EL VIAJE DE LA RE VOLUCIÓN NOVELADA. 
ALEJO CARPENTIER: 
ARTISTA INTEGRAL, GUÍA E ILUMINADOR.
 
 
 
 
  History is a needle
forputting men asleep
anointed with the poison
of all they want to keep.
 
LEONARD COHEN.
 
¿Por qué Carpentier se vale de la historia para escribir sus novelas? ¿Por qué "novela" distintas revoluciones? ¿Por qué utiliza a éstas como escenario novelístico en el cual se desenvuelven sus personajes?  La respuesta no es simple, pero es el mismo Carpentier quien se encarga de darnos una pista para resolverla: "Amo los grandes temas, los grandes movimientos colectivos. Ellos dan la más alta riqueza a los personajes y a la trama."(Leante: 69). Y qué es la Revolución sino el más grande y complejo de los movimientos colectivos. La Revolución es un momento histórico en el cual la dinámica de los acontecimientos adquiere un ritmo desenfrenado; en pocos años ocurren cambios que en condiciones normales tardarían siglos (por ejemplo: en pocos años la esclavitud es abolida y luego restablecida; o bien se da el caso de quien un día es considerado un héroe, un caudillo, como Robespierre, al día siguiente es considerado un villano, un traidor, y es ejecutado sin dar lugar para el juicio que la historia haría a futuro del personaje). El ritmo de los acontecimientos es demasiado cambiante y veloz, por lo cual el hombre común ve confrontadas sus necesidades particulares con las que requieren los grandes procesos colectivos para seguir adelante. 

La Revolución es concebida como un viaje, un camino que recorrer. No me parece casual que Esteban lleve el mismo nombre que Stephen Dédalus, aquel viajero interior y exterior, el Telémaco busca a su padre y que en ese viaje se termina encontrando con su esencia. En El Siglo de las Luces, Esteban sale como Telémaco pero regresa transformado en Ulises1. El camino revolucionario es largo, tortuoso y complejo, por lo tanto toda revolución necesita un parámetro de equilibrio, algo a lo cual ceñirse como bitácora: un fundamento ideológico que se articule lingüísticamente, desde conceptos tan amplios como libertad, igualdad y .fraternidad, hasta las necesidades particulares y concretas del hombre. Es en este tránsito de lo colectivo a lo particular donde se produce. un contrapunto entre el hombre y la ideología que sustenta su revolución, entre el espíritu y la idea.  Carpentier señala en el epígrafe de El Siglo de las Luces: "Las palabras no caen en el vacío". El hombre puede flaquear, pero aún así la Idea pervive. Para alcanzar las metas que se plantea, el camino a recorrer es largo, y es durante el recorrido de este camino que puede flaquear, pues quiere cambios "aquí" y "ahora", y es por esto que a veces pretende tomar un atajo (que en realidad no es tal): la Revolución. 

Recordemos el epígrafe de La Consagración de la Primavera, un fragmento de Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carrol: 
 "-¿Quisiera usted decirme qué camino debo tomar para irme de aquí? 
-Eso depende, en mucho, del lugar a donde quiera ir- 
respondió el Gato. 
-No me preocupa mayormente el lugar...- dijo Alicia. -En tal caso, poco importa el camino- declaró el Gato. 
-...con tal de llegar a alguna parte- añadió Alicia, a modo de explicación. 
-¡Oh! -dijo el Gato-: puede usted estar segura de llegar, con tal de que camine por un tiempo bastante largo."2 

La novela misma es un largo camino que va desde la dictadura de Machado en Cuba hasta la victoria de la revolución, pasando por la Alemania nazi y la Guerra Civil española. Ya recorrido el camino, luego de la sucesión de revoluciones y conflictos, parece ser que no se ha llegado a ningún lado, pues la novela termina como comienza, con Vera contando los pasos de ballet (1,2,3, 1 yyyyy 2 yyyyy 3 ... ). Pero para Carpentier no importa cuán largo o cuán difícil sea el camino, lo importante es que el hombre no debe dormirse en sus laureles, no debe someterse ciegamente a una u otra ideología, sino que debe ser fiel a su Tarea: el mejorar lo que es, aunque lo que es no sea tan malo, e incluso mejor a lo que fue; en suma: mejorar el reino de este mundo. 

