CONFERENCIA EUROPEA DE PARÍS "Mujeres Y HOMBRES AL PODER"
Una sociedad solidaria
Una economía dinámica
Una ambición europea
Nosotros/as, Ministros/as, hombres y mujeres, representantes de los Estados miembros de la Unión Europea, reunidos/as en París el 17 de Abril de 1999 por invitación del Gobierno francés, suscribimos los compromisos de la declaración de la Conferencia de París:
1.- Constatamos la persistencia de las desigualdades entre mujeres y hombres en los puestos de decisión.
La igualdad de derechos de las mujeres y los hombres es una realidad en Europa. Las Conferencias de Atenas y de Roma han destacado ampliamente el déficit democrático que supone la sub-representación de las mujeres, y a pesar de los esfuerzos llevados a cabo por la comunidad internacional, por los Estados miembros de la Unión Europea y de la Unión Europea propiamente dicha, la igualdad de hecho continúa siendo sólo una ambición.
El poder compartido de forma igualitaria entre mujeres y hombres será la expresión de esta ambición. La participación equilibrada en la toma de decisiones es necesaria para la construcción de una Europa más representativa políticamente, más dinámica y más solidaria; constituye un factor de cohesión social y responde a la exigencia de la ciudadanía.
2.- La participación igualitaria de mujeres y hombres en los procesos de decisión, reconocida como una prioridad de la Unión Europea, es una lucha de todos/as: de los gobiernos, de las instituciones europeas, de los partidos políticos, de los actores de la vida económica y social, de las organizaciones no gubernamentales y de las asociaciones.
3.- Nos comprometemos a tomar y mantener las medidas apropiadas que permitan conseguir la igualdad real.
Esta lucha es cotidiana: tiene que ver con la transparencia, con la puesta en evidencia y eliminación de las discriminaciones directas e indirectas, especialmente mediante acciones positivas para hacer real la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, y con la integración de la dimensión de género en todas las políticas de la unión Europea y de sus Estados miembros.
4.- La realización y utilización de estadísticas, partiendo de indicadores comunes, sobre la participación de las mujeres y los hombres en todos los niveles de la vida política -particularmente a nivel regional y local-, profesional y económica, asociativa y sindical, constituyen una condición indispensable.
Para obtener avances significativos es indispensable el conocimiento de las medidas adoptadas por cada unos de estos Estados miembros y por la Unión Europea, tanto favorecedoras como legislativas y/o reglamentarias, tanto si son tomadas por los gobiernos, las instituciones europeas, los partidos políticos, empresas, agentes sociales o las ONG's.
5.- Los esfuerzos llevados a cabo para asegurar la visibilidad de las acciones puestas en marcha aún son insuficientes; la Unión Europea y los Estados miembros deben continuar conjugando sus esfuerzos.
6.- Para ejercer una influencia real y constituir una verdadera masa crítica, las mujeres deben estar representadas en número suficiente en todas las instituciones. Esta sería una primera etapa para conseguir el objetivo común y prioritario que supone la igualdad en el poder, la paridad.
7.- Sin perjuicio de su autonomía, la acción de los organismos de prensa, radio y televisión y la presencia de un mayor número de mujeres en los niveles de producción y en los puestos de decisión, son esenciales para una rápida progresión hacia la participación equilibrada de mujeres y hombres y para la eliminación de las imágenes estereotipadas.
8.- Afirmamos que la interacción permanente entre la esfera política y las esferas económica, profesional y social sirve al objetivo de la paridad. Una participación equilibrada de mujeres y hombres en la toma de decisiones dentro de las organizaciones patronales y sindicales y en las ONG's favorecerá el reparto de responsabilidades políticas. Igualmente, un compromiso político con más presencia de mujeres tendrá efectos positivos para el equilibrio en la toma de decisiones económicas y sociales.
9.- Con este fin, recomendamos:
Que en la vida política, los gobiernos, las instituciones europeas y los partidos políticos tomen las medidas necesarias, incluyendo, donde sea necesario, medidas vinculantes y/o favorecedoras tanto en el campo electoral como en la designación de los miembros de las instancias consultivas que dependan de la decisión pública, para promover una participación equilibrada de mujeres y hombres en la toma de decisiones.
Que en la vida profesional, donde las funciones de decisión siguen siendo desempeñadas mayoritariamente por hombres:
Los Estados se comprometan a tomar medidas para corregir los desequilibrios entre mujeres y hombres, medidas que pueden incluir acciones positivas;
Las patronales, tanto públicas como privadas tomen medidas para aumentar la presencia de mujeres en todos los niveles de la toma de decisiones;
Que se fomenten los esfuerzos de los agentes sociales (organizaciones patronales y sindicales) para promover una participación equilibrada de mujeres y hombres en los puestos de responsabilidad y decisión, en su seno y en el marco de las negociaciones colectivas;
Que se apoyen las iniciativas de los actores de la vida asociativa para que mujeres y hombres ocupen un lugar más justo dentro de sus organizaciones en beneficio de la colectividad y que se busquen los medios para favorecer una reequilibración deseable;
¡O.- Invitamos a las instituciones europeas y a los Estados miembros a trasladar los compromisos de esta declaración a sus políticas.
Llamamos a mujeres y hombres para que se comprometan a favor de un nuevo pacto, muestra de una sociedad solidaria, de una economía dinámica y de una ambición europea.