UN
ESPÍRITU RENOVADO
Visita del H. Benito al Noviciado.
La visita de nuestro Hermano Benito Arbués, Sup. Gen., ha sido para
nosotros una bendición tanto a nivel personal como comunitario, y provincial.
Su presencia entre nosotros nos hace reconsiderar lo valioso de nuestro carisma,
así como nuestro compromiso con todo aquel que lo necesite.
Todo lo anterior ¿Qué efecto ha tenido en mí? Mencionaba una motivación
renovada de ser hermano. De comprometerme y no claudicar frente a las
adversidades, que en ocasiones pudieran oprimirnos. La confianza de que San
Marcelino sigue vivo dentro de nosotros y quiere continuar su misión desde
nuestras manos. Que somos hombres que necesitamos de oración, de depositar
nuestras fuerzas y confianza, de esa cercanía, contacto y diálogo con el Señor.
Otro aspecto que me hizo reflexionar, es el desprendimiento de sí de nuestro
Hermano Benito, que aun no conozca a casi nadie, se da, tiene una sonrisa y una
palabra que te mueve. Veo en él, a la persona de Marcelino, que motiva, que
transmite alegría, y que esta lleno de deseos de estar con aquellos que nos
llaman, con aquellos en los que Cristo esta presente; dispuestos, sin barreras;
llevando muy en alto ese corazón de San Marcelino. UN CORAZÓN SIN FRONTERAS.
La refundación, un tema tan importante en nuestros días. ¿Dónde está?
En nuestro corazón. En nuestra acción. En nuestra familia. En nuestros
alumnos. En nuestra comunidad. Nos invita a desarrollar, profundizar y compartir
nuestro carisma, no inventarnos uno a nuestra medida e intereses. No creer que
esta muerto, ESTA VIVO. Desde ahora
a hacerlo vida con, fidelidad, identidad y profetismo, que seamos hermanos como
nos quería nuestro Padre Marcelino.
Y ya que menciono la identidad, nuestro Hermano Benito nos hacía
conscientes de que somos hermanos de SER y HACER, aunque nos gana en ocasiones
el hacer. Hay que estar atentos. También de las cosas que nos menciono, es
acerca de los hermanos que deben estar entre los jóvenes, importante punto ya
que siendo nosotros jóvenes conocemos esta realidad.
La forma de vida en que debemos vivir los hermanos actualmente, es uno de los aspectos que más me movieron, en sentido del testimonio que estamos dando, y a nosotros novicios, nos llega la pregunta de ¿Qué hermano quiero ser? Y yo me respondo: Un hermano que irradie a Cristo. Un hermano que este comprometido con los más necesitados. Un hermano que sepa ser hermano entre los demás. Un hermano que sea capaz de amar sin fronteras. Un hermano que sea luz entre la oscuridad.
Todas estas cosas y más son parte de lo que nuestro Hermano Benito me ha
hecho reflexionar a partir de su visita. Yo espero que sean en bien de todos. A
mi en lo particular me deja un profundo sentimiento de decirme: es ahora desde
el inicio de mi caminar como hermano en el que yo debo asimilar e integrar estos
aspectos que son parte de la vida del Hermano Marista. No olvidarlos y tomarlos
como si hubieran sido pasajeros, y el haber tenido una grata experiencia de
tener entre nosotros al Superior General.
H. Nov. Juan Pablo Rivero
Flota.