¿Por qué Carpentier le da tanta importancia al pasado a lo largo de toda su obra? He aquí la respuesta, dada por el mismo escritor cubano: 
El presente es adición perpetua. El día de ayer se ha sumado ya al de hoy. El de hoy se está sumando al de mañana. La verdad es que no avanzamos de frente: avanzamos de espaldas, mirando hacia un pasado que, a cada vuelta de la tierra, se enriquece de veinticuatro horas añadidas a las anteriores. No somos -en cualquier tránsito de nuestras vidas- sino hechura de nuestro pasado. Lo que hacemos hoy no es, no puede ser, sino consecuencia de lo hecho hasta ahora aunque un comportamiento, una decisión, inesperados, operen por proceso de reacción, negación o rechazo. Pero sólo puedo rechazar lo que conozco. Como, igualmente, sólo puedo seguir en lo que conozco por haberlo aceptado como bueno, después de conocido ... (24)3 

El pasado es, entonces, un instrumento de ubicuidad para el presente, y un medio para plantearse el futuro. Pero esta visión Carpentariana no sólo se manifiesta en abstracto, como una de las claves para entender el problema del tiempo en sus novelas. Formalmente, Carpentier trabaja por añadidura, adición perpetua que se articula como las notas de cada uno de los instrumentos que ejecutan una majestuosa sinfonía. De ahí la preocupación por lo particular (perspectiva del hombre común) y el barroquismo del lenguaje (único medio para describir lo paradójico y lo exuberante, como escritor que pinta objetos), lo que en la superficie parece un caos sin sentido: el adjetivo que trabaja por dependencia del sustantivo y por recurrencia dentro de esta compleja red de palabras en adición perpetua, las cuales al final logran dar al lector la sensación de haber asistido al taller de un gran pintor y observar cómo éste pinta un gigantesco fresco, o bien de haber asistido a la composición y posterior ejecución de una sinfonía; con la última palabra parece estarse cerrando un círculo, pero no es así: es un nuevo círculo, un nuevo camino, el que se abre, Carpentier le deja una tarea al lector-participante: hay que hacer algo para mejorar lo que es. 

Hacer algo, mejorar lo que es, imponerse Tareas. Reformular un Arte Nuevo, propio, esa es la tentativa del escritor cubano. En su obra vemos cómo los modelos europeos, al ser implantados miméticamente en América Latina, están condenados al fracaso. Entonces, Carpentier novela el fracaso de la Revolución Francesa en el Caribe, así como en sus ensayos rechaza la aplicación de los automatismos surrealistas, y del resto de las vanguardias europeas de comienzos de siglo, al arte latinoamericano. La dependencia crónica que América Latina tiene de Europa es un tumor que debe ser extirpado, antes de que siga creciendo, de las mentes de nuestros artistas e intelectuales. Debe haber una revolución artística4, debemos formular un Arte Nuevo orientado en nuestras tradiciones, cosmogonías y mitos, articulando un lenguaje estético acorde con nuestra realidad, geografía y con la época en que vivimos. 
Alejo Carpentier fue mucho más que un novelista, fue un artista integral, un intelectual que fue iluminador y guía, gestor y difusor de las vanguardias latinoamericanas. En sus novelas, cuentos, ensayos y artículos pretendió hacer reflexionar al hombre sobre su responsabilidad histórica y su destino: ver en su destino las regularidades universales del género humano. 
 

POR SERGIO CODDOU MC MANUS.
 
 
 

1 Es el mismo Esteban, al regresar a Cuba después de su vano peregrinaje revolucionario, quien se compara con Ulises. (696) 
2 Carpentier, Alejo. La Consagración de la Primavera, Barcelona: Plaza y Janés, 1992 (576) 
3 Carpentier, Alejo."Habla Alejo Carpentier", en Recopilación de textos Sobre Alejo Carpentier, La Habana: Casa de las Américas, 1976 (585) 
4 Recordemos que el artista chileno Roberto Matta, se refirió en un Congreso Artístico en La Habana en los 60, a la guerrilla interior, con la cual se refería a una revolución artística que se plasme desde el interior del espíritu del artista. 
 

 
 
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