Deja que te ame sin de ti adueñarme
en libertades absolutas a medias
como luna en travesías cabalgante
y sea tu mirada, a besos, la mía encienda.
Deja que te ame en prisión de libertades
cuando el amor se entrega todo a ciegas
sobre el mar impetuoso en sus inmensidades
y seas tú la ola que en arrebato desciendas,
en desnudes absoluta creando arenales
donde volvemos a dormir la conciencia
sobre la espuma blanca de los amantes
donde en las profundidades ya no se piensa.
Déjame ser en tu cuerpo, furia y oleaje
Deja que te ame sin reparos, sin vergüenza
ir despacio aprisa el alma desnudándote
donde se queden en vaivenes, mis huellas.
Déjame ser en tus tardes aquella tarde
delincuente del día siempre se adueña
sobre remolinos en deseos primaverales
que hoy el otoño con ellos se acuesta.
Déjame amor a mis antojos secretos, amarte
ir despacio apresurando de nuevo la entrega
donde estoy dispuesta en tu cuerpo a deshojarme
en remolinos pasionales como la vez primera!
Socavando de entregas la entrega delirante,
luego llegaré sin serlo del todo tu dueña.
Cual
lucero enredado en tu talle dispuesto a quedarse.
¡Como
la ola aunque distante siempre a su orilla regresa!
2004
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Puerto Rico Yira