy, ¡Hoy! 
parece imposible ¿Verdad?.
No para los hermanos que asistimos al VI encuentro de Fraternidades 
Maristas, porque recibir a nuestro superior general el Hno. Benito Arbués, 
fue una experiencia refrescante y llena de esperanza, fue recibir al Marcelino de hoy.

Me gusta pensar que Champagnat era así, como nuestro hermano Benito, transparente, que sin necesidad de decir un discurso sobre las tres violetas, transpira en su trato abierto a todos, sencillez, humildad y modestia.

Digo transparente, porque pude darme cuenta de cómo se le quebró la voz al hablar de los hermanos sacrificados en tierra de misiones y cómo de inmediato volvió la fuerza y confianza al hablar de la solidaridad de otros muchos hermanos dispuestos a ser enviados a donde sean necesarios; también noté su asombro al vernos ahí reunidas a más de doscientas almas, movidas por las ganas de compartir el carisma de Champagnat.

Escuchar desde su corazón, porque es desde ahí que viene su fuerza y su confianza, decir que la continuidad de la obra Marista depende de la responsabilidad compartida, es algo que me incluye, llena mi corazón de alegría y me anima a estar disponible para ir a los lugares donde no llega Jesús, para compartir mi corazón Marista.
Dijo una simpática frase "El que se quite no sale en la foto". Ojalá que todos nosotros sepamos seguir ahí, en esta misión compartida, con nuestro corazón Marista, dispuestos a realizar el sueño de Marcelino y que nadie se quede fuera de la foto, que sepamos llevar a los niños y jóvenes a Jesús por medio de María, con especial cariño a los más necesitados.

Gracias Hno. Benito por coincidir con nosotros y por mostrarnos con tu persona que Marcelino vive. ¡Qué el buen Dios te bendiga siempre!