Son perlas mis lágrimas, cristales perdidos, transparentes.
Sepultan en los arenales del tiempo deshaciendo las entregas
que caprichosas atrapan los suspiros de este amor vil y doliente.
Siendo despojo de tus aguas, torbellino del deseo que se escapa,
arrasando las caricias en el cuerpo; dejadas cual la corriente
malévola, cercanía en la distancia, cruel en olvido, se ampara!

Déjame decirte por última vez del lamento, cuando tanto se quiere
no hay oleaje que en furia; apague tus besos con otros, a la fuerza.
¡Es la sed de tus labios siempre sedientos que en mi boca se mecen!
¡Es saberte en maldición ajeno, es volcán de pieles sobre la hoguera!

Tibieza enredada en tus brazos, mano a mano; toda, aún se estremece.
Eres calvario en el calvario, diluyendo de ansiedades sólo la espera,
¡Sólo para volver en locuras sin remedios en este infierno, a quererte!
Déjame decirte que sin ti, estoy a medias viviendo, ¡sintiéndome muerta!
Reflejo apagado del ayer que hoy sin remedio en el presente se pierde!
Primavera,
despertando el ocaso, que tu amor le cierras sin saberlo ¡la puerta!

yiradelmar@yahoo.com

Puerto Rico Yira