La vida humana se mide con un reloj de arena.
Al momento del nacimiento el reloj comienza a contar. Cada segundo que pasa es un grano de arena que cae.
Durante nuestra vida diaria no nos damos cuenta de la presencia del reloj, es lógico, prestamos toda nuestra atención a otros relojes. Nos mantenemos tan ocupados como podemos para evitar esa extraña sensación de vacío que llega cuando no hacemos nada. La naturaleza humana obliga a la gente a hacer cosas, cosas cada vez más grandes, y a la vez cada vez más cosas; así ha sido desde los principios de la humanidad. A pesar de todo esto, hay momentos en los que es posible sentir la presencia y la influencia del reloj.
El único requisito para poder sentir al reloj es estar solo. No en el sentido de no estar acompañado en un momento cualquiera. Toda la gente se siente sola en mayor o menor grado, también es cierto que toda la gente ha sentido la soledad absoluta.
Personalmente, la recuerdo bien. Me acompaña en esos días en que simplemente no quiero levantarme de la cama porque no encuentro ningún propósito en ello. Me escucha cuando repaso mis errores y trato de convencerme de que a pesar de ellos soy un buen ser humano. Me sostiene la mano cuando temo por lo que me repara el futuro. Me da palmadas en la espalda cuando pienso que tal vez el mundo sería un mejor lugar sin mí. Incluso estuvo conmigo cuando me corte el pelo.
En esos momentos, cuando te abruma la soledad, cuando te das cuenta que tanto la familia como los amigos son pasajeros, cuando te das cuenta que ni siquiera uno mismo se puede hacer compañía para siempre, solo en esos momentos, es posible oír los granos de arena del reloj cayendo uno a uno.
Además, la figura del reloj de arena también
juega otro papel en la vida humana. Piense en el momento que esta viviendo
justo ahora. Hay una variedad de trayectos que le hubieran traído
a donde esta; por ejemplo, antes de venir a la computadora pudo haber ido
al baño, a la cocina o a ver televisión para finalmente venir
a la computadora y estar en ella ahora, es decir, hay varios caminos para
llegar al presente. Ahora piense en lo que va a hacer después. Puede
hacer varias cosas a partir de este momento; por ejemplo, ir al baño,
a la cocina salir, etc. siempre partiendo del momento en el que se encuentra
ahora, es decir, a partir del presente es posible tomar varios caminos.
Es momento de usar un poco la imaginación y un poco las cosas horribles
que se aprenden en cálculo 3, supongamos que tanto las trayectorías
que nos hubieran traído al presente como las que podemos tomar a
partir del presente se pueden representar como rectas en el espacio tridimensional.
Si esto es cierto entonces el presente es el punto final de todas
las rectas que vienen del pasado, al mismo tiempo que es el punto inicial
de todas las que van hacia el futuro. Si se supone que todas las rectas
tienen la misma inclinación respecto al eje z, entonces es posible
describir al presente como el vértice de un cono, o si se quiere
como la cintura de un reloj de arena. A esto se le llama el "toque" del
reloj de arena.
El tiempo es como el agua, si tratas de agarrarlo se escurre entre tus dedos. Mejor junta tus 2 manos y bebe un poco.