OSLAVIA
El monumental sacrario fue erigido en 1938, bajo un proyecto del arquitecto Ghino Venturi, de Roma.
Allí se reúnen: 57.201 cadáveres de caídos italianos (de los cuales 20.761 son conocidos y 36.440 desconocidos) y 539 caídos austro-húngaros (de los cuales 138 son conocidos y 401 desconocidos), todos exhumados de los Cementerios de Guerra esparcidos en el Altiplano de Bainsizza al Vippacco.
Alzado sobre la altura 153, a izquierda de la carretera que de Gorizia lleva a San Floriano. Así se accede a una imponente escalinata en piedra, flanqueada por un bajo parapeto y por altas filas de árboles.
La obra monumental, de un aspecto severo y robusta fortificación, esta constituida por un torreón central con una cripta subterránea y tres torres laterales, situadas en los vértices de un triángulo. Las cuatro torres están ligadas internamente por galerías subterráneas.
Los nichos de los Caídos conocidos están dispuestos en el interior de la torre central, así como a lo largo de las paredes internas de las torres laterales; los caídos desaparecidos fueron acumulados colectivamente, en tres grandes paredes internas de las torres laterales.
En el medio de la torre central se erige una gran cruz en mármol oscuro, mientras en la cripta subterránea, en un sarcófago de mármol, situado en el centro de la torre, están custodiadas las almas de 13 caídos, condecorados con Medallas de Oro al Valor Militar.
Externamente, vecina a la torre izquierda, fue colocada una gran campana votiva, ofrendada el 4 de noviembre de 1959 por los ciudadanos mutilados y combatientes de toda Italia.
La campana "clara" -así denominada- suena cada día al amanecer, y sus repiques para reclamar a los habitantes una plegaria por los caídos.
Sobre la Plazoleta, anterior a la escalinata de acceso al Sacrario, en 1963 fue puesta una lapida conmemorativa con los nombres de 55 voluntarios Julianos, caídos en la zona del medio y alto Isonzo.
La undécima batalla del Isonzo
(18 de agosto-12 de septiembre de 1917) Tenía por objetivo el altiplano de Bainsizza, que constituía para el enemigo una buena base de partida para la propia ofensiva y representaba, además, la natural cobertura del valle de Chiapovano, utilizado por los Austríacos para el seguro apostamiento de los hombres y medios entre el Carso y la Cuenca de Tolmino. La ofensiva se desarrolló, además, sobre el Carso y a esta concurrieron validamente desde el mar baterías fluviales de la Marina.
A precio de graves sacrificios, nuestras tropas forzaron el Isonzo en gran parte y progresaron así rápidamente sobre la margen occidental del Altiplano de Bainsizza y obligaron al enemigo a replegarse en una línea más retraída, dejando a nuestras manos el Jelenik, el Kobilek, el Monte Santo, 20.000 prisioneros, además de ingentes cantidades de armas. La compleja pérdida de esta batalla dio por resultado 143.000 italianos y 110.000 austríacos entre muertos, heridos y dispersos.
Los austro-húngaros avanzaron entres direcciones: Norte (hacia el Tolmino), oeste (hacia la meseta de Bainsizza) y sur (hacia el Carso).
Por el lado norte, ganaron la 12ª Batalla del Isonzo en Caporetto.
Por el lado sur, perdieron Trieste.
Por el lado oeste, perdieron Gorizia.
Gorizia fue dividida en la actual y Nova Gorica, recién al final de la 2ª Guerra Mundial
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