Aún puedo ver moverse sus ojos
debajo de los párpados
y me parece tan frágil... tan hermoso
que me cuesta creer que esté conmigo
Su cuerpo lánguido, tibio y desnudo
es el refugio de todos mis deseos
y la flor de su boca una vez más me invita
a libar el néctar de sus besos
Nada podría compararse con éste momento
pues el mundo entero se detiene
mientras el hombre de mis sueños duerme